El ex secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, consideró en su momento que las guerras civiles habían perdido todo rastro de civilidad.
Mientras el público mundial presencia la muerte de miles de civiles en Iraq, Afganistán y Sudán, el sucesor de Boutros-Ghali, Kofi Annan, se mostró igualmente horrorizado ante el devastador efecto de guerras internas, limpiezas étnicas y atentados terroristas.
Es reafirmando vigorosamente el derecho internacional que podremos, y debemos, cumplir con nuestra responsabilidad de proteger a los civiles inocentes del genocidio, los crímenes contra la humanidad y los de guerra, dijo Annan.
Como advertí a esta Asamblea hace cinco años, la historia nos juzgará con gran rigor si no cumplimos con esta tarea, o si pensamos que estamos excusados de cumplirla, por invocaciones a la soberanía nacional, declaró este martes en la Asamblea General de la ONU.
Annan, quien inauguró la sesión anual de la Asamblea en presencia de más de 80 jefes de Estado y de gobierno, dijo que el estado de derecho debería ser el punto prioritario en la agenda de la Asamblea General.
El jefe de la ONU exhortó a su audiencia a firmar y ratificar una serie de tratados y convenciones elaborados por el foro mundial para proteger a la población civil afectada por conflictos armados.
Hasta este martes, más de 25 países habían ratificado o anunciado su intención de ratificar esos tratados a través de sus jefes de Estado y de gobierno presentes en Nueva York.
Entre las 27 convenciones y protocolos directa o indirectamente relacionados con los civiles afectados por conflictos figuran la convención para la prevención y el castigo del genocidio, la convención contra la tortura y el Estatuto de Roma que crea la Corte Penal Internacional.
También se incluyen la convención sobre la seguridad de los empleados de la ONU, el protocolo opcional de la Convención de los Derechos de la Infancia y el protocolo contra la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego.
El director de la Sección de Tratados de la ONU, Palitha Kohona, dijo a IPS que la firma y ratificación de instrumentos es apenas el primer paso.
El objetivo real es alcanzar la implementación de las obligaciones asumidas cuando un país se convierte en signatario del tratado. Eso requiere la cooperación de gobiernos, la sociedad civil y los medios de comunicación, agregó Kohona.
El cumplimiento del derecho internacional fue tomado como un hecho consumado durante mucho tiempo. El mundo se enteraba de que existía cuando una norma se violaba y se tomaban acciones cuando la violación era inaceptable, agregó el funcionario.
Mark Bowden, de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), dijo que los civiles nunca estuvieron bajo mayor amenaza. En República Democrática del Congo, Sudán y Burundi, la violencia sexual como arma de guerra está en aumento, explicó.
Millones de personas fueron desplazados por el conflicto en la región de los Grandes Lagos africanos, mientras trabajadores humanitarios son objetivo de los bandos en pugna con la finalidad de interrumpir la asistencia.
Las Convenciones de Ginebra, fuente fundamental del derecho internacional humanitario, fueron a comienzos del siglo XX el primer paso para regular las reglas de la guerra.
Muchos gobiernos se interesaron en la protección de los civiles, pero hubo poco conocimiento en cuanto a quiénes eran los responsables, según Kohona.
Ante la Asamblea General, Annan mencionó varios ejemplos de violaciones flagrantes a los tratados y convenciones de la ONU.
En Darfur, vimos poblaciones enteras desplazadas y sus viviendas destruidas, mientras la violación es aplicada como estrategia deliberada. En el norte de Uganda, vemos niños mutilados y obligados a participar en actos de inefable crueldad. En Beslan, vemos niños tomados como rehenes y brutalmente masacrados, indicó.
Annan también mencionó los civiles, incluidos niños, asesinados en Israel y en los territorios palestinos de Cisjordania y Gaza.
Y en todo el mundo vemos gente preparándose para otros actos, alentados por la propaganda de odio dirigida contra judíos, contra musulmanes, contra cualquiera que pueda ser identificado como diferente del agresor, sostuvo.
Algunas de las críticas más duras de Annan se dirigieron contra los asesinos de civiles y trabajadores humanitarios en la guerra en Iraq, donde 22 empleados de la ONU fueron muertos en atentados, incluido el subsecretario general del foro mundial Sergio Vieira de Mello.
En Iraq hemos visto la masacre de civiles a sangre fría, mientras trabajadores de asistencia, periodistas y otros no combatientes son tomados como rehenes y muertos de la manera más bárbara. Al mismo tiempo, hemos visto prisioneros iraquíes abusados, consideró.
Annan, que consideró ilegal la invasión de Iraq, también criticó la creciente cantidad de muertes causadas por los bombardeos estadounidenses entre la población civil.
La organización Iraq Body Count informó que entre 12.800 y 14.640 civiles han muerto en Iraq a causa del conflicto desde la invasión lanzada en marzo de 2001.
Estados Unidos se ha negado a hacer cálculos de las bajas civiles en Afganistán e Iraq. Nosotros no contamos cadáveres, dijo un oficial militar. (