POBLACION: El Sur paga la factura de salud reproductiva

Los países pobres deben pagar el grueso de la factura de sus servicios de salud sexual y reproductiva, dada la omisión del Norte industrializado en sus compromisos de financiamiento, advirtió este miércoles la ONU.

El informe Estado de la Población Mundial 2004, publicado este miércoles por el Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA), indica que los países pobres asignan 40 por ciento del dinero dirigido a programas de salud sexual y reproductiva.

La falta de donaciones socava el esfuerzo del Sur en desarrollo por brindar servicios de planificación familiar, reducir las muertes maternas, prevenir el sida y cubrir las necesidades de jóvenes y pobres, según el informe, titulado ”El Consenso de El Cairo, 10 años después: Población, salud reproductiva y acciones mundiales para eliminar la pobreza”.

Al marcar la mitad del camino entre la Conferencia Internacional sobre Salud y Desarrollo celebrada en El Cairo en 1994 y las metas establecidas entonces por 179 países para 2015, el informe examina los avances y obstáculos de las naciones en pos de esos objetivos.

Los donantes acordaron en El Cairo aportar 6.100 millones de dólares por año a programas de población y de salud reproductiva para 2005, un tercio de las necesidades totales.

En 2002, los donantes aportaron apenas 3.100 millones, según UNFPA, principal fuente multilateral de asistencia a programas de salud sexual y reproductiva.

De acuerdo con los compromisos de El Cairo, el presupuesto mundial anual de esos programas debería ascender a 18.500 millones de dólares para 2005. Pero hasta ahora se alcanzaron 15.000 millones anuales.

Y de ese total, 12.000 millones procedieron de los propios países en desarrollo, mientras los donantes aportan apenas 40 por ciento de lo que prometieron hace 10 años.

La respuesta de la comunidad internacional ha sido ”inadecuada”, según UNFPA, para el cual la agenda de El Cairo está hoy más vigente que antes. ”Diez años después de la conferencia, el mundo necesita más que nunca aquella visión de desarrollo centrado en el ser humano”, indica el informe.

”Los desafíos de hoy —incluidas las preocupaciones sobre seguridad, la propagación del VIH/sida y la persistente pobreza que convive con una prosperidad sin precedentes— hacen imperativo implementar la agenda de El Cairo, para que se cumpla el sueño de un futuro mejor para todos”, agrega.

Al presentar el informe este miércoles en Londres, la directora ejecutiva de UNFPA, Thoraya Ahmed Obaid, dijo que la falta de fondos podría ser devastadora para el mundo en desarrollo.

”La falta de atención en salud reproductiva continuará siendo la principal causa de muerte y discapacidad para mujeres del mundo en desarrollo, y la pandemia del sida continuará propagándose”, dijo Obaid.

A menos que se alcancen las metas sobre asistencia internacional fijadas en El Cairo, ”la cantidad de personas que necesitarán planificación familiar, cuidados de salud materna y prevención, análisis y tratamiento de VIH/sida continuará creciendo”, agregó.

UNFPA indicó que la urgencia en ese sentido tiene derivaciones para el Sur, y que la atención de esos requerimientos ayuda a alcanzar las metas de desarrollo del milenio establecidas en 2000 por la Asamblea General de la ONU en presencia de muchos jefes de Estado y de gobierno.

La concreción de esas metas —entre ellas reducir a la mitad para 2015 la cantidad de pobres y hambrientos del mundo respecto de 1990 y la mortalidad materna y contener la epidemia de VIH— ”depende de la implementación plena del plan de El Cairo”, según el informe.

Los compromisos para suministrar asistencia al desarrollo deben pasar de las declaraciones de buenas intenciones a las inversiones y alianzas activas, advirtió Obaid.

”El informe de este año es, sobre todo, un llamado a movilizar la voluntad política y los recursos necesarios para hacer realidad la visión trazada en El Cairo de un mundo mejor”, sostuvo.

Aunque muchos países realizaron ”significativos esfuerzos” para integrar los servicios de salud reproductiva en los sistemas de salud básica y adoptaron estrategias nacionales sobre el sida, el informe consideró que esos esfuerzos han sido ”dispares”.

La brecha entre ricos y pobres en cuanto a disponibilidad y calidad de servicios de salud persiste en todo el mundo.

Diez años después de El Cairo, más de 350 millones de parejas carecen de acceso a soluciones de planificación familiar y de complicaciones de embarazo por enfermedades crónicas, y cada año mueren 529.00 mujeres por causas prevenibles.

Las mujeres también sufren sida de manera desproporcionada en algunos de los países más pobres del mundo, en Africa subsahariana.

”En solo dos decenios, la pandemia del sida se ha cobrado 20 millones de vidas y 38 millones de personas resultaron infectadas. Esa cifra podría crecer mucho si los países no implementan estrategias contra el VIH”, indica el informe.

En los últimos 10 años se redujo la porción del aporte de los donantes dirigidos a métodos anticonceptivos y condones, a pesar de que, según el cálculo de UNFPA, la demanda habrá aumentado 40 por ciento para 2015.

”En Africa subsahariana, el promedio de condones por hombre es de tres al año. Este número habla por sí solo”, indicó Obaid.

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