Pendiente del devastador paso del huracán Iván por las vecinas islas del Caribe, la población cubana también se prepara para enfrentar lo que podría ser el mayor desastre natural en varias décadas.
Algunas personas piden protección a la Caridad del Cobre, virgen patrona de Cuba, otras invocan a los orishá del santuario afrocubano y no faltan quienes sueñan con que, entre tantas cosas malas, al menos traiga agua.
Las lluvias que acompañan a Iván podrían ser lo único positivo para esta isla caribeña, afectada desde hace más de un año por una persistente sequía.
Sin embargo, esas mismas lluvias traen consigo la amenaza de derrumbe para los edificios más deteriorados.
No hago más que pensar qué puede pasar. Vivo en un octavo piso y dicen que si el huracán se mantiene con la fuerza que tiene, hay un gran peligro para todo lo que esté por encima de un quinto o sexto piso, dijo la habanera Jimena Gómez, de 42 años.
Gómez está preocupada sobre todo por un amplio ventanal de cristales que tiene en la sala de su apartamento. Me dicen que puede salir volando, que lo mejor es que no me quede aquí y que me lleve las cosas más valiosas, afirma.
Las tiendas de la red de venta en divisas se ven asediadas por personas de todas las edades que buscan cualquier material para asegurar puertas y ventanas. Las velas para alumbrarse en la noche se han convertido en un producto deficitario.
Evacuar a los habitantes de pisos muy altos, cualquiera sea el estado constructivo del edificio, es una de las medidas previstas para a capital, donde las autoridades locales han llamado a prepararse para lo más difícil.
Como muy potente y muy peligroso, calificó a Iván el director del Instituto de Meteorología de Cuba, José Rubiera.
Tras causar al menos 33 muertes en seis países del Caribe, Iván se dirige a Jamaica con vientos centrales sostenidos de 230 kilómetros por hora y rachas de hasta 280, fuerza que podría aumentar antes de llegar a esa vecina isla.
El huracán, considerado el más poderoso de los que ha azotado la región del Caribe en los últimos 10 años, tiene un diámetro de vientos aciclonados de 560 kilómetros, mientras que el diámetro de los vientos de huracán cubre 170 kilómetros alrededor de su centro.
Rubiera explicó que el huracán pasará inevