La discusión sobre los alcances del sistema dominante y la necesidad de profundizar el debate a fin de desarrollar acciones prácticas marcaron el I Foro Mundial sobre Información y Comunicación, realizado este martes en esta ciudad del sur de Brasil.
El encuentro de un día tuvo lugar en el marco de las actividades preparatorias del Foro Social Mundial (FSM), que entre este miércoles y el lunes 31 celebrará su quinta edición también en Porto Alegre y con la intención de cubrir los grandes vacíos del pasado en el conjunto de las organizaciones participantes.
El foro de información y comunicación fue dividido en tres paneles, que fueron moderados respectivamente por Mario Lubetkin, director general de la agencia de noticias internacionales IPS, Sean O´Siochru, de Nexus Research, y Roberto Savio, secretario general de Media Watch Global (MWG) y presidente emérito de IPS.
Participaron en la mesa el académico francés Armand Matellard, Ignacio Ramonet, de Le Monde Diplomatique y presidente de MWG, Adrie Papma, de Novib/Oxfam de Holanda, Marcelo Furtado, director en Brasil de la organización ambientalista Geenpeace, el italiano Giulietto Chiesa, diputado del Parlamento Europeo, y los académicos estadounidenses Andrew Calabrese y Steve Buckley.
Los participantes fueron unánimes al estimar que la cobertura del FSM siempre fue pasiva, sin haberse preocupado por trasmitir su mensaje a los grandes medios.
El sociólogo Cándido Grzybowski, del secretariado ejecutivo del FSM, expresó que, mientras Internet "nos permitió entrar en contacto con todo el mundo y el foro fue posible por la existencia de esa tecnología, ésta también nos destruye porque no llega a todos sino sólo a las elites".
Para el FSM, esta es una cuestión política de primer orden, un problema que tiene que ser resuelto, "con el fin de llegar a todas las comunidades, ya que en este momento tenemos más confusión que diversidad".
Unos 3.000 de los 5.000 periodistas acreditados son redactores de publicaciones de organizaciones no gubernamentales "que se limitan a informar a sus usuarios, sin emitir mensajes globales comunes", subrayó, a su vez, Lubetkin.
La propuesta que tuvo mayor consenso fue la de crear un sistema de cobertura de los temas del FSM que no se limite a los cinco días de cada encuentro sino que se debe prolongar la información de las actividades de la sociedad civil durante todo el año, mediante el fomento de una red de periodistas que cubren estos temas.
Existe un "lamentable vacío en la información externa del FSM, debido a que hasta ahora nunca contó con un mecanismo activo del proceso en general y de sus múltiples actividades anuales", dijo a este respecto el director general de IPS.
Otra deficiencia subrayada con énfasis por todos los participantes en el encuentro de este martes fue la carencia de la llamada "información del día siguiente", al no lograrse entender que un FMS es la síntesis de lo ocurrido durante un año.
"Este foro de comunicación e información es un proceso que debe construir una capacidad superior del FSM para comunicar", apuntó Lubetkin.
Por su parte, Ramonet expresó que en el mundo actual, "aparece un problema nuevo, que son los grandes medios, porque nos damos cuenta, precisamente, que muchas veces usan sus mecanismos para obstaculizar la democracia".
Los considerados medios de referencia en Estados Unidos "hoy no tienen capacidad para frenar la actitud belicista de Washington ni reflejaron las críticas de la sociedad ante la argumentación falsa para ir a la guerra", opinó el presidente de MWG.
La información "se ha convertido en una mercancía, que circula según la oferta y la demanda bajo las leyes del espectáculo que se impone usando el dramatismo y la explotación de las emociones, en lugar de las realidades concretas, tales como crear un mejor conocimiento de la sociedad para poder modificarla", deploró el periodista francés.
"Estamos ante un sistema complejo, múltiple, pero no fiable, donde los medios de comunicación, que deberían ser la expresión de sectores sociales, en los grandes países son controlados por tres o cuatro grandes grupos económicos", concluyó Ramonet.
También Matellard reafirmó su convicción de que "nos encontramos ante un mundo marcado por la ofensiva de una cultura única, en el sentido de un orden total, mientras nosotros defendemos la multiplicidad de culturas y sus actores".
Ese pensamiento único "es tecnocrático y ésta será una pelea dura, porque en todo lo que concierne al tema de información y comunicación es difícil movilizar a la gente, pese a que es algo que afecta a su vida cotidiana", añadió.
Las intervenciones de la mayor parte de los asistentes coincidieron en que las privatizaciones de los medios de comunicación no garantizan el pluralismo informativo, porque, como sintetizó el periodista italiano Gianni Miná, "un empresario hoy compra un medio para promover sus negocios y ser favorecido por el gobierno".
Una periodista asistente al encuentro, que no se identificó, opinó que era necesario penetrar con la información que interesa a la sociedad civil en los grandes medios, especialmente audiovisuales, produciendo material de buena calidad que pueda ser usado por las emisoras de televisión, citando el éxito de Greenpeace en este campo. Las conclusiones del el I Foro Mundial sobre Información y Comunicación estuvieron a cargo de Savio, quien recordó que los Estados consideran políticamente incorrecto hablar de prensa, porque este es un asunto del mercado y todo lo reduce a la libertad de propiedad.
La concentración de la propiedad de los medios hoy se identifica más que nunca con el pensamiento único, pero los temas de hace 30 años, del debate sobre el nuevo orden informativo internacional, continúan actuales, apuntó.
Savio entiende que los periodistas cuentan con una autonomía relativa, porque el editor es quién determina su actividad profesional mediante la selección de temas que se pueden vender con criterios de mercado, que cada día más es basado en los acontecimientos, en desmedro de los procesos.
Otro aspecto preocupante en el mundo de los medios es la enorme relación de dependencia de la política con la información y hoy se llega hasta a inventar candidatos, subrayó el presidente emérito de IPS.
Savio hizo hincapié en que, pese a las miles de asociaciones de defensa del consumidor existentes en el mundo no existe una sola que se ocupe de los derechos de los ciudadanos a la información.
Estamos muy lejos del punto en que la sociedad civil pueda tener un verdadero sistema de comunicaciones. Es necesario crear un mecanismo de vinculación permanente del FSM y luchar para que el derecho a la información sea uno de los derechos humanos básicos, concluyó Savio.