AMBIENTE-AFRICA: Un parque, tres países

La supervivencia de muchos animales en África depende de iniciativas de cooperación multinacional como la que creó el Parque Transfronterizo Gran Limpopo, compartido por Sudáfrica, Mozambique y Zimbabwe, opinan conservacionistas.

Esa reserva está entre las mayores del mundo, con unos 35.000 kilómetros cuadrados, casi el tamaño de Israel.

El tratado que permitió crearlo se firmó en diciembre de 2002 en la ciudad de Xai-Xai, al sur de Mozambique, y unió a algunos de los mejores y más famosos parques nacionales de la región: el Kruger sudafricano, el Gonarezhou zimbabwense y el Limpopo mozambiqueño.

El Parque Transfronterizo ”representa un enfoque pragmático del manejo y la conservación de la vida silvestre regional”, dijo vía telefónica a Tierramérica Jason Bell-Leask, director regional para África Austral del Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat (IFAW, por sus siglas en inglés), con sede en el nororiental estado estadounidense de Massachussets.

”Lo apoyamos. Es viable. Pero también es un enorme desafío”, añadió.

Ese desafío incluye la capacitación de guardianes, la construcción de infraestructura y la aprobación de leyes contra la caza furtiva y para la protección ambiental.

Serán necesarias nuevas carreteras, hoteles y también viviendas para más de 20.000 aldeanos mozambiqueños que viven en territorio del nuevo parque transfronterizo.

El tratado de creación del Gran Limpopo establece que Sudáfrica retirará en forma gradual 120 kilómetros de valla electrificada que había instalado en su frontera con Mozambique, para que no impida el desplazamiento de animales. Zimbabwe permitirá el libre tránsito de personas antes que el de animales.

Yoarn Fredmann, de la Fundación para la Protección de Especies en Extinción, con sede en Johannesburgo, señaló que el Gran Limpopo aliviará en forma transitoria el problema del exceso de población de elefantes (Loxodonta africana) en el Parque Nacional Kruger, que cuenta con 11.000 de esos animales y es adecuado sólo para 7.000.

Las autoridades del Kruger han afrontado el problema mediante el sacrificio de animales, y los conservacionistas piensan que eso dejará de ser necesario en el Parque Transfronterizo.

Sin embargo, no será fácil que los elefantes se distribuyan en forma pareja por la gran superficie del parque. Fredmann apuntó que 40 de ellos que habían sido trasladados a territorio de Mozambique desde Sudáfrica volvieron a su lugar de origen, porque ”los animales, como los seres humanos, aman su hogar”.

Además, la creación de una reserva mayor ”no es una solución permanente, ya que el problema de la superpoblación puede volver”, alertó.

Los visitantes del parque Transfronterizo podrán desplazarse libremente entre los territorios de los tres países que lo crearon, y eso brindará un necesario estímulo a las economías mozambiqueña y zimbabwense, sostuvo Fredmann.

Según Bell-Leask, ”el potencial turístico de Mozambique y Zimbabwe es enorme”.

Por otra parte, la unificación de reservas trae consigo problemas en relación con la caza furtiva, ya que las estructuras mozambiqueñas y zimbabwenses para prevenirla son más débiles que la sudafricana.

”En Mozambique, no sólo afrontamos la caza furtiva de grandes animales, sino también la extendida venta de carne de animales salvajes, incluso junto a las carreteras”, destacó Bell-Leask.

Fredmann piensa que la caza comunitaria en pequeña escala y para supervivencia, ”que se ha realizado durante siglos”, no es un problema importante. Pero la venta de carne de animales salvajes tiende a transformarse en un negocio en gran escala en el continente africano.

Según la edición del 12 de este mes de la revista científica estadounidense Science, eso se debe a que la pesca excesiva con métodos de arrastre en costas africanas, realizada con subsidios de la Unión Europea (UE), priva de sustento a los habitantes de poblaciones costeras, que aumentan su consumo de carne de animales salvajes, desde elefantes a pequeños roedores, pasando por gorilas y antílopes.

Según Science, la UE mantiene la mayor flota pesquera frente a las costas de África Occidental, con capturas que se multiplicaron por 20 de 1950 a 2001, y subsidios que saltaron de seis millones de dólares en 1981 a más de 350 millones en 2001.

Los ambientalistas prevén que pasará tiempo antes de que el Parque Transfronterizo funcione sin problemas, ya que cuestiones relacionadas con las necesidades básicas de la población son prioritarias para los gobiernos africanos, comentó Bell-Leask.

De todos modos, Fredmann opinó que el acuerdo de creación del Gran Lampopo ”fue un enorme éxito, aunque su puesta en práctica vaya a ser difícil”.

Los tres países aún deben armonizar sus leyes, incluyendo las relacionadas con migraciones y bienestar animal, para que el parque sirva de modelo a otros 21 que ya se planifican en el continente africano.

* Publicado originalmente el 20 de noviembre por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.

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