Los dos periodistas franceses secuestrados el mes pasado en Iraq estarían a punto de recobrar su libertad, luego de que el grupo islámico que los tenía como rehenes los entregara a intermediarios.
El ministro de Cultura y Comunicación de Francia, Renaud Donnedieu de Vabres, informó este viernes que Christian Chesnot y Georges Malbrunt "ya no están en manos de sus captores", y habrían sido entregados a otra organización islámica más abierta al diálogo, lo que abrió una luz de esperanza de liberación.
A las 16:45 GMT de este viernes, los periodistas eran trasladados desde el lugar de su cautiverio a la central ciudad de Nayaf y estaban "fuera de peligro", según dijeron líderes sunitas de Iraq al canal de televisión panárabe Al Arabiya, y aseguraron que la "liberación es cuestión de tiempo".
Mientras, el mismo canal informó que el gobierno en Bagdad convocaron a una conferencia de prensa especial, en la que supuestamente se anunciaría la liberación de Chesnot, de Radio Francia Internacional, y Malbrunt, del diario Le Figaro.
El llamado Ejército Islámico de Iraq, al parecer vinculado a la red terrorista Al Qaeda, secuestró a los periodistas el 20 de agosto, exigiendo a cambio de su liberación la anulación de la ley francesa que prohíbe el uso en las escuelas de símbolos religiosos musulmanes —como el velo femenino—, cristianos, judíos y de otras creencias.
El gobierno de Francia, la oposición y los líderes musulmanes franceses se unieron entonces para condenar el secuestro de los periodistas.
El presidente Jacques Chirac dijo días atrás que su gobierno estaba haciendo "todo lo necesario para obtener la libertad de los periodistas".
"Francia es la cuna de los derechos humanos, la tierra de la tolerancia, y garantiza la libertad de las prácticas religiosas", dijo el mandatario en un mensaje televisado.
Estos valores "han inspirado a la política exterior de Francia en Iraq", dijo Chirac, recordando a los captores que su gobierno se opuso a la invasión liderada por Estados Unidos y que no envió tropas a ese país árabe.
Chesnot y Malbrunt fueron secuestrados cuando se trasladaban de Bagdad a Nayaf, entonces el centro de los enfrentamientos entre las tropas estadounidenses y los seguidores del clérigo chiita Moqtada al Sadr.
El Ejército Islámico confirmó una semana después que tenía secuestrados a los dos periodistas, y le dio un plazo de 48 horas al gobierno de Chirac para que "anulara la ley del velo", a la que consideró "una injusticia y una agresión al Islam y a las libertades personales".
Esta semana comenzaron las clases en Francia, y el gobierno anunció que la prohibición continuará vigente a pesar de las demandas de los secuestradores.
Nueve periodistas extranjeros han sido secuestrados en Iraq desde que Estados Unidos invadió ese país en marzo del año pasado. El italiano Enzo Baldoni fue asesinado el 26 de agosto por el mismo grupo que secuestró a Chesnot y Malbrunot, que en esa ocasión exigió el repliegue de las tropas italianas.
El francés Frédéric Nérac, quien cubrió la guerra para el canal de noticias British ITV, está desaparecido desde el 22 de marzo del año pasado.
El gobierno de Francia promulgó en marzo la ley prohibiendo el uso de "símbolos religiosos ostentosos en las escuelas" señalando que de esa forma de protege el carácter secular de la educación.
Pero líderes musulmanes del país y de todo el mundo sostienen que en realidad lo que busca el gobierno es impedir que las jóvenes islámicas usen velo y estimularlas a rebelarse contra sus tradiciones religiosas.
La promulgación de la norma provocó manifestaciones contra Francia en la mayoría de los países musulmanes, e incluso en Estados Unidos y Gran Bretaña.
El alcalde de Londres, Ken Livingstone, sostuvo que la ley "es la norma más reaccionaria jamás aprobada por un parlamento europeo desde el fin de la segunda guerra mundial" en 1945.
Por su parte, el erudito islámico egipcio jeque Yusuf Al Qaradawi señaló que la prohibición "es causa de dolor y sufrimiento para todos los musulmanes", y aconsejó al gobierno francés que "no provoque el odio y la enemistad" con los islámicos.
Mientras, el presidente Consejo Francés de la Fe Musulmana, Dalil Boubakeur, calificó de "odioso chantaje" el secuestro de los dos periodistas, y exhortó a los captores, "en nombre del Islam", a respetar la vida de sus compatriotas.
El líder de la Unión de Organizaciones Islámicas Francesas, Lhaj Thami Breze, quien se opuso con vehemencia a la prohibición del velo, sostuvo que el secuestro de los dos periodistas es "inaceptable" e insistió en que Francia es "un amigo del mundo árabe".
"Los secuestradores son enemigos del Islam. Su comportamiento es por completo irresponsable y daña a la comunidad musulmana en Francia", dijo Breze a IPS.
Pero "este secuestro no debe hacer que los musulmanes franceses renunciemos a nuestros derechos. Esperamos que los directores de las escuelas hagan concesiones y acepten que las niñas usen velos modestos", añadió.
El grupo de Breze estimula a las niñas musulmanas a que no dejen de llevar el velo a la escuela, aun a riesgo de enfrentarse con las autoridades escolares.
Otras instituciones musulmanas francesas crearon centros de asesoría para ayudar a las niñas a interpretar la prohibición y encontrar una forma de mantener el uso del velo.
"Si el jefe de mi escuela quiere que me saque el velo, me iré a casa", dijo a IPS Samia, de 17 años, tras visitar un centro de asesoría.
Esto es lo que muchos maestros y expertos en educación franceses temían que sucediera tras la promulgación de la ley.
"En lugar de excluir a la juventud inmigrante de las escuelas con argumentos estúpidos como la tradición secular francesa tendríamos velar porque ellos, en especial las niñas, reciban una buena educación. Esa es la mejor forma de garantizar que crezcan en libertad", opinó el sociólogo Antoine Boulang.