El secretario general de la ONU, Kofi Annan, se apresuró este miércoles a felicitar cálidamente al reelecto presidente estadounidense George W. Bush, la fórmula usual en estos casos.
Luego, el principal funcionario de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) dijo estar comprometido en continuar trabajando con el presidente Bush y con su gobierno en toda la gama de asuntos que afronta la comunidad internacional.
Annan, quien irritó a la Casa Blanca al calificar de ilegal la invasión a Iraq, no tiene más alternativa que felicitar al presidente estadounidense, quien se aseguró en las elecciones del martes cuatro años más al frente del gobierno.
Si la ONU va a sobrevivir como institución, debe aprender a vivir con Estados Unidos, dijo un diplomático asiático acreditado en el foro mundial, quien reclamó reserva sobre su identidad.
El segundo periodo de Annan al frente de la ONU concluirá en diciembre de 2006. Así, le esperan otros dos años de trabajo con el gobierno de Bush, cuya presidencia terminará en enero de 2009 y quien tendrá un rol decisivo en la elección del próximo secretario general, posiblemente asiático.
Un veterano funcionario de la ONU dijo que Annan no puede darse el lujo de asumir una posición de enfrentamiento con Estados Unidos, pues, de hacerlo, sólo estará ocasionando un irreparable daño a la institución.
O coopera con la Casa Blanca o perece, agregó este funcionario, quien también pidió reserva.
Igual posición manifestaron analistas estadounidenses, académicos y activistas que luchan por el fortalecimiento de las instituciones internacionales.
Al parecer, las políticas de Bush hacia la ONU persistirán. Lo considerará una herramienta significativa cuando le sea útil y, de lo contrario, como un ritual irrelevante, dijo a IPS Norman Solomon, director ejecutivo del Instituto para la Responsabilidad Pública con sede en Washington.
De ese modo, veremos cómo Washington continuará usando la retórica del multilateralismo, pero disponiendo acciones unilaterales siempre que lo considere conveniente, sostuvo Solomon.
Los diplomáticos en la ONU harían el papel del tonto si tomaran en serio el discurso de Bush. El foro mundial debería oponerse —no ayudar o apoyar tácitamente— las políticas estadounidenses tendientes a ampliar su dominio, según este experto.
El gobierno de Bush, que fue a la guerra en Iraq sin el aval de la ONU, también chocó con la institución en torno del despacho de un equipo de expertos internacionales para organizar las elecciones en ese país del Golfo, previstas para enero.
Annan ha dicho que no enviará de nuevo a los expertos hasta que mejore el ambiente de seguridad en Iraq.
Estados Unidos está desesperado por obtener de la ONU alguna semblanza de credibilidad internacional para estas inevitablemente sesgadas elecciones bajo ocupación, dijo la experta Phillis Bennis, del Instituto para los Estudios Políticos con sede en Washington.
Pero sus posibilidades de lograrlo son limitadas, agregó. Fue el gobierno estadounidense el que rechazó el despliegue de una fuerza multilateral fundamentalmente islámica para proteger a los funcionarios internacionales en Iraq, recordó Bennis, citando al diario Newsday.
El regreso de la ONU a Iraq bajo las presentes condiciones de seguridad implicaría una legitimación implícita de la ocupación estadounidense y, por lo tanto, una deslegitimación del propio foro mundial, sostuvo.
No hay razón para pensar que el gobierno de Bush, que ha ridiculizado a la ONU como institución, desarrolle un repentino respeto por ella, dijo a IPS Nasser Aruri, profesor de la Universidad de Massachusetts.
Para Aruri, el gobierno de Bush logró reducir los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU a apenas uno: Estados Unidos.
Para Annan, defender la reputación de la ONU y reafirmar las normas internacionales que socavó severamente la administración de Bush sería una prueba de fuego, sostuvo.
Bennis pronosticó que Washington mantendrá su agresiva política internacional y su total falta de consideración hacia la ONU.
El mundo verá un gobierno estadounidense fortalecido, que reivindicará su mandato popular, afianzará su compromiso con la guerra preventiva en Iraq, su apoyo a la ocupación israelí de Palestina y sus amenazas militares contra supuestos 'enemigos', indicó Bennis.
La experta atribuyó el triunfo de Bush al factor del miedo manipulado exitosamente por el gobierno.
La consecuencia será que los pueblos de todo el mundo verán a los estadounidenses como cómplices de las guerras de nuestro gobierno, y por lo tanto tendremos menos seguridad, afirmó Bennis. (
