AMBIENTE: Londres y Berlín buscan dinero en el aire limpio

La flamante alianza forjada por Alemania y Gran Bretaña para contener el recalentamiento del planeta procurará asociarse con empresas de todo el mundo con la intención de limpiar el aire de gases invernadero.

La alianza surge como puntapié inicial de una potencia conjunta británico-alemana que intentará concentrar buena parte del creciente mercado de ingeniería ambiental.

La sociedad, formada en la embajada de Gran Bretaña en Alemania, declaró la semana pasada que ”explotará las oportunidades” abiertas por plantas y sistemas energéticos cuyos responsables tratan de no dañar el ambiente.

Alemania y Gran Bretaña pronosticaron que en los próximos años se invertirán 16 billones de dólares en el sector energético.

”Los delegados acordaron que Alemania y Gran Bretaña deberían trabajar con el fin de aprovechar las actuales oportunidades para conducir una lucha efectiva en términos de costos contra el cambio climático”, indicó una declaración emitida en la conferencia.

Gran Bretaña y Alemania se congratulan de sumar 97 por ciento de la reducción de emisiones de gases invernadero de la Unión Europea (UE).

Estos gases —como el dióxido de carbono y el metano—, producto de la quema de combustibles sólidos como petróleo, gas y carbón, son, según la mayoría de los científicos, responsables del recalentamiento planetario.

La alianza británico-alemana consideró vital que las nuevas inversiones se dirijan ”a formas más eficientes de generación de energía, incluida la producción de carbón más limpio y el desarrollo de fuentes renovables como el viento, las ondas marinas y el sol”.

Alemania ha desarrollado en gran medida la energía solar y eólica. Por su parte, Gran Bretaña ha hecho grandes avances en el uso de ondas marinas. Ahora, ambos países trabajarán juntos en la exportación de ”tecnologías limpias”.

Mientras, Francia ha ignorado casi por completo estas formas de energía. Para ese país, energía de fuentes renovables significa energía nuclear, y exporta esa tecnología como ambientalmente amigable.

Alemania y Gran Bretaña tratarán de construir tecnología para centrales de energía relativamente pequeñas, y confían en que obtendrán un enorme mercado.

Grandes industrias, científicos y empresarios de los dos países han sido convocados a la alianza, lanzada formalmente por la reina Isabel II de Gran Bretaña en su visita de Estado a Berlín la semana pasada.

Su presencia en la conferencia fue simbólica: la casa real británica tiene un fuerte ascendiente alemán.

Los debates fueron moderados por el jefe ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente (Pnuma), Klaus Toepfer.

En la reunión se abordó el impacto social, económico y ambiental del cambio climático, con el fin de fijar objetivos con plazos para contener el fenómeno más allá de los compromisos asumidos en el Protocolo de Kyoto, la principal de las convenciones internacionales en la materia.

También estableció objetivos en materia de innovación técnica y social claves para reducir el recalentamiento planetario, y sobre atracción de inversiones en nuevas tecnologías.

”El año 2004 ha sido extraordinario. Tuvimos algunos de los peores desastres originados por el clima de los que se tenga registro, y también el avance de la ratificación rusa del Protocolo de Kyoto”, dijo el jefe de los científico de la oficina del primer ministro Tony Blair, Sir David King, al destacar la necesidad de forjar la alianza británico-alemana.

”Esta conferencia analiza estos asuntos y crea una nueva agenda para la acción climática que nos ayudará a diseñar un futuro más estable y seguro en el mundo en desarrollo y en el industrializado”, sostuvo King.

”Gran Bretaña y Alemania pueden trabajar juntos en la creación de modelos para que lo sigan otros”, dijo a IPS antes de la conferencia Alison Lucas, de The Climate Group, una organización ambientalista británica que tendrá en la conferencia su presentación en la sociedad alemana.

Estos dos países ”son percibidos como líderes mundiales en este asunto” porque tomaron medidas fuertes para contener el cambio climático a nivel nacional, sostuvo Lucas.

Según cifras oficiales, Alemania redujo 19 por ciento sus emisiones de gases invernadero y Gran Bretaña, 15 por ciento respecto de 1990. Ambos concentraron en el pasado 97 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono de la UE.

”Alemania y Gran Bretaña, ambos con centros financieros clave como la City de Londres y Frankfurt, podrían tener un papel importante al convocar a fondos de pensiones y de seguros europeos y mundiales”, según King.

Los dos países ya han planificado reducciones de sus emisiones más allá del Protocolo de Kyoto, firmado en esa ciudad japonesa en 1997.

El convenio obliga a los países industrializados a reducir sus emisiones de gases invernadero en al menos cinco por ciento respecto de 1990 para el primer periodo (2008-2012). Gran Bretaña se propone reducir sus emisiones 60 por ciento para 2050 y Alemania 40 por ciento para 2020.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe