La designación como fiscal adjunta de la Corte Penal Internacional (CPI) de Fatou Bensouda, ex fiscal general de Gambia y del Tribunal Internacional para Ruanda, fortalece el compromiso del cuerpo con la justicia para las mujeres.
El nombramiento de Bensouda, una entre 198 candidatos al cargo, también fortalecerá las investigaciones en curso en Uganda y en República Democrática del Congo, afirmaron activistas de derechos humanos.
Es una mujer que trabajó entre mujeres que sufrieron violación, dijo a IPS por teléfono desde La Haya Ruth Ochieng, dirigente en Uganda del Intercambio Cultural de Mujeres.
Bensouda fue designada por la Asamblea de Estados Parte celebrada esta semana en La Haya, sede de la CPI, organismo internacional a cargo de procesar casos de genocidio, crímenes de guerra y contra la humanidad. A la reunión asistieron representantes de 80 de los 94 países signatarios.
La Asamblea eligió a la abogada gambiana en votación secreta en la que obtuvo 58 de los 78 sufragios emitidos. Hasta hace poco, Bensouda se desempeñaba como asesora jurídica y abogada en primera instancia en el Tribunal Penal Internacional para Ruanda.
En 2002, trabajó como gerente general del Banco de comercio e Industria de Gambia, luego de trabajar como abogada privada en Banjul.
Entre 1998 y 2002 fue fiscal general del Estado y ministra de Justicia en su país, una pequeña ex colonia británica de Africa occidental con una población de 1,5 millones de habitantes, independiente desde 1965.
Bensouda permanecerá en el cargo nueve años, el máximo permitido por el Estatuto de Roma por el que se creó la CPI. Trabajará junto con el fiscal general del cuerpo, el argentino Luis Moreno Ocampo, y con el fiscal adjunto para investigaciones, e belga Serge Brammertz.
Las investigaciones de la CPI sobre violaciones cometidas durante las guerras civiles en Uganda y en República Democrática del Congo dejan en evidencia la necesidad de que una mujer esté directamente involucrada en la acusación, dijo Ochieng.
En los conflictos internos suelen dejar de lado a las mujeres. Los hombres están tanto en el frente de batalla o se ocultan. Hemos visto muchas mujeres violadas en (República Democrática del) Congo, agregó.
En esos países, mujeres han sido violadas en grupo y sufrieron mutilación de órganos reproductivos, dijo. Hay mujeres que perdieron el control de sus esfínteres, o cuyos miembros, labios, nariz y orejas han sido amputadas. Mujeres han sido víctimas de minas porque debían buscar comida.
Las mujeres que sufrieron violencia sexual no se sienten cómodas interrogadas por un hombre, agregó Ochieng. La imagen del perpetrador se transfiere al hombre que efectúa el interrogatorio.
Brigid Inder, directora ejecutiva de la Iniciativa de las Mujeres para la Justicia de Género con sede en La Haya, dijo: Bensouda aporta la muy necesaria integridad regional y de género a la oficina del fiscal, y como encargada de acusaciones se asegurará de que los crímenes con violencia sexual y de género sean efectivamente procesados.
La Coalición para la CPI, que reúne a más de 2.000 organizaciones no gubernamentales, también aplaudió la designación.
La integrante de la Coalición Christian Hemedi, presidenta de la Asociación para la Renovación de los Derechos Humanos de la República Democrática del Congo, dijo: A la luz de los primeros dos casos que involucran a países africanos, la invalorable experiencia de la señora Bensouda como abogada en Gambia y en el tribunal de Ruanda será un gran aporte a la CPI, ahora que las investigaciones están en curso.
Pero la bienvenida a Bensouda se combina con la creciente preocupación acerca de las limitaciones de la CPI que comienzan a surgir a medida que avanzan las investigaciones.