La Iglesia Católica será siempre jerárquica, mantendrá a las mujeres fuera del sacerdocio y jamás admitirá el matrimonio entre homosexuales, señalaron obispos de todo el mundo reunidos en México. Observadores advierten que esas posturas y otras emanadas del Vaticano alejan a los fieles y llevan esa religión hacia una crisis.
Cristo eligió que la Iglesia fuera jerárquica y no democrática y, aunque la sociedad camine hacia una igualdad de género (que las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres), la Iglesia continuará con sus preceptos, sentenció el obispo venezolano Luis Márquez.
Esa posición, junto a otras sobre el homosexualismo y las mejoras formas de sumar fieles al catolicismo, fueron tratadas por los obispos que asistieron al Congreso Eucarístico de la Iglesia Católica realizado del lunes 11 al domingo 17 en la occidental ciudad mexicana de Guadalajara.
A la cita, que se realiza cada cuatro años desde el siglo XIX, asistieron cientos de católicos para reflexionar sobre el significado de la eucaristía, ceremonia que recuerda la muerte y resurrección de Jesucristo, y para alentar a los fieles a seguir junto a la Iglesia Católica en momentos que miles se alejan de ella.
En la actualidad los católicos representan 17,9 por ciento de los 6.400 millones de humanos, un porcentaje menor en siete centésimas que en 1978, cuando inició su gestión el papa Juan Pablo II.
Pero en el área donde se registró un marcado retroceso en esto últimos 26 años de papado polaco fue en el de ordenamientos religiosos. Según el Anuario Pontificio que edita el Vaticano, en los últimos 26 años el número de sacerdotes cayó 3,7 por ciento y el de las monjas en 20,9
Para revertir parte de esa reducción, los prelados reunidos en México se comprometieron a modificar las estructuras de la catequesis (enseñanza de la religión) y la oración para que respondan a los anhelos y las necesidades de los jóvenes, explicó al concluir la cita el obispo español Adolfo Petit.
Además, alentarán a que la feligresía asista con regularidad a las misas dominicales y comulgue (participe de la eucaristía) , indicó Jozef Tomko, legado pontificio y presidente del Comité para los Congresos Eucarísticos Internacionales. Se calcula que menos de la tercera parte de los que se confiesan católicos en el mundo asisten regularmente a misa.
Según los prelados, lo que jamás hará la Iglesia para ganar fieles es reconocer el homosexualismo como algo normal, ni el matrimonio entre personas del mimo sexo. Tampoco aceptará el uso de anticonceptivos ni que las mujeres puedan llegar al sacerdocio.
Es inadmisible afirmar que todo lo que habita bajo el mismo techo es familia, incluidas las cucarachas, los gatos o los perros, como pretenden quienes defienden el matrimonio entre homosexuales, se quejó en la cita de México el obispo anfitrión Javier Lozano, presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud de El Vaticano.
Hasta a las cucarachas les dieron ya el rango de familia porque viven bajo el mismo techo. Si vive un gato, un perro, dos lesbianas y todo, es una familia, dijo el prelado al referirse a una legislación sobre el matrimonio, aprobada en España, que elimina toda referencia al género de los cónyuges.
Siempre defenderemos el matrimonio natural entre hombre y mujer, añadió.
Para Elio Masferrer, presidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones, gran parte de la pérdida de fieles en la Iglesia Católica se origina en su cerrazón para admitir realidades como el homosexualismo, el divorcio y el proceso de empoderamiento de las mujeres.
En entrevista con IPS, el experto señaló que esos postulados se originan en la nula democracia y en el autoritarismo que existe en la jerarquía eclesial.
Si la Iglesia no cambia, sus fieles seguirán abandonándola hasta entrar en crisis en un futuro no muy lejano, vaticinó Masferrer.
Según la Iglesia Católica, es el Papa la autoridad central y sus órdenes no pueden ser objetadas, pues éstas son inspiradas directamente por Dios. En la jerarquía le siguen los arzobispos, obispos y otros religiosos hasta terminar en los fieles.
Los feligreses son la última rueda del coche en los preceptos del Vaticano, aunque los obispos hablan de que ellos son su razón de ser. Lo cierto es que a los católicos lo único que les corresponde es seguir la línea de su máximo líder (el Papa) y no cuestionarla, dijo a IPS el pastor evangélico Miguel Ochoa.
Eso no es precisamente una comunidad religiosa, sino más bien una dictadura, opinó el religioso.
Al referirse a la posición de las mujeres en la Iglesia, el obispo alemán, Gerhard Ludwig Müller, reiteró que ellas no tienen derecho al sacerdocio.
El sacerdocio de una mujer en la Iglesia Católica no es posible, porque el sacerdote representa a Jesucristo como esposo de la Iglesia, que es su esposa, y por eso no tenemos que perder la dimensión simbólica de que el hombre simboliza a Jesucristo como esposo y el contenido del sacramento, declaró
Para su colega, el obispo mexicano Onésimo Cepeda, a las mujeres les corresponde trabajar un poco más en la entrega total, en el cuidado de sus hijos fundamentalmente, en la preparación catequética y evangélica.
Yo creo que cada quién tiene su lugar, su espacio, que es un espacio muy amplio en la Iglesia Católica donde caben todos, pero todos caben en su lugar y en su momento como debe de ser, añadió al justificar la imposibilidad de las mujeres para acceder al sacerdocio.
El Vaticano ha mantenido a las mujeres fuera de sus órganos de dirección. Aunque en últimas fechas ha registrado un ligero cambio.
Juan Pablo II nombró en marzo a la profesora estadounidense Mary Ann Glendon como directora de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, un organismo que asesora a la Iglesia en temas sociales. Nunca antes una mujer ocupó ese cargo.
En ese mismo mes, las religiosas Sara Butler, de la estadounidense Universidad Santa María del Lago, y Bárbara Hallensleben, de la suiza Universidad de Fribourg, fueron asignadas como integrantes de la Comisión Teológica Internacional que preside el cardenal Joseph Ratzinger.