ESPAÑA: Flamenco y rebeldía premiados en Asturias

Los Premios Príncipe de Asturias entregados este viernes en la septentrional ciudad española de Oviedo fueron un espaldarazo a quienes propugnan cambios hacia la equidad, la libertad y la justicia.

El príncipe Felipe de Borbón, heredero de la corona española, y su esposa, Leticia Ortiz, presidieron la ceremonia en el histórico Teatro Campoamor.

El músico flamenco Paco de Lucía recibió el premio de las Artes, el periodista argelino-francés Jean Daniel, el de Comunicación y Humanidades, el economista estadounidense Paul Krugman, el de Ciencias Sociales, el escritor italiano Claudio Magris, el de las Letras, y el atleta marroquí Hicham El Guerrouj, el de Deportes.

El galardón de Investigación Científica y Técnica fue para los estudiosos Joan Massaqué, Robert Weinberg, Bert Vogelstein, Tony Hunter y Judah Folkman, por sus trabajos en cáncer.

El programa Erasmus de la Unión Europea (UE), que promueve el intercambio lingüístico y cultural de estudiantes y profesores universitarios del bloque, recibió el premio de Cooperación Internacional.

Felipe recordó ”que la humanidad necesita la utopía para no rendirse a las cosas tal como son”, al hablar en el acto de entrega de los Premios. ”El destino de cada hombre y el de la misma historia se asemeja al de Moisés, que no logró llegar a la tierra prometida, pero no por ello dejó de caminar sin descanso hacia ella”, añadió.

Paco de Lucía, cuyo verdadero nombre es Francisco Sánchez Gómez, comenzó a tocar la guitarra en público a los 12 años, sin haber estudiado ni tomado cursos de música, ”como no sea un curso escuchar y ver actuar a otros”, dijo a IPS.

Su padre, vendedor de frutas, verduras y telas y acompañante de ”cantaores” flamencos, le compró una guitarra ”como único recurso para subsistir”, añadió.

El flamenco y los gitanos (la etnia que se identifica con esta corriente de la música popular) siguen de algún modo marginados en España y en otros países.

El presidente de la Comunidad Autónoma del Principado de Asturias, Vicente Alvarez Areces, dijo a IPS que premiar a De Lucía es una manera de reconocer ”no solamente su alta calidad oral y musical, sino también contribuir a eliminar el resto de prejuicios racistas que puedan quedar en nuestra sociedad”.

Hablando de marginados, De Lucía sostuvo que se entristecía de ”ver a esas pobres personas que llegan con sus niños muertos de hambre…, buenoà, el que llega”.

Europa es grande, tiene mucho dinero y puestos de trabajo sin cubrir porque sus ciudadanos los rechazan. Ante esto, ”se debe dar lugar a los inmigrantes porque ”si no los dejamos, cuando se rebelen nos van a cortar el pescuezo a todos, porque son muchos y vienen con mucha hambre”, agregó.

Felipe subrayó ”el carácter revolucionario” de las interpretaciones de De Lucía, ”que expresa con una energía, velocidad y brillo, con una inspiración y un virtuosismo únicos, nacidos de unas extraordinarias condiciones naturales que a todos maravillan”.

A su juicio, De Lucía ”es el primer artista que ha hecho sonar en la guitarra flamenca —a partir de él más difícil, más temible y hermosa— la protesta, la memoria insomne y la rabia”.

Al explicar el galardón al economista Krugman, Felipe destacó el tratamiento a las desigualdades económicas en sus libros, ensayos y artículos.

”Inconformista y comprometido, Paul Krugman defiende la idea de una economía que luche sobre todo contra las injusticias sociales y las desigualdades, y la necesidad de que existan personas con conciencia activa a favor de los más necesitados”, dijo Felipe.

Krugman no eludió pronunciarse sobre temas candentes como la invasión estadounidense de Iraq, y condenó sin rodeos la política del presidente George W. Bush.

”Yo soy liberal, es decir creo en una sociedad que grava a los acomodados y utiliza los ingresos recaudados para ayudar a los pobres y necesitados”, definió.

El periodista Daniel, uno de los fundadores del periódico francés Le Nouvel Observateur, también defendió a los inmigrantes, afirmando que ”a fin de cuentas y en todas partes todos somos extranjeros”.

Daniel se pronunció contra del terrorismo y las guerras y se permitió algunos consejos: ”No adoptar los valores del enemigo que se quiere combatir. No imitar sus medios, so pretexto de que los fines son distintos, porque los medios son los que determinan los fines”.

Y, como una advertencia hacia Estados Unidos, subrayó que ”ninguna nación puede pretender encarnar por sí sola el bien, la virtud y lo universal. Dejémosle a Dios esa pretensión”.

El italiano Magris señaló que en la actualidad se está viviendo ”en el borde de un volcán y de todas partes llegan estruendos de guerra, de una guerra que, como la metástasis de un cáncer, golpea ahora a una parte del mundo e implica al mundo entero”.

La Fundación Príncipe de Asturias fue creada en 1980 para ”contribuir a la exaltación y promoción de cuantos valores científicos, culturales y humanísticos son patrimonio universal”, afirma su sitio en Internet.

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