Sólo una alianza de civilizaciones, religiones y culturas logrará la paz en el mundo, sostienen personalidades de diversas posiciones y nacionalidades que coinciden en apoyar la propuesta presentada en tal sentido en la ONU por el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
Con ese objetivo, Zapatero propuso la creación, bajo el mandato de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), de una alianza de civilizaciones entre el mundo occidental y el mundo árabe y musulmán, que permitiría ahondar en la relación política, económica, cultural y educativa.
Al mismo tiempo que el socialista Zapatero hizo su propuesta en la 59 Asamblea General de la ONU, iniciada el martes en su sede de Nueva York, su antecesor, el derechista José María Aznar, pronunció en Washington una conferencia con rumbo totalmente opuesto y en la que afirmó de la existencia en el planeta de una guerra total.
Esas opiniones contrapuestas abrieron de inmediato una fuerte polémica en España, en el marco del ya persistente debate sobre la participación del país en la guerra en Iraq, una decisión que, según analistas, le costó el cargo a Aznar en las elecciones generales de marzo.
En ese contexto, la propuesta de Zapatero ante la asamblea de la ONU fue vista favorablemente por el presidente del Instituto Internacional de Estudios Sefardíes, Isaac Siboni, el embajador palestino en España, Nabil Maarouf, y el director del Centro Islámico de Madrid, Mohamed Afifi, quienes manifestaron a IPS su apoyo a la propuesta.
Afifi señaló que no hay tal guerra (la señalada por Aznar) sino un desconocimiento mutuo entre algunas religiones y culturas, que se debe superar impulsando algo más que el diálogo, como una alianza por la paz y los derechos humanos.
A la pregunta de IPS de sí cree que eso es posible en el mundo actual, el experto replicó que no solamente lo es sino que es el único camino para salvar a la sociedad humana, que es una sola.
Siboni, firme partidario del encuentro de las tres religiones mayoritarias en la región Euromediterránea (cristiana, judía y musulmana), interpretó como muy positiva la posición de Zapatero, al propiciar un diálogo necesario.
De igual manera se pronunció el embajador palestino, porque cree que debe haber un entendimiento entre las dos culturas, la occidental y la musulmana, pues eso dejará abierta la puerta para terminar con los conflictos y el odio.
Si no se restaura el diálogo, incluyendo el palestino-israelí, no habrá solución para los conflictos. Y todo ello debe hacerse respetando la legislación internacional y los derechos humanos, sostuvo Maarouf.
No obstante, Francisca Sauquillo, diputada socialista en el Parlamento Europeo y presidenta del Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL), apuntó que la violencia y las guerras no están engendradas por un conflicto entre civilizaciones o religiones.
En su opinión, las guerras y el terrorismo tienen su origen en la pobreza, la injusticia y la falta de libertades, incluso en los países gobernados por islamitas.
En ese plano, agregó en declaraciones a IPS, que los grupos de poder que controlan el Gobierno de los Estados Unidos, plantean la lucha contra lo que consideran otra civilización para apoderarse de las riquezas de países que no dominan.
En su intervención en la asamblea de la ONU, el martes, Zapatero se comprometió también a seguir luchando contra el terrorismo, porque no tiene ninguna justificación.
No la tiene, insistió, pero como sucede con la peste, se puede y se deben conocer sus raíces, se puede y se debe pensar racionalmente cómo se produce, cómo crece, para combatirlo racionalmente.
El terrorismo se malogra cuando cae en la roca de la justicia, del bienestar, de la libertad, de la esperanza, pero puede arraigar cuando lo hace en la tierra de la injusticia, de la pobreza, de la humillación, de la desesperación, añadió.
Por esa razón, puso fin a su reflexión subrayando con énfasis en que cuanta más gente viva en condiciones dignas en el mundo, más seguros estaremos todos, lo cual fue altamente apreciado por un centenar de países, entre ellos los europeos Francia y Alemania.
