Nacieron hombres pero casi nunca hablan así de sí mismos. Son las travestis o las transexuales cubanas, que cada día defienden el derecho de ser ellas mismas cuando abandonan el refugio del hogar vestidas de mujer.
En la calle y fuera de los límites del barrio, donde se les suele conocer y querer, empieza el mundo real. Sin embargo, pocas aseguran haber sido víctima de violencia física extrema o de ataques directos en lugares públicos.
En Cuba ni siquiera se habla de asesinatos de gays, travestis y transgéneros, como se registran en otras partes del mundo.
Un ejemplo alarmante es Brasil, donde en 2001 se reportaron 132 asesinatos de personas homosexuales, de las cuales 41 eran travestis.
Así y todo, la vida está muy lejos de ser color de rosa para las minorías sexuales en esta isla del Caribe. No somos rechazadas, pero tampoco somos del agrado de la mayoríaàtu ahí y yo aquí. Las personas piensan que sólo somos homosexuales y no entienden por qué vestimos de mujer, comentó a IPS Chabeli, travesti de 26 años.
Con su pelo negro y largo, recogido en una trenza, y la frescura de casi una adolescente, asegura que nunca ha sentido rechazo de su familia. Y en la calle jamás me ha pasado algo desagradable, añade.
Aunque trabaja en espectáculos de travestis y en la prevención del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) entre sus pares, la joven ha sido conducida en más de una ocasión a una estación de policía cuando ha habido algún problema que arroje sospechas sobre su grupo social.
Una ley que penaba lo que se denominaba ostentación homosexual fue derogada en 1988. Pero aún los hombres que visten de mujer o las mujeres que visten de hombres pueden llegar a ser procesados por el delito de peligrosidad y enfrentar hasta cuatro años de cárcel.
Vivo en una zona donde hay muchos travestis y todo el mundo te conoce, empezando por la policía. Cuando hay un problema citan a todo el mundo junto, como si todas fuéramos iguales, prostitutas o delincuentes, contó Chabeli.
Una serie de hechos de este tipo, registrados a mediados de este año, condujo al gubernamental Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) a preparar un seminario para oficiales del Ministerio del Interior.
Talleres similares, con información sobre sexualidad y los lineamientos del programa nacional de educación sexual, se realizan en otros sectores sociales, como estudiantes universitarios, trabajadores sociales y reclusos.
El rechazo aún bastante generalizado en Cuba a cualquier forma de expresar la sexualidad que no sea la heterosexual se vincula al predominio de una fuerte cultura machista y homofóbica, según fuentes especializadas.
El Cenesex defiende el respeto a la diversidad sexual y como organización vinculada al sector de la salud y a la educación brinda atención especializada a personas homosexuales, transexuales y travestis.
Entre otras acciones, el centro tiene un curso para la formación de promotores de salud entre minorías sexuales y ha realizado las gestiones oficiales pertinentes para el cambio de identidad de alrededor de 20 personas transexuales. = 10090717 ORP004 NNNN ZCZC ORP005 QD SERVESP= LA PR HD ROMAIPS SOCIEDAD-CUBA: Muchachas diferentes(2-E)
Causamos malestar a la sociedad, muchas veces por ignorancia. La gente no tiene información y hay una falta de cultura de la diferencia, dijo Dany (nombre ficticio), transexual vinculado al programa del Cenesex.
Dany encontró la razón de vivir cuando empezó a asistir a las consultas del Cenesex. Sentirse mujer dejó de ser un conflicto, logró cambiar su identidad legal masculina y hoy colabora en la preparación de promotores de salud.
Tanto Dany como Chabeli y especialistas consultados por IPS piensan que la falta de información sobre estos temas en los medios de comunicación cubanos contribuye al rechazo a la diversidad sexual.
Cuando nos conocen es diferente. A mí me defienden y quieren mucho mis vecinos. Los que me conocen, me aceptan como soy, aseguró Danny.
Esta tendencia afloró también durante una investigación realizada entre 1998 y 2003 por las sicólogas Janet Mesa y Diley Hernández, que fue publicado este año por la revista cubana Temas e incluyó entrevistas a 19 personas.
¿Se rechaza a los travestis y transexuales por convicción o por ignorancia?, se preguntan las autoras tras constatar que todos los casos estudiados aseguran que donde han crecido, suelen ser aceptados e incluso queridos.
Aunque la aceptación social de la diversidad sexual pueda estar aún lejana en Cuba, se abren espacios al debate como el Foro de Masculinidad y Diversidad, promovido por el Cenesex con la participación de especialistas de varios sectores.
Kiriam, un travesti fascinado por el escenario, fue contratado este año por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficas (ICAIC) para actuar en la película Havana Blues, del director español Benito Zambrano.
Es muy bueno que se vea el papel de los travestis artistas, que es el mundo que yo represento. Que la gente sepa que podemos brindar algo, hacer arte, bailar, cantar, dijo Kiriam, la Nostálgica del nuevo filme de Zambrano.
Queremos que se nos valore desde nuestra identidad. No tener que vestirme con una gorra y un pulóver para salir a la calle, porque así es como quieren verme, sino andar vestida de lo que soy. Lo otro, soy yo disfrazada, añadió.