Una iglesia de Estados Unidos que amenazó con dejar de invertir en empresas que apoyen la ocupación israelí de Palestina confirmó su plan pese a una airada protesta de Israel, grupos judíos y miembros del Congreso legislativo.
La Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos (PCUSA) anunció que el próximo paso de su plan será la elaboración de pautas que publicará en noviembre y utilizará para determinar qué empresas multinacionales respaldan esa ocupación con sus acciones.
Ya tenemos lo que consideramos un plan muy prudente y deliberado y continuaremos en ese camino, anunció el pastor William Somplatsky-Jarman, director del comité de Responsabilidad a Través de la Inversión, el órgano de justicia social de la iglesia.
PCUSA tiene una cartera de inversión de 8.000 millones de dólares que incluye a muchas empresas que trabajan con Israel, pero Somplastsky-Jarman no dio el nombre de las firmas que dejarían de recibir dinero de la iglesia.
Sin embargo, Clifton Kirkpatrick, el máximo representante de la Iglesia Presbiteriana estadounidense, declaró el martes que algunos delegados de la institución conversaron con ejecutivos de Caterpillar.
Caterpillar fabrica las máquinas topadoras que el ejército israelí utiliza en forma rutinaria para demoler viviendas palestinas, como castigo colectivo por ataques terroristas contra Israel.
Grupos pacifistas estadounidenses también organizaron una campaña contra Caterpillar tras la muerte en 2003 de la activista Rachel Corrie, que fue aplastada por una topadora de esa firma cuando protestaba contra la demolición de casas palestinas. Por ahora, la compañía sigue operando normalmente en Israel.
La decisión de PCUSA parece ganar apoyo de otras iglesias.
Varias iglesias se pusieron en contacto con nosotros para decirnos que estarían interesadas en apoyar este proceso, pero que todavía están considerando la decisión, dijo Somplatsky-Jarman a IPS.
Según el pastor, la desinversión sería el último recurso, si el diálogo con las empresas no arroja resultados.
Representantes de la Red Anglicana por la Paz y la Justicia anunciaron en septiembre su intención de recomendar a su iglesia, con unos 77 millones de miembros, que siga los pasos de la iglesia presbiteriana.
Iglesias estadounidenses utilizaron la estrategia de la desinversión con éxito en los años 70 y 80 para debilitar al régimen de segregación racial (apartheid) en Sudáfrica.
PCUSA, que representa a 2,5 millones de miembros, decidió en julio utilizar la misma estrategia contra firmas que colaboran con la represión israelí en territorios palestinos, en respuesta a pedidos de cristianos palestinos que también sufren las consecuencias de la ocupación, según explicó.
La medida enojó a políticos de derecha que apoyan al gobernante Partido Likud de Israel, y algunos llegaron a equipararla con un boicot de las empresas que negocian con Israel.
El diario The Jerusalem Post digo que las iglesias promotoras de la iniciativa están equivocadas y predijo que la presión económica no afectará a Israel. Además, señaló que las denominaciones cristianas tienen cada vez menos miembros.
La decisión de la iglesia también provocó una airada reacción de algunos grupos judíos y sionistas de Estados Unidos, entre ellos la Liga contra la Difamación y el Comité Judío Estadounidense.
Los grupos judíos se reunieron el martes con una delegación de la Iglesia Presbiteriana. En una teleconferencia de prensa posterior, líderes judíos expresaron preocupación porque otras denominaciones protestantes sigan los pasos de PCUSA. Los grupos realizaron contactos preventivos con la Iglesia Anglicana, en un esfuerzo por bloquear eventuales planes de desinversión.
La comunidad judía está consternada, manifestó el rabino Eric Yoffie, presidente de la Unión del Judaísmo Reformista.
Algunos legisladores también presionaron en una carta a la Iglesia Presbiteriana, calificando su iniciativa de irresponsable y contraproducente, pero el pastor Kirkpatrick, de PCUSA, replicó que el Congreso no ha actuado como árbitro de paz en Medio Oriente ni condenado la expansión ilegal de los asentamientos judíos en Cisjordania.