ELECCIONES-EEUU: Economía no ayuda a Bush

La economía de Estados Unidos creció sólo 3,7 por ciento el último trimestre, por debajo de la expectativa de 4,2 por ciento, reconoció el gobierno cuatro días antes de las elecciones presidenciales, en que la cuestión económica será decisiva para los votantes.

El anuncio del Departamento de Comercio estimuló el debate previo a la jornada electoral del martes, cuando unos 100 millones de estadounidenses acudirán a las urnas para elegir a su presidente para los próximos cuatro años.

Mientras la administración de George W. Bush señaló que las cifras del producto interno bruto (PIB) prueban la recuperación de la economía, la campaña del candidato del opositor Partido Demócrata, John Kerry, presentó el anuncio como una prueba más de las fracasadas políticas económicas del gobierno.

”En los últimos tres meses, el desempeño económico fue decepcionante para las familias de clase media. Estos resultados han sido la norma de la economía bajo el gobierno de Bush”, declaró Gene Sperling, asesor económico de Kerry.

Según una encuesta publicada esta semana por el diario The Washington Post, la economía es la prioridad de 24 por ciento de los votantes. El terrorismo está en segundo lugar, con 20 por ciento.
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Kerry y Bush, que aspira a la reelección, aparecen muy parejos en las encuestas de intención de voto.

Con la pérdida de empleos en el sector manufacturero, un crecimiento anémico del empleo en el sector privado, tres meses seguidos de disminución del consumo y los precios récord del petróleo, la mayoría de las familias de clase media se ven perjudicadas económicamente bajo el gobierno de Bush, según la campaña opositora.

”Con el informe de hoy (viernes) sobre el PIB, es oficial que Bush ha sido el primer presidente desde los años 30 en presidir la reducción de las exportaciones reales y las inversiones comerciales”, agregó Sperling.

El economista Dean Baker, del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas, opinó que ”el modesto crecimiento trimestral del PIB no ayuda mucho al presidente Bush” en términos electorales.

”El crecimiento de 3,9 por ciento el año pasado fue bueno, pero inferior al 4,2 por ciento logrado por el presidente Bill Clinton en su segundo mandato” (1997-2001), señaló Baker.

La preocupación por el estado de la economía es central en esta elección, debido fundamentalmente a la lentitud de la creación de empleos.

Bajo el mandato de Bush, Estados Unidos acumuló un déficit económico histórico: más de 414.000 millones de dólares en 2004, pese a que Bush heredó de Clinton un superávit de 236.000 millones cuando fue elegido, en 2000.

Casi la mitad del déficit se debe a la guerra contra Iraq, que hasta ahora ha costado 200.000 millones de dólares.

Kerry también acusó a Bush de ser el primer presidente en 72 años en conducir una economía que pierde empleos: 1,6 millones en el sector privado.

Además, el candidato opositor sostiene que los recortes fiscales de Bush sólo han beneficiado al dos por ciento más rico de la población, y prometió ajustar los impuestos a favor de la clase media.

Por otra parte, Bush sostiene que sus recortes fiscales sólo son responsables de un cuarto del déficit y que han estimulado la economía, poniendo dinero en manos de consumidores.

”Nuestra economía crece con un estímulo adecuado; en este caso, alivio fiscal y una política monetaria sana”, declaró el viernes el secretario del Tesoro, John Snow.

Pero Kerry afirma que el actual sistema fiscal compensa a las empresas por transferir empleos estadounidenses al extranjero.

”Me aseguraré de que los trabajadores estadounidenses no subsidien la pérdida de sus propios empleos”, prometió el candidato demócrata, y se ganó el apoyo de la AFL-CIO, la mayor federación sindical del país.

Sin embargo, una mirada objetiva sugiere que, independientemente de quién gane la elección, la economía nacional no registrará ningún cambio radical a corto plazo.

Los republicanos controlan muchas de las instituciones que el próximo gobierno heredará, aunque sea demócrata.

Además de la Casa Blanca, el Partido Republicano controla actualmente el Senado y la Cámara de Representantes. La mayoría de los gobernadores y legisladores estaduales son republicanos, mentras que cinco de los siete gobernadores de la Reserva Federal y siete de los nueve jueces de la Corte Suprema fueron designados por presidentes republicanos.

”Esto significa que, en caso de ser elegido, John Kerry debería negociar acuerdos para tomar cualquier medida, y esto reduce la probabilidad de cambios políticos radicales”, observó David Kelly, asesor económico de Putnam Investments.

Si John Kerry es elegido presidente, deberá adoptar una política fiscal conservadora similar a la del ex presidente Bill Clinton, opinó Kelly.

”La economía estadounidense no es conducida desde Washington; se conduce a sí misma”, concluyó.

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