Cientos de miles de niños y niñas combaten en conflictos bélicos de todo el mundo, y en muchos casos son reclutados por los propios gobiernos, advirtieron este miércoles organizaciones humanitarias.
Los gobiernos están impidiendo un avance en la lucha contra el reclutamiento de menores, sostiene el informe anual de la Coalición para Acabar con la Utilización de Niños Soldados, integrada por varias organizaciones humanitarias y defensoras de los derechos humanos.
Los niños combaten en conflictos de toda clase, tanto en fuerzas insurgentes como gubernamentales, en los que resultan heridos, víctimas de abusos horribles y muertos.
Decenas de miles de niños están en filas de las fuerzas del gobierno de Birmania. En Sri Lanka más de 14.000 niños soldados luchan tanto con los rebeldes como con los paramilitares apoyados por el gobierno, dijo a IPS el coordinador de la Coalición, Casey Kelso.
Más de 100.000 niños soldados participan de conflictos en toda Africa, al menos 30.0000 de ellos en Sudán.
El activista explicó que era difícil obtener una cifra total mundial aproximada, pues los gobiernos intentan ocultar su responsabilidad en esta práctica.
Burundi, República Democrática del Congo, Colombia, Filipinas, Indonesia, Laos y Taiwán son otros países donde la situación es grave.
Hasta el año pasado, Estados Unidos también estaba en la lista negra de la Coalición, luego de que el gobierno de George W. Bush admitiera el despacho de soldados de 17 años a Afganistán e Iraq.
La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de la Infancia considera como niño o niña a una persona menor de 18 años.
Al menos 60 gobiernos, incluyendo los de Australia, Austria, Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña y Holanda, siguen reclutando a soldados de entre 16 y 17 años, denunció la Coalición.
El Grupo de los Ocho países más poderosos del mundo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE) adoptaron resoluciones contra el empleo de niños y niñas como soldados.
Hay muchas cosas buenas en papel, pero no se traducen en acciones, dijo Kelso.
Argelia, Benín, China y Rusia, cuatro miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, no han ratificado aún un tratado contra esta práctica contemplada en la Convención sobre los Derechos de la Infancia.
Otros países carecen de la voluntad política para imponer embargos de armas y sanciones políticas contra las naciones que reclutan niños, sostuvo Kelso. Tales acciones cuestan dinero, y los gobiernos occidentales no quieren prescindir de sus ventas.
La comunidad internacional es responsable al emitir declaraciones y resoluciones, y debe seguirlas o la gente comenzará a ver a través del papel, dijo el activista.
El informe analiza tendencias desde 2001 en 196 países. A pesar de algunas mejoras, la situación sigue siendo la misma o se ha deteriorado en muchos países, indica.
El fin de las guerras en Afganistán, Angola y Sierra Leona llevaron a la desmovilización de 40.000 niños, pero más de 25.000 fueron arrastrados a los conflictos sólo en Costa de Marfil y en Sudán, agrega.
Docenas de organizaciones armadas en al menos 21 conflictos han reclutado a decenas de miles de niños desde 2001, obligándolos a combatir, entrenándolos para usar explosivos y otras armas y sometiéndolos a violación, violencia y trabajo duro, según el informe.
Las oportunidades de avance —entre ellas aumentar el apoyo al tratado de la ONU, crear programas de desmovilización y llevar a la justicia a quienes reclutan niños— fueron socavados por gobiernos que rompen activamente sus compromisos o no muestran liderazgo político, señala.
El Consejo de Seguridad de la ONU debería imponer acciones inmediatas y decisivas para sacar a los niños del conflicto mediante la aplicación de sanciones y la derivación de los reclutadores a la Corte Penal Internacional para crímenes de guerra y genocidio con sede en La Haya, indica el estudio.
El comité permanente de la Coalición para Acabar con la Utilización de Niños Soldados está integrado por Amnistía Internacional, Defensa de los Niños Internacional, Human Rights Watch, la Federación Internacional Terre des Hommes, la Alianza Save the Children y otras organizaciones.