Aún es posible cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos en 2000 por la comunidad internacional, y la Unión Europea (UE) debería dar alguna sorpresa en ese sentido, dijo la máxima responsable de la ONU en la materia, Eveline Herfkens.
La funcionaria, subordinada directa del secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), confía en que los países europeos presenten grandes avances cuando se realice el año próximo la primera evaluación del rumbo hacia las metas del milenio fijadas para 2015.
Los países de la UE se comprometieron a destinar al menos 0,33 por ciento de su producto interno bruto a la asistencia internacional al desarrollo para 2006, con el objetivo de alcanzar el 0,7 por ciento, dijo Herfkens a IPS.
Confío en que realicen pronto compromisos adicionales, por ejemplo una asignación de 0,5 por ciento en 2007 y, por qué no, de 0,7 por ciento ya para 2012, agregó. Tal medida, sostuvo, seguramente avergonzará a Estados Unidos, que se vería obligado a seguirles el paso a los europeos.
Cinco países europeos (Suecia, Noruega, Holanda, Dinamarca y Luxemburgo) ya cruzaron la raya del 0,7 por ciento, recomendada por la ONU. Otros cinco se comprometieron a alcanzarla en los próximos años (Irlanda en 2007, Bélgica en 2010, Francia y España en 2012 y Gran Bretaña para 2013).
Nunca hubo tantos países europeos preparados para aumentar sus presupuestos de desarrollo internacional, dijo Herfkens.
El presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, dijo en Bruselas que la conquista de las metas del milenio para el plazo establecido está fuera de alcance. Eso no tiene sentido, sostuvo Herfkens. Todo es posible, pero falta poco tiempo.
Los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio fueron fijados en la sesión especial de la Asamblea General del foro mundial en septiembre de 2000 en presencia de numerosos jefes de Estado y de gobierno.
Entre ellos figuran garantizar para 2015 la educación universal de niños y niñas, y reducir a la mitad, respecto de 1990, la población de pobres, de hambrientos y sin acceso a agua potable ni medios para costearla.
Otros objetivos establecidos en 2000 por los 189 países entonces integrantes de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) son promover la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el VIH/sida, la malaria y otras enfermedades y garantizar la sustentabilidad ambiental.
La tendencia descendente de los presupuestos de asistencia al desarrollo internacional del Norte rico en los años 90 se ha revertido desde 2002.
Herfkens, mirando el vaso medio lleno, dijo que ahora más países comienzan a reconocer la importancia que tienen las reglas del comercio internacional para el desarrollo.
El año pasado, el conjunto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que incluye entre sus 30 miembros todos los del mundo industrial, invirtió alrededor de 69.000 millones de dólares en asistencia al desarrollo internacional.
La corriente ha cambiado, pero el presupuesto internacional de ayuda aún es demasiado débil como para garantizar el cumplimiento de las metas del milenio para 2015, estimo Herfkens.
La última revisión realizada en 2015 por la ONU, en agosto, indica que la mayoría de los países no están en camino de cumplir con los objetivos establecidos.
Los países más pobres, 34 de los cuales se encuentran en Africa subsahariana, están muy rezagados, según el estudio. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, indicó que se requieren entre 40.000 y 70.000 millones de dólares adicionales por año para cumplir las metas.
Esas cifras implican que los fondos asignados en todo el mundo al desarrollo internacional deberían duplicarse.
Pero Herfkens se manifestó en contra de introducir impuestos a la transacciones financieras internacionales o al uso de combustibles fósiles, por ejemplo, como proponen algunas organizaciones ambientalistas o de desarrollo, destinados a recaudar dinero para el cumplimiento de las metas del milenio.
Eso podría ser contraproducente. La posibilidad de que los líderes políticos y las empresas encuentren una base común sobre modos novedosos de financiamiento al desarrollo antes de 2015 es muy limitada, explicó.
Además, los gobiernos podrían excusarse detrás de esas nuevas ideas para incumplir con su obligación moral de asignar más fondos al desarrollo, agregó. (
