SUDAN: Renace el inglés

El edificio de la Universidad de Jartum se ha deteriorado tanto a largo de los años como el idioma introducido por los colonialistas que lo construyeron.

Cuando esta universidad fue inaugurada en 1902 en medio de una gran pompa militar por el ex gobernador general de Sudán Horatio Herbet Kitchener, el inglés era el idioma oficial y utilizado en todos los centros de enseñanza.

El actual territorio de Sudán fue invadido y ocupado en 1889 por Gran Bretaña, que decidió intervenir ante el surgimiento de un movimiento nacionalista árabe que perjudicaba sus intereses en la región.

Pero al fin del régimen colonial británico en 1956, y con la expansión del árabe, la utilización del inglés comenzó a menguar. Para fines de los años 60, el árabe pasó a ser el principal idioma en los colegios, y en los 90 todas las universidades adoptaron esa lengua.

No hay cifras sobre el número de personas que hablan inglés en Sudán, pero es seguro que son cada vez menos.

En las calles de la capital sólo se puede oír una conversación en inglés entre ancianos, que lo aprendieron antes de la llamada ”arabización” del país.

Mientras la crisis en la occidental zona de Darfur promueve la imagen de un país aislado de la comunidad internacional, hay iniciativas para lograr un acercamiento entre Jartum y Occidente, y el inglés tiene un papel clave.

Desde 2002, delegados del gobierno y del rebelde Ejército para la Liberación del Pueblo de Sudán se han reunido cerca de Nairobi, la capital de Kenia, para llegar a un acuerdo que termine con 21 años de guerra civil.

Además de estipular cómo se compartirá el petróleo del país y cómo se conformará el próximo gobierno de unidad nacional, el plan también establece que el inglés pase a ser el segundo idioma oficial de Sudán, después del árabe.

Los problemas de Darfur, reino independiente anexado por Sudán en 1917, comenzaron en los años 70 como una disputa por las tierras de pastoreo entre nómadas árabes y agricultores indígenas negros. Ambas comunidades étnicas comparten la fe islámica.

Pero la tensión se transformó en una guerra civil en febrero de 2003, cuando guerrilleros negros respondieron con violencia al hostigamiento de las milicias Janjaweed. Más de 10.000 personas fueron asesinadas en Darfur desde entonces.

Los Janjaweed son acusados de llevar adelante una campaña de limpieza étnica contra tres tribus negras que respaldan a los dos grupos guerrilleros. Se presume que las milicias árabes tienen apoyo de Jartum, o que éste hace la vista gorda ante sus crímenes.

El lingüista Mohammed Elfatih Ahmed Braima celebró el renovado interés por el inglés.

”No estoy muy contento con la situación actual del inglés en este país. Es el idioma de la tecnología y del comercio, y no lo están aprendiendo suficientes personas”, sostuvo.

Con él coincidió el ingeniero Ahmed Defalla Mohammed, quien estudió en Londres.

”La política poscolonial puso al árabe primero y se aseguró de que todos dominaran su propio idioma, lo cual es algo bueno”, sostuvo.

No obstante, señaló que el inglés aún es importante, y que muchos textos universitarios están en ese idioma.

Sin embargo, algunas instituciones educativas de Sudán parecen no estar preparadas para afrontar el resurgimiento del inglés.

Existe una universidad en cada estado de Sudán, pero todas tienen muy poca capacidad para atender al creciente número de estudiantes.

La Universidad de Jartum cuenta con unos 20.000 alumnos. Ante esto, y las grandes carencias de recursos, muchos se preguntan cómo las instituciones educativas podrán atender a la carga añadida de cursos de inglés.

Otros sostienen que ese idioma se debería enseñar desde el colegio.

”No podemos enseñar inglés en cuatro años a personas que solían estudiar otras materias durante 12 años en el colegio”, afirmó el jefe del Departamento de Inglés de la Universidad de Jartum, Sadig Yahya.

El académico reveló que, de los 400 estudiantes que se anotan todos los años para estudiar inglés, sólo se gradúan 100.

”Tuvimos personas que ni siquiera pudieron copiar información básica de la hoja de preguntas a su hoja de examen”, señaló.

Muchos estudiantes universitarios sostienen que la ausencia del inglés en la vida diaria de Sudán impide que puedan manejar bien el idioma.

”Los británicos son negligentes en la promoción y preservación de su idioma en el mundo. Están más interesados en los negocios”, sostuvo un profesor de la Universidad de Jartum.

Pero el jefe de la oficina local del Consejo Británico, Elamien Saeed, discrepa con esa visión.

Saeed aseguró que su oficina asesora a unas 20 personas por día que manifiestan su interés en estudiar inglés, a pesar de que sólo cuentan con un profesor.

”Considerando los recursos que tenemos, estamos haciendo mucho”, señaló.

El Consejo trabaja para estrechar los vínculos culturales entre Gran Bretaña y otros países, así como para proveer oportunidades educativas a jóvenes británicos y del Sur en desarrollo.

En la Universidad de Jartum, la joven Safa Abu Bieda, de 19 años, es una de las pocas estudiantes que puede hablar inglés con fluidez.

No tiene más remedio que mirar películas y escuchar música de Estados Unidos para tener contacto con el idioma. Sueña con ser intérprete.

”Me di cuenta de que enseñar no es suficiente. El inglés es una materia más aquí, y el resto del mundo es árabe. Algunos estudiantes luchan para aprender ciertas materias, como la física y la medicina, en árabe, cuando la mayoría de los textos todavía están en inglés”, señaló Safa.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe