El creciente malestar popular en la capital de Iraq por la inminente incursión estadounidense en la central ciudad de Faluya, baluarte de la resistencia a la ocupación, preanuncia un seguro agravamiento de la violencia en todo el país.
En los últimos días, cuando las fuerzas de Estados Unidos ya preparaban la ofensiva, aumentaron los atentados contra soldados de la coalición en Bagdad, y se percibió un gran descontento en la población.
Washington considera que Faluya es el centro del terrorismo en Iraq, y asegura que allí hay atrincherados 2.500 miembros de la resistencia, entre ellos varios combatientes islámicos extranjeros.
También sostiene que en la ciudad está escondido el jordano Abu Musab Al Zarqawi, el hombre más buscado del país por sus vínculos con la red terrorista Al Qaeda y su responsabilidad en varios atentados suicidas y por la decapitación de rehenes occidentales.
Además, agencias de inteligencia occidentales vinculan a Al Zarqawi con los atentados del 11 de marzo en Madrid, que dejaron 191 muertos.
Las fuerzas estadounidenses bombardearon barrios del norte y del oeste de Faluya en los últimos días, y este lunes tomaron control del hospital de la ciudad.
El primer ministro interino iraquí, Iyad Allawi, autorizó este lunes la ofensiva final estadounidense para limpiar Faluya de terroristas, declaró en estado de emergencia a todo el país y ordenó el cierre del aeropuerto de Bagdad y de las fronteras con Siria y Jordania.
Los habitantes de Faluya deben pelear por su ciudad. No son terroristas, y no hay ninguna evidencia de que haya luchadores extranjeros en Faluya. Y aun si hubiera árabes, son preferibles a las fuerzas de la coalición. En nombre de la libertad, deben pelear, sostuvo Mahmoud Shakir, de 80 años, ex comandante de policía en Bagdad.
Shakir está muy preocupado por las consecuencias del ataque.
Terminará en un desastre. Faluya será destruida por completo y sus habitantes asesinados sólo porque piden independencia y quieren sacar a los estadounidenses, afirmó.
Por su parte, Ali Al Mishidani, quien dijo estar agradecido con Estados Unidos por haber derrocado al presidente Saddam Hussein el año pasado, expresó malestar por las últimas acciones de la coalición ocupante.
Creo que sí hay terroristas en Faluya, pero también hay muchas personas que están peleando para defender sus casas y su honor, y tienen derecho a hacerlo, dijo a IPS en la atestada mezquita capitalina de Al Khulifa.
Pero sus afirmaciones son muy templadas comparadas con las de otros iraquíes.
Los habitantes de Faluya tienen derecho a luchar. Si los estadounidenses invadieron su ciudad, deben defenderla, dijo Nisan Al Samarrai.
Este comerciante de 55 años del distrito capitalino de Karrada sostuvo que los atentados con bomba del sábado en la central ciudad de Samarra, que dejaron 33 muertos, no están relacionados con la resistencia de Faluya.
La lucha en Samarra se debe a que las fuerzas de ocupación mataron a muchas personas en esa ciudad. Familias enteras pelean porque sus hijos fueron asesinados por los estadounidenses, dijo.
Como muchos en Bagdad, él no cree que haya seguidores de Al Zarqawi en Faluya.
Nadie puede probarlo. Otros dicen que hay árabes peleando. Y aun si esto fuera verdad, tienen derecho a colaborar con sus hermanos de Faluya para defender la ciudad, afirmó.
Hamad Abdulá Raziz, un electricista que realiza trabajos esporádicos en un hotel céntrico de Bagdad, sostuvo que los iraquíes se deben unir contra las fuerzas de Estados Unidos.
Ahora tenemos que pelear contra ellos por nuestra liberación, afirmó.
Muchos en Bagdad temen que las operaciones militares estadounidenses en Faluya provoquen un aumento de la violencia en todo el país.
El taxista Ibrahim Mikhail sostiene que si los soldados estadounidenses se abstuvieran de atacar Faluya habría menos atentados con bomba en el resto del territorio.
Si sus tanques se fueran de nuestras calles y sus soldados dejaran de inspeccionar nuestras casas, la gente dejaría de atacarlos, sobre todo los habitantes de Faluya, afirmó.
Ahora, cada vez más personas ven a los estadounidenses como terroristas, añadió.
Por su parte, el estudiante universitario Haydr Raid, de 22 años, sostuvo que el ataque en Faluya será un desastre.
¿Está bien matar a los civiles junto a los combatientes islámicos para rescatar a la ciudad? Los estadounidenses no dejarán salir a nadie y matarán a todos. ¿Esto es justo?, preguntó.