La comunidad pesquera del meridional estado indio de Tamil Nadu ha sido una de las más célebres de Asia por su larga historia. Pero ahora, tras el maremoto del 26 de diciembre en el océano Índico, podría desaparecer.
Muchos pescadores de ese estado sufren un grave trauma por la tragedia. Ahora le temen al mar y quieren cambiar de oficio.
Haremos trabajos con piedras para vivir, pero no volveremos a pescar, dijo a IPS Padavattan Etty, de la localidad de Satras Kuppam, ubicada a unos 70 kilómetros de Chennai, la capital del estado.
Si los habitantes de las demás aldeas toman la misma decisión que los pobladores de Satras Kuppam, la histórica comunidad de pescadores artesanales, ya amenazada por la avasallante tecnología, podría dejar de existir en el corto plazo.
En Tamil Nadu hay 700.000 personas que viven de la pesca, según un censo de 2000.
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Más de 8.000 personas murieron en ese estado por los tsunamis, palabra japonesa para referirse a las grandes olas que invaden las costas causadas por terremotos o erupciones volcánicas submarinas.
En este caso, el maremoto fue provocado por un sismo de magnitud 9,0 en la escala de Richter con epicentro cerca de la isla indonesia de Sumatra.
La comunidad pesquera de Tamil Nadu hace una importante contribución a la economía del estado, que pesca y exporta mariscos por unos 480 millones de dólares anuales.
La situación es la misma en cada localidad en la costa sur india. Los pescadores están aún aterrorizados, y no desean volver a echar sus redes en el mar.
Nunca olvidaremos la experiencia. No hubo ninguna advertencia. No hubo olas grandes. Simplemente el mar comenzó a avanzar lentamente hacia nosotros, recordó Gunasekaran, un pescador de Satras Kuppam, quien aun se estremece apenas escucha el más leve movimiento de las olas.
El impacto de la tragedia en la psicología de los pescadores indios fue muy grande, en especial debido a que el fenómeno del maremoto era casi desconocido en la Bahía de Bengala y en el océano Índico.
El primer maremoto en las costas de India del que se tiene registro data de 1881, y el último había ocurrido en 1941. En ambas ocasiones, los tsunamis sólo afectaron a las islas de Andaman y Nicobar, muy lejos de la costa de Tamil Nadu.
Los pescadores simplemente no pueden entender cómo el océano, que antes les ayudaba a sobrevivir, ahora se ha llevado todo, incluso a sus hijos, explicó John Kurien, del independiente Centro de Estudios para el Desarrollo, en el fronterizo estado de Kerala.
Pero el miedo no es lo único que impide a los pescadores volver a su trabajo. Los tsunamis destruyeron todas sus barcas y herramientas.
La gran mayoría de las barcas que se usaban en los distritos más afectados por el maremoto, como Chennai, Cuddalore, Nagapattinam y Kanyakumari, desaparecieron con las olas o fueron severamente dañadas.
Los pescadores también perdieron sus redes.
Sin embargo, este problema podría tener solución. La mayoría de las barcas con motor estaban aseguradas, y el gobierno estadual, con la colaboración de organizaciones no gubernamentales, prometió entregar a los pescadores nuevos botes de madera y de fibra de vidrio.
Algunos grupos civiles mantienen una estrecha colaboración con los pescadores para ayudarlos a retomar su labor.
Este lunes, tres semanas después de la tragedia, un grupo de 50 pescadores salió por primera vez al océano desde la localidad de Kadiapattinam con barcas y redes tradicionales donadas por la organización británica Action Aid.
Es importante garantizar que los pescadores vuelvan a trabajar por su cuenta y que salgan de los campamentos para regresar a sus aldeas, afirmó el director de la oficina india de la organización, Babu Matthew.
Muchos creen que ésta podría ser la oportunidad ideal para resolver varios problemas estructurales de larga data que han impedido el desarrollo pleno del sector pesquero en Tamil Nadu.
Kurien señaló que el negocio de la pesca se ha vuelto tan dependiente del capital intensivo y del combustible que ahora ya no es sostenible, y subrayó que el sector tenía severos problemas aun antes de los tsunamis.
Desde hace mucho tiempo los pescadores artesanales de Tamil Nadu, que utilizan barcas sin motor, se oponen a la labor de los grandes barcos pesqueros que operan en lo que consideran sus zonas de trabajo.
En los últimos años, los precios de los mariscos en India cayeron de forma drástica debido al incremento de la oferta en especial en el meridional estado de Andhra Pradesh.
Kurien pidió al gobierno federal que prepare un plan de rehabilitación para las comunidades pesqueras más afectadas por el maremoto, y solicitó que considere también la posibilidad de proveerles empleos en otros sectores.
El pescador Gunasekaran sabe que no tendrá otra opción que volver a trabajar con su barca, pero no desea que sus hijos tengan el mismo oficio.
Pese a nuestro miedo al mar, nosotros sabemos que algún día tendremos que volver a pescar para sobrevivir. Pero queremos que nuestros hijos estudien, tengan mejores oportunidades, y cambien de oficio, si es posible, afirmó.