La acción psicológica de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sobre el mercado petrolero no contuvo olas de miedo por las tormentas tropicales que llegan al golfo de México, y los precios cerraron al alza esta semana, porque el flujo mundial de crudo es suficiente pero bajan los inventarios estadounidenses.
El West Texas Intermediate (WTI), crudo de referencia en Estados Unidos, ganó este viernes 77 centavos de dólar por barril de 159 litros y se cotizó a 44,60 dólares en Nueva York, en tanto el barril de Brent, marcador europeo, se vendió en Londres a 41,59 dólares, 84 centavos más que el jueves.
Los promedios semanales fueron 44,08 dólares para el barril de WTI, 41,31 dólares para el de Brent y 39,06 dólares para la cesta de siete crudos de la OPEP, todos valores 60 centavos por encima de las cotizaciones de la semana precedente, informó el Ministerio de Energía de Venezuela.
Las causas del alza fueron la preocupación generada por el paso del huracán Iván por el Caribe y la costa del Golfo de México, afectándose puertos, plataformas y refinerías, así como por la renovada violencia en Iraq y el fuerte descenso en los inventarios de crudo en Estados Unidos, señaló.
En Viena, la conferencia ministerial de la OPEP decidió el miércoles elevar de 26 a 27 millones de barriles por día, a partir de noviembre, la producción que se reparten mediante un sistema de cuotas 10 de sus 11 socios (se exceptúa a Iraq, que produce unos dos millones de barriles por jornada).
Pero en realidad esa decisión no agrega más crudo al mercado, porque los 10 socios ya producen unos dos millones de barriles diarios por encima de lo acordado. Por ejemplo, Arabia Saudita, el mayor productor, cuya cuota pasará de 8,45 a 8,77 millones de barriles por día, extrae desde agosto unos 9,6 millones de barriles diarios.
La OPEP está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela. La producción del grupo está muy cerca de sus topes de extracción, y buena parte de la capacidad todavía ociosa de los Estados miembros corresponde a crudos pesados, en tanto el mercado ansía los livianos.
Para efectos reales no hay ningún aumento de producción. Ese millón de barriles ya estaba en el mercado, lo que se hace es reconocerlo, y la OPEP se compromete a incluirlo en el sistema de cuotas, lo que le da permanencia en el tiempo hasta que se decida lo contrario, explicó el ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez.
La decisión de la OPEP es psicológica, o cosmética, casi un juego de palabras. Los precios se mantendrán firmes. El mercado, que devora 82 millones de barriles cada día, no responderá a un simple cambio de cuotas, observó el analista Raad Alkadiri, de la firma estadounidense PFC Energy.
El ministro kuwaití de petróleo, jeque Ahmed al-Sabah, quien ocupará la presidencia rotativa de la OPEP desde enero, dijo que la decisión del grupo envía una buena señal, de que se trabaja duro por la estabilidad del mercado, pero su par libio Fathi ben Shatwan admitió que el impacto será más psicológico que material, y el argelino Chakib Jelil agregó que los precios bajarán, eventualmente, pero no rápido.
La señal que queremos enviar es que los precios deben bajar porque consideramos que son demasiado elevados, dijo el presidente en funciones, Purnomo Yusgiantoro, ministro de petróleo de Indonesia, y el saudita Alí al-Naimi destacó que la OPEP está haciendo su parte, pero hay otros jugadores en el mercado.
Yusgiantoro llamó a los productores que no integran la OPEP a cooperar con las medidas de estabilización del mercado, con el argumento de que eso es una responsabilidad de todos. A la cita en Viena acudieron como observadores Angola, Egipto, México, Rusia, Siria y Sudán.
Esos esfuerzos contrastaron con la sostenida especulación del mercado en relación con la inestabilidad de Iraq y con el fuerte descenso de los inventarios comerciales de crudo en Estados Unidos, que cayeron más de siete millones de barriles en una semana y se situaron en 278,6 millones de unidades, según cifras oficiales.
Eso significa 20 millones de barriles menos que el stock disponible en Estados Unidos hace dos meses, y 8,6 millones por encima de los 270 millones de unidades que los expertos consideran el umbral crítico.
En las últimas semanas se agregó un nuevo factor de preocupación en los mercados debido a los efectos de los huracanes Frances e Iván, que afectaron zonas con instalaciones de producción, embarque y refinación en el golfo de México, y la amenaza de una nueva tormenta, Jeanne.
Por ejemplo, la principal instalación marítima de trasiego de petróleo del estadode Luisiana, al sudeste de Estados Unidos, permaneció inactiva durante la semana, y en el área del Golfo cerraron instalaciones de refinación que destilan 13 por ciento de la gasolina estadounidense.
Yusgiantoro dijo en Viena que las razones geopolíticas agregan de 10 a 15 dólares al precio del barril, y la OPEP no oculta que busca un precio en la franja de los 30 dólares.
Ramírez dijo que la conferencia acordó preparar estudios, para cuando los ministros se reúnan nuevamente el 10 de diciembre, a fin de elevar la banda de referencia para la cesta de OPEP, usada desde 2000 como base de las decisiones en materia de producción y que oficialmente aún se sostiene entre 22 y 28 dólares.