Pero no piensa de igual manera Aznar, hoy presidente honorario de la principal fuerza opositora, el Partido Popular (PP), además amigo del presidente estadounidense George W. Bush, a quien apoyó sin reservas como gobernante de España la decisión de invadir Iraq en marzo 2001.
El ex mandatario, quien coincidió con Zapatero en Estados Unidos, afirmó en su primera conferencia magistral en la Universidad de Georgetown, que el líder de la red Al Qaeda Osama bin Laden nos ha declarado la guerra porque somos países democráticos, prósperos, libres y esencialmente seculares.
En ese contexto, subrayó que la guerra que existe es total, que no funciona una política de contención, como la aplicada contra la (hoy disuelta) Unión Soviética, ya que entonces luchamos contra una ideología.
Por ello, cree que la única manera de combatir las causas del terrorismo es fomentar los valores occidentales y la democracia en el mundo árabe.
Aznar entiende que eso se conseguirá ganando los corazones y las mentes de los musulmanes y apoyando la iniciativa de Bush de crear un área de libre comercio, denominada el Gran Oriente Medio, pues sólo la liberalización económica y el libre comercio aportarán soluciones a largo plazo a la crisis.
Para ello, deberíamos transformarnos de una comunidad de valores a una comunidad de acciones, apelando a la solidaridad entre la Unión Europea, de la cual España es miembro pleno, y Estados Unidos.
El analista Baltasar Porcel, del diario barcelonés La Vanguardia, rechazó este miércoles la teoría del ex presidente español de que el llamado mundo occidental esté siendo agredido, o lo haya sido en otras épocas, y señaló con énfasis que desde el siglo XVI ha sido Occidente quien ha batido el mundo.
Porcel recordó que fue el mundo grecorromano el que atacó a toda su vecindad y es Occidente el que invadió el planeta, fuera con los navegantes españoles y portugueses de los siglos XV y XVI, con los misioneros a Africa y al Extremo Oriente, a los indios americanos o a los aborígenes australianos, con generales y obispos a América o a la India, a todos con Mercaderes.
El columnista concluyó señalando que desde el siglo XVI Occidente ha batido el mundo con su técnica, ejércitos, ideología y recordó las palabras del escritor británico Arnold Toynbee, quien expresó que no es Occidente el que ha sufrido los asaltos del mundo, sino que es el mundo el que ha sufrido los asaltos de Occidente.
Por su parte, el coordinador general de Izquierda Unida (IU- coalición basada en fuerzas de izquierda y del Partido Comunista), Gaspar Llamazares, también valoró positivamente la intervención de Zapatero y consideró sus palabras un soplo de aire fresco, aunque pueda ser tachado de utópico.
En una comparecencia ante la prensa en el Congreso de Diputados, Llamazares señaló que las palabras del presidente del gobierno español fueron necesarias y sugerentes, frente a las tesis tórridas e inaceptables de Bush.
Aznar, en tanto, también recibió una de cal y otra de arena. Fue defendido por el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, y criticado por el coronel retirado Alberto Piris, fundador de la Asociación de Militares por la Democracia, reprimida durante la dictadura de Francisco Franco (1936-1975), y actual asesor del Centro Internacional por la Paz (CIP).
Zaplana elogió la conferencia de Aznar y señaló que éste tiene el respeto y la consideración de todo el mundo, mientras que la intervención de Zapatero estuvo llena de frases vacías, que devalúan la imagen de España en el exterior
Piris dijo a IPS que hay que desactivar los conflictos en vez de reactivarlos como propician Bush y Aznar.
Además de revisar sus posiciones, Aznar debería cuidar sus expresiones, añadió Piris, en referencia al uso por parte del ex presidente de la palabra moros para referirse a los árabes. Ese mote, a menos que se use entre amigos, es peyorativo y despreciativo indicó y Aznar lo utilizó en su discurso en Washington.