IRAQ: Votar entre balas y bombas

Dirigentes políticos y funcionarios del gobierno de Iraq están con los nervios de punta ante la proximidad de las elecciones parciales previstas para enero.

El gobierno interino designado por Estados Unidos, encabezado por el primer ministro Iyad Allawi, aseguró que los comicios se celebrarán de acuerdo con lo planificado, aun cuando los ciudadanos en áreas bajo control insurgente no podrán votar.

Pero los votantes en esa condición son cada día más. El presidente del Comando Central estadounidense, general John Abizaid, dijo a comienzos de este mes que en estos momentos hay más territorio controladas por milicias armadas que el año pasado.

Entre estas áreas figuran varias del norte cerca de la ciudad kurda de Mosul a ciudades como Faluya y Ramada, Ciudad Sadr en Bagdad y varias zonas chiitas del sur.

La reacción a las propuestas de celebrar elecciones pero no en todo el territorio iraquí han sido disímiles.

Algunas organizaciones de derechos humanos nacionales y extranjeras se han manifestado insatisfechas con la decisión, pero la comprenden pues el gobierno no ha proclamado que los comicios serán justos.

”Si van a celebrarse elecciones, nuestra preocupación es que sean libres y justas”, dijo a IPS el director de la división de Medio Oriente y Africa Septentrional de la organización de derechos humanos Human Rights Watch, Joe Stork.

”Las interrogantes sobre la justicia global surgirán legítimamente si lo que hay son elecciones en que poblados, ciudades y comunidades enteras carecerán de participación efectiva”, sostuvo.

Stork mencionó como posibilidad la postergación —no la cancelación— de los comicios en áreas conflictivas como Ramadi y Faluya.

Hussain Sinjari, del Instituto para la Democracia de Iraq en Bagdad, dijo a IPS que el gobierno está organizando la convocatoria a las urnas de la mejor manera posible.

”No vivimos en un lugar ideal, donde las circunstancias son 100 por ciento adecuadas para realizar elecciones. Creo que debemos celebrarlas de acuerdo con las realidades en el terreno. Si hay una gobernación o un poblado como Faluya donde haya violencia, podemos excluir esos lugares”, explicó.

La controversia va aun más allá.

El líder del chiita Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq, Abdel Aziz Hakim, dijo que todo el mecanismo está sesgado porque la denominada Comisión Electoral Independiente tiene demasiado poder, para colmo asignado por una autoridad ilegal.

”¿Hay algo parecido a esto en algún lugar del mundo?”, dijo Hakim en un acto reciente en Bagdad. ”¿Son designados por la potencia ocupante, reciben ese poder y tenemos elecciones y democracia?”

El ex administrador de la disuelta Autoridad Provisional de la Coalición ocupante encabezada por Estados Unidos, L. Paul Bremer, firmó en ejercicio del cargo un decreto que establece la Comisión, a cargo de redactar leyes electorales y preparar el terreno para los comicios.

Funcionarios de la Comisión advirtieron que políticos como Hakim están mal informados o pretenden engañar a su público.

”Esta Comisión es la primera experiencia electoral en la historia de Iraq. Es una Comisión iraquí, independiente, y trabaja para realizar elecciones novedosas y democráticas”, dijo el portavoz del órgano, Farid Ayar.

La designación de los integrantes de la Comisión fue procesada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), recordaron. Funcionarios del foro mundial confirmaron en Bagdad que la Autoridad Provisional de la Coalición tuvo poco que ver en ese trámite.

Los asesores electorales de la ONU establecieron un panel de expertos internacionales para analizar más de 1.000 postulaciones. Finalmente, entrevistaron a menos de 20 y seleccionaron a ocho.

La Comisión contrató a medio millar de empleados, pero necesitará, al parecer, miles más. Todos ellos deben ser capacitados, pero funcionarios de la ONU indicaron que no hay tiempo suficiente para eso. Algunos pueden recibir cursos en el extranjero, pero no todos, dijeron.

Una de las responsabilidades de la Comisión es redactar normas para la calificación y descalificación de candidatos, una fuente de preocupaciones para Hakim.

”Unos pocos tienen competencia sobre asuntos que afectan no solo esta elección sino el futuro de Iraq”, dijo el líder chiita en el acto.

La Comisión consideró legítimas esas preocupaciones, e indicó que el gobierno puede negociar la modificación de esas facultades con la ONU si suficientes dirigentes políticos manifiestan sus críticas formalmente.

Mientras, la Comisión lucha contra el tiempo para sortear obstáculos aparentemente inmensos, como preparar el padrón.

Ayar dijo que la Comisión confía en que concluirá su tarea a fines de este mes. Su optimismo no es tan generalizado. (

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