La Organización Mundial del Comercio (OMC) aprobó la creación de grupos de trabajo encargados de examinar la incorporación de Afganistán e Iraq, pero rechazó igual que otras 20 veces anteriores, siempre por el bloqueo de Estados Unidos, la posibilidad de que Irán inicie el mismo trámite.
La decisión a favor de Afganistán e Iraq, adoptada por consenso este lunes en el consejo general de la OMC, ha sido considerada de índole estrictamente política pues los dos países, atrapados por crisis militares y sociales tras ser invadidos y ocupados por coaliciones encabezadas por Washington, presentan economía muy frágiles para alternar a corto plazo en el sistema multilateral de comercio, dijeron negociadores.
Por otra parte, las normas de la OMC establecen que podrá adherirse al sistema multilateral todo Estado o territorio aduanero distinto que disfrute de plena autonomía en la conducción de sus relaciones comerciales exteriores y en las demás cuestiones reguladas por los acuerdos que la institución administra, recordaron las fuentes.
También un enfoque político sostiene la persistente negativa de Estados Unidos a aceptar la apertura de negociaciones para la eventual adhesión iraní a la OMC. Washington rompió relaciones con Teherán en 1979, como consecuencia de la captura como rehenes de empleados y funcionarios de la embajada estadounidense en la capital de Irán.
La tirantez no ha cedido desde entonces. Por el contrario, la situación se hizo aun más tensa en los últimos años, luego de que el presidente estadounidense George W. Bush incluyó a Irán, junto con Corea del Sur e Iraq, en enero de 2002 entre los países integrantes de un eje del mal potencialmente peligroso para Estados Unidos, y por lo tanto señaló a esas tres naciones como objetivos probables de acciones bélicas preventivas.
Sin embargo, la relación de Irán con las potencias occidentales pareció haber mejorado en los últimos tiempos, tras un acuerdo sobre combustibles nucleares concertado en noviembre por ese país con Alemania, Francia y Gran Bretaña.
En ese entendimiento, el apoyo a las pretensiones iraníes de ingreso a la OMC fue una de las contrapartidas para que Teherán aceptara detener actividades de enriquecimiento de uranio, que realizaba con el propósito declarado de contar con combustible nuclear y que han sido señaladas como una amenaza por Estados Unidos, ya que se trata de un material crítico para la confección de armas nucleares.
Las tres naciones europeas se comprometieron a respaldar la petición iraní de ingreso a la OMC, que siempre ha contado con el apoyo del grupo informal de los países en desarrollo.
Pero en la sesión del consejo general de la OMC se escuchó una vez más que Estados Unidos todavía no está en condiciones de examinar la cuestión del ingreso de Iraq. La representación estadounidense dijo que nada tenía para agregar a lo que ha venido diciendo desde 2001, en las 20 sesiones anteriores del organismo en que se discutió el caso iraní.
La Unión Europea dijo en cambio que respalda la solicitud de Irán y que desea su aprobación. Esta cuestión debe ser tratada con independencia de los temas políticos, manifestó Csarlo Trojan, representante del bloque comunitario ante la OMC.
La creación de un grupo de trabajo para debatir la incorporación de Irán ayudaría a promover reformas en ese país, y la divulgación de ese proceso podría beneficiar también a otros países de la región, sostuvo.
Lamentamos que Estados Unidos todavía no esté listo para sumarse al consenso, insistió Trojan.
Paraguay, en nombre del grupo informal de países en desarrollo, así como Turquía, Egipto, China, India, Suiza y Chile, expresaron su esperanza de que el examen del caso iraní que dice llevar a cabo Estados Unidos concluya pronto, para que sea posible la constitución del grupo de trabajo para Irán.
China dijo que abriga serias preocupaciones ante el trato que ha recibido Irán, cuyo caso ha figurado en el orden del día de la OMC durante años, y añadió que lamenta no poder entender por qué la solicitud iraní es considerada en forma diferente a las de otros países.
Representantes de varias naciones, entre ellas Singapur, observaron que el caso de Irán afecta la credibilidad de la OMC, y Chile opinó que perjudica a la organización multilateral.
Los miembros de la OMC, que en la actualidad suman 148, oponen por lo general escasa oposición a las solicitudes de ingreso. Las trabas surgen luego, durante el examen de las economías y de las políticas comerciales de los aspirantes.
Por es motivo, las negociaciones con China se extendieron 15 años, hasta que se aprobó la incorporación de ese país a fines de 2001. Unas 20 naciones esperan en la actualidad el dictamen de los grupos de trabajo que analizan su ingreso a la OMC, entre ellas Rusia y Arabia Saudita, que llevan más de 10 años en la espera.
A Iraq se le abre en la OMC un camino de destino impredecible, a pesar de que en febrero los Estados miembros le premiaron con la categoría de observador en la institución. Alentado por esa condición, el gobierno provisional iraquí presentó una solicitud formal de ingreso el 30 de septiembre y obtuvo en pocas semanas la creación del grupo de trabajo correspondiente.
La condescendencia de las naciones industrializadas con Bagdad se reflejó en la decisión adoptada el mes pasado por el Club de París, organización de Estados acreedores, que redujo 80 por ciento la deuda de Iraq con los integrantes de ese grupo.
Esa fue una señal significativa de apoyo internacional, y la decisión de la OMC es una contribución a los esfuerzos de Iraq por reformar su economía, comentó en Ginebra el ministro iraquí de Comercio, Mohammed Mustafa Al-Jibouri.
Por su parte, el representante afgano Assad Omer alegó que su país será un puente del comercio transcontinental que favorecerá el tránsito entre Asia central, Asia del sur y el Océano Indico. Con la terminación del anillo carretero de Afganistán, las grandes capitales de Asia central estarán a menos de 32 horas del Golfo Pérsico, en Irán, y del puerto de Harachi, en Pakistán, destacó.