Estados Unidos recurre en Iraq a métodos de castigo colectivo similares a los que aplican las tropas israelíes en los territorios ocupados de Palestina, afirman pobladores civiles de áreas rurales.
Buldozers militares segaron palmerales del área agrícola de Al-Dora, en las afueras de Bagdad, dijeron residentes de la zona. También cortaron el suministro de electricidad, destruyeron la gasolinera y bloquearon el acceso a las carreteras, agregaron.
Los soldados estadounidenses realizaron tales acciones luego de recibir semanas atrás varios ataques con cohetes desde Al-Dora.
Los estadounidenses fueron atacados desde este campo. Por eso, regresaron y comenzaron a talar todos los árboles, dijo el mecánico Kareem, señalando una pila de palmeras datileras quemadas que yacen sobre un campo arrasado.
Ninguno de nosotros conoce a ningún combatiente. Todos sabemos que los insurgentes vienen aquí desde otras áreas para atacar a los estadounidenses. Pero somos nosotros los que sufrimos las consecuencias, se lamentó Kareem.
La Operación Puño de Hierro fue lanzada en el área para enviar un mensaje muy claro a quien quiera que piense que pueden andar por Bagdad disparando granadas y morteros sin importarle las consecuencias, dijo a la prensa el general del ejército estadounidense Mark Kimmit.
Tenemos capacidad para responder rápidamente contra cualquiera que quiera dañar a ciudadanos iraquíes o a las fuerzas de la coalición ocupante, advirtió Kimmit.
Pero la población de las zonas atacadas por fuerzas estadounidenses niegan haber dado refugio, o siquiera conocer, a los combatientes que cometieron esos ataques.
Destruyeron nuestras cercas y ahora los lobos atacan nuestro ganado, dijo Mohammed, un niño que ayuda a su familia en el campo en los ratos libres que le deja la escuela.
Destrozaron buena parte de nuestros equipos, y lo peor es que cortaron la electricidad. Vienen todas las noches y disparan sus armas para amedrantarnos.
Los agricultores necesitan electricidad para irrigar los predios, explicó el niño. Ahora llevamos el agua en cubos desde el río, y nos resulta muy difícil. Los estadounidenses nos dijeron que nos iban a mejorar la vida, pero ahora las cosas están peor.
Trabajar en cultivos sembrados con bombas de mortero sin detonar después de las represalias estadounidenses se ha convertido en un trabajo de extremo peligro.
Le pedimos a los soldados estadounidenses que las retiraran después de la primera operación y dijeron 'okey, nos haremos cargo de eso'. Pero nunca vinieron, dijo Sharkr, un agricultor.
Otros pobladores de Al-Dora afirmaron haber recibido otro tipo de agresiones.
Los estadounidenses me golpearon. Me preguntaron quién los había atacado, pero yo no sabía. Registraron nuestra casa, destruyeron los muebles y arrestaron a uno de mis tíos, dijo Ihsan, un estudiante de 17 años.
Los residentes en el poblado de Abu Hishma aseguraron haber sido víctimas de operaciones similares antes.
Luego de un ataque contra soldados estadounidenses, las tropas rodearon el lugar con alambre de púas. Los pobladores fueron obligados a obtener un carné de identidad y a salir y entrar de allí a través de un puesto de control militar.
La principal ruta para los productos agrícolas locales fue bloqueada con grandes bloques de hormigón hace varias semanas. Los agricultores los retiraron con sus tractores, pero las fuerzas estadounidenses instalaron la semana pasada bloques más grandes.
Nos humillaron cuando hablamos con ellos. No nos dijeron cuándo retirarían los bloques, por lo que ahora hacemos todo el trayecto a pie, dijo Hamoud Abid, un agricultor de 50 años.
Un portavoz militar en Bagdad dijo a IPS que las operaciones de seguridad en Al-Dora continuarán. (
