ONU-IRAQ: Faltas menores en programa Petróleo por Alimentos

Una serie de 58 auditorías internas sobre el programa Petróleo por Alimentos en Iraq reveló sobrefacturaciones y errores de administración por parte de los supervisores de la ONU, pero ningún fraude en gran escala.

Pesaban sobre el foro mundial acusaciones de graves irregularidades, pero informes preliminares del Comité Independiente de Investigación, creado el año pasado por el Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), sólo indican fallas administrativas que provocaron la pérdida de menos de dos millones de dólares.

”La medida es la clave”, comentó Jim Paul, director ejecutivo del Global Policy Forum, un grupo con sede en Nueva York que vigila a la organización mundial.

”Cuando se maneja un programa de 65.000 millones de dólares y sólo se pierden dos millones, no es un gran problema”, dijo a IPS.

El programa Petróleo por Alimentos, que rigió entre 1996 y 2003 como excepción al embargo internacional que sufría Iraq por la invasión de Kuwait en 1990, permitía a Iraq vender cantidades limitadas de petróleo para adquirir alimentos, medicinas y otros bienes humanitarios.
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El sistema era supervisado por la ONU y en especial de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia).

El programa manejaba entre 7.000 y 10.000 millones de dólares anuales, pero esos ingresos por ventas de petróleo pasaron en noviembre de 2003 a las arcas de la hoy disuelta Autoridad Provisional de la Coalición, encabezada por Paul Bremer, el administrador civil estadounidense en Iraq.

Los acusadores sostenían que el depuesto presidente iraquí Saddam Hussein llevó ilegalmente a sus arcas más de 21.000 millones de dólares gracias al programa, que la ONU debía supervisar.

Todo el esquema fue investigado por un Comité Independiente creado por el Consejo de Seguridad de la ONU y presidido por el ex presidente de la Reserva Federal estadounidense Paul Volcker.

Según Jim Paul, los directores de periódicos que exageraron las acusaciones contra la ONU son ”cómplices” en una virulenta campaña de políticos y grupos derechistas de Estados Unidos en contra del foro mundial, desde que su secretario general, Kofi Annan, calificó a la guerra contra Iraq de ”ilegal”.

Las fallas señaladas en las auditorías incluyen falta de supervisión de contratistas, pago de precios excesivos a empresas contratadas para vigilar las ventas de petróleo, falta de dirección y coordinación, y prácticas administrativas irregulares.

Stephane Dujarric, portavoz de la ONU, declaró el lunes a la prensa que la organización mundial ya inició una revisión de los problemas de administración y contabilidad.

”Estamos abocados a una revisión crítica de nuestra forma de trabajo, que llevará a una amplia reforma de la estructura y los sistemas administrativos de la ONU con el fin de mejorar su desempeño y su rendición de cuentas”, explicó.

”Y no olvidemos”, recordó el portavoz, ”que el programa Petróleo por Alimentos cumplió su objetivo principal de ofrecer alivio humanitario a 27 millones de iraquís y ayudó así a mantener el apoyo político para las sanciones de la ONU”.

Ese apoyo, a su vez, ”impidió que (el depuesto presidente iraquí) Saddam Hussein adquiriera armas de destrucción masiva”, señaló Dujarric.

La supuesta posesión de armas de destrucción masiva por el régimen de Saddam Hussein, nunca encontradas, fue el principal argumento de Estados Unidos y sus aliados para justificar la invasión de Iraq, en marzo de 2003.

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