El Foro Social Mundial, Brasil, se inaugura este miércoles en Porto Alegre con sistemas de información de código abierta, en consonancia con su aspiración de alentar una política abierta a todos.
El millar de computadoras instaladas en el sitio del Foro tienen instalados programas informáticos gratuitos y libres. El sitio oficial de la conferencia en Internet fue desarrollada en php, un lenguaje de código abierto (que puede ser modificado por el usuario).
El sistema de traducciones se basa también sobre un programa gratuito, desarrollado por Nomad, un grupo de técnicos de Brasil, Francia, Gran Bretaña e India que trabajan desde 2003 de manera voluntaria para el Foro Social Mundial.
Por su parte, un grupo de Túnez desarrolló un programa para almacenar grabaciones de vídeo y ofrecerlas en Internet. Las deliberaciones en más de 400 paneles y talleres serán transmitidas en vivo, lo que permitirá una participación virtual desde todos los puntos del planeta con conexión a la red mundial.
La intención es convertir el Foro en un espacio en que la práctica refleje modelos para un mundo mejor.
El territorio social mundial —como los organizadores denominan a la sede del Foro— es un ambiente en que se manejan tecnologías de código abiertas, energía de fuentes renovables y productos cuya mercadotecnia sigue los principios del comercio justo.
Unos 744.600 dólares del presupuesto de 5,2 millones de dólares del Foro Social Mundial fueron asignados a organizaciones de defensa del comercio justo y a sistemas de comunicación de código abierto.
El Foro también es una instancia de reunión para activistas por el software (programación informática) libre, que realizarán un laboratorio de conocimiento libre en el campamento juvenil instalado en Porto Alegre.
Esos debates serán animados por miembros de la Fundación Software Libre, el sociólogo español Manuel Castells y Lawrence Lessing, de la organización Creative Commons Iniciative, que alienta una alternativa a las actuales normas de propiedad intelectual que proteja el trabajo creativo pero promueva el acceso al conocimiento.
Creative Commons Iniciative brinda un sistema denominado algunos derechos reservados en sitios web, programación informática, música, cine y literatura.
Un escritor puede, por ejemplo, prohibir el uso comercial de su obra pero permitiendo el libre intercambio con fines no lucrativos. Para eso, debe ampararse en uno de los 11 diferentes tipos de licencia que han sido adoptados en todo el mundo.
La cadena estatal de radio y televisión británica BBC anunció en mayo pasado que someterá un amplio archivo de sonido y vídeo a las licencias de Creative Commons, permitiendo su descarga al público pero prohibiendo su uso comercial.
No sorprende que el gobierno brasileño participe en el debate sobre alternativas al sistema vigente de propiedad intelectual.
En la primera fase de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, celebrado en Ginebra en 2003, el gobierno brasileño se opuso con fuerza a la propiedad intelectual del software, y logró que la cuestión figurara en la declaración final.
El software libre (de código abierto) es también parte del proyecto Cultura Viva lanzado el año pasado por el Ministerio de Cultura de Brasil para alentar las iniciativas comunitarias en la materia. A las 261 comunidades involucradas en el proyecto se sumarán 250 el mes próximo.
Trabajar con códigos abiertos y reciclar viejas computadoras permite a las organizaciones de la sociedad civil crear laboratorios multimedia en comunidades subdesarrolladas, dijo a IPS Vitor Cheregati, funcionario del ministerio.
En su viaje en caravana, muchos grupos de Cultura Viva se detuvieron en diversas localidades para organizar talleres y reunirse con las comunidades.