El Congreso de Diputados de España dio este jueves media sanción a la Ley Integral de Violencia de Género, sin abstenciones ni votos en contra.
Algunos partidos minoritarios y la principal fuerza de oposición, el Partido Popular (PP), formularon críticas al texto y anunciaron ciertos cambios cuando éste sea discutido en el Senado, la segunda cámara en importancia dentro del parlamento, por lo que el proyecto volverá a Diputados para su aprobación final.
El PP votó afirmativamente el proyecto en general, aunque se abstuvo en parte de la votación artículo por artículo.
La ley, que según todas las previsiones entrará en vigor en enero de 2005, será también la primera en su tipo en toda Europa. La diputada de la independentista Izquierda Republicana de Cataluña, Rosa María Bonás, afirmó que el paso adelante español es observado con interés en el resto del continente.
El Estado español está siendo modelo y pionero, sostuvo.
El presidente del gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, presente durante toda la discusión del proyecto, expresó su confianza en que esta ley sirva para combatir el machismo criminal que todavía está presente en la sociedad española.
En lo que va del año, 82 mujeres murieron en España por violencia doméstica, 54 de ellas a manos de sus parejas o ex parejas.
El texto incluye medidas preventivas, de información, atención y protección a las mujeres víctimas de la violencia de género, así como derechos laborales.
Uno de los aspectos más polémicos en las semanas previas a la votación fue el contenido de discriminación positiva del texto, que prevé castigos específicos a la violencia de los hombres contra las mujeres y no a la violencia en general.
Las críticas más fuertes llegaron del Consejo General del Poder Judicial y del Consejo de Estado, compartidas por el opositor y centroderechista PP.
El gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) accedió a modificar levemente el proyecto, pero manteniendo penas más severas por agresiones de hombres contra sus parejas o ex parejas mujeres, así como en casos en que la víctima sea una persona vulnerable conviviente con el autor del castigo, como niños, ancianos o minusválidos.
Esto determina que acciones consideradas faltas en el Código Penal pasen a ser delitos cuando sean perpetradas por hombres y no cuando las cometan mujeres, excepto si éstas atacan a niños, ancianos o minusválidos, sin importar el sexo de los mismos.
La discriminación positiva impulsada por el PSOE, se basa en que la mayoría de las víctimas de malos tratos en el hogar son mujeres, señalan organizaciones feministas.
Los logros legales, dijo la directora del Instituto de la Mujer Rosa Peris, se deben a que las mujeres están pisando con fuerza, reivindicando su derecho a vivir sin violencia y a tener su propio proyecto personal.
La diputada socialista Maraví Monteserin afirmó que con esta ley se terminará con un sistema que ha legitimado la dominación y justificado las desigualdades en el ámbito privado.
En su opinión, lo más importante de la nueva ley es que implica un cambio en la concepción de las relaciones entre las mujeres y los hombres, que hasta ahora han sido de poder, y que en adelante pretendemos que sean libremente consentidas.
Fue significativo el apoyo dado al proyecto por el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que se enfrenta en otros asuntos casi a diario con el gobierno socialista. La diputada del PNV Margarita Uría opinó que la ley es oportuna y necesaria pues da respuesta a una de las violaciones más flagrantes de los derechos humanos.
Desde el ámbito masculino también se produjeron expresivas actitudes. El manifiesto Hombres a favor de la ley contra la violencia de género. No te pases, hombre, ni lo hagas en mi nombre fue firmado por más de un millar de personalidades del cine, la música, la literatura y el periodismo.
Algunos de los firmantes fueron el compositor y cantante Víctor Manuel, el activista por los derechos humanos Esteban Ibarra, y Forges, el caricaturista del diario El País, el de mayor tirada en España.
Mientras se votaba la ley, se conocieron dos noticias escalofriantes sobre criminalidad sexual.
La prensa española se hizo eco de noticias aparecidas en el diario británico Daily Mirror, según las cuales el criminal confeso Paul Durant, de 44 años, preso en la ciudad española de Alicante por el asesinato de Karen Durrell, de 41 años, admitía que tras darle muerte, trozó su cuerpo para comerlo y arrojó los restos a la basura.
Por otra parte, las autoridades detuvieron a Pedro Jiménez, un recluso de 35 años, acusado de haber matado el lunes a dos jóvenes mujeres que trabajaban como agentes policiales.
Cuando cometió el crimen, Jiménez gozaba de un permiso de salida de la prisión en la que cumplía condena por delitos sexuales, según organizaciones de derechos humanos.
El texto aprobado este jueves establece la coordinación de todos los sistemas estatales para aplicar la ley.
El propósito de la norma queda definido en su artículo primero: Actuar contra la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges, o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia.