FORO SOCIAL MUNDIAL: Regreso al puerto alegre

Los automóviles se detuvieron en fila a media tarde y los pasajeros de los ómnibus se preguntaban entre sí qué sucedía. Los tambores rompieron la rutina en las oficinas y todos acudieron a las ventanas para ver banderas ondeando a su son. Era notorio: el Foro Social Mundial había regresado a su cuna.

El ritmo impregnó la meridional ciudad brasileña de Porto Alegre de un color que ya conocía. Otra vez cientos de activistas, estudiantes y sindicalistas de todas partes del mundo caminaban por sus calles entonando consignas diversas.

Después de un pasaje por la occidental ciudad india de Mumbai el año pasado, el Foro volvió a su puerto de partida. La "Marcha por la paz" dio inicio este miércoles a este encuentro de la sociedad civil en el que se esperan participen unas 120.000 personas hasta su finalización el lunes 31.

Un sinnúmero de carteles condenando a muerte el Área de Libre Comercio de las Américas, un mural en que "el neoliberalismo", vestido de lúgubre traje negro, es apuñalado, un ya habitual rostro del presidente estadounidense George W. Bush ridiculizado al extremo y un sol aplastante.

Todo sonaba conocido. Entre el tumulto, un premio Nobel de la Paz. "Yo espero que este año se dé un salto cualitativo en comparación con los foros anteriores, y se avance en la definición de estrategias para aplicar las ideas. El diagnóstico ya está, ahora hay que diseñar acciones", dijo a IPS el argentino Adolfo Pérez Esquivel, confiando sus expectativas apenas sonaban los primeros tambores.

"Tenemos que presentar propuestas ante desafíos concretos, como el pago de la deuda o la reforma de organismos mundiales como la Organización de las Naciones Unidas, la Organización Mundial del Comercio y el Fondo Monetario Internacional, que son perversos y que no representan a los pueblos", añadió.

Este V Foro Social Mundial (FSM) aspira a sentar precedentes en todos los aspectos. Se prevén unas 2.000 actividades propuestas por 5.700 organizaciones, divididas en 11 ejes temáticos y traducidas a 16 idiomas, entre ellos el quechua, el hindi, el bahasa de Indonesia y el uolof de África.

Más de 2.800 voluntarios participan de los trabajos para organizar unos 100 conciertos, 41 obras de teatro, 13 espectáculos de danza y 85 exposiciones de arte, que se desarrollarán en el llamado Territorio Social Mundial.

El perímetro sobre el río Guaiba tiene 150.000 metros cuadrados de áreas construidas, lo que equivale a 18 estadios de fútbol semejantes al del famoso Maracaná, de Río de Janeiro. Este encuentro también superó a sus anteriores en número de periodistas acreditados: más de 5.400.

Desde su primera edición en 2001, el FSM se ha realizado siempre en Porto Alegre, a excepción del año pasado, cuando se celebró en Mumbai. Este esfuerzo para llevar el encuentro a otras partes del Sur en desarrollo será repetido en 2007, cuando la asamblea se celebre en África. Para 2006 se prevén foros a nivel continental, cuyas sedes todavía están por definirse.

Este miércoles en Porto Alegre, en medio de los cánticos de la marcha, Pérez Esquivel subrayó la necesidad de avanzar en la "coordinación de estrategias" para "defender verdaderamente a los Excluídos", y no quedarse sólo en las palabras.

"¿Vamos a seguir quejándonos?", preguntó mientras observaba una concentración sobre la central Plaza Montevideo.

Sin embargo, horas antes ante la prensa, un sonriente Luiz Dulci, secretario general de la Presidencia de Brasil, había reivindicado el papel del Foro Social Mundial como el mayor espacio de debate de la sociedad civil sobre los principales asuntos que preocupan al mundo.

"La reflexión colectiva es fundamental para la transformación social. No hay transformación sin reflexión. Todo intercambio de ideas o debate público por sí sólo ya es importante. Pero el FSM además reúne muchas experiencias prácticas e innovadoras", señaló.

Pero Pérez Esquivel parece proponer pasos más concretos. El ganador del premio Nobel de la Paz en 1980 impulsará una campaña para exigir la anulación de la deuda a los países del Sur en desarrollo.

Ante la mirada cientos de policías, los manifestantes se dirigieron al anfiteatro "Por Do Sul" para escuchar el concierto inaugural, con la participación del músico y ministro de Cultura brasileño, Gilberto Gil, y del franco-español Manu Chau, entre otros.

Banderas brasileñas, palestinas, cubanas, venezolanas, dominicanas, argentinas, paraguayas y uruguayas siguieron ondeando hasta entrada la noche.

En la marcha se destacaron también duras críticas al presidente del país anfitrión, Luiz Inácio Lula da Silva, del izquierdista Partido de los Trabajadores, quien estará presente en Porto Alegre este jueves y luego se trasladará al Foro Económico Mundial, que se realiza en simultáneo en la pequeña localidad suiza de Davos.

"Qué traición, qué cosa triste. Ese operario trabajando para la elite", entonaron a voz en cuello militantes del Partido Socialista de los Trabajadores Unificado, mostrando además un gran muñeco representando al jefe de Estado con una banda presidencial que decía: "Lula traidor".

Algunos simpatizantes del mandatario se molestaron y abuchearon los cánticos.

"Yo no estoy de acuerdo con ellos. El Foro Social Mundial no es para esto. Se están aprovechando de la manifestación", dijo a IPS Joao Ribeiro, mientras alzaba orgulloso su bandera del gobernante Partido de los Trabajadores.

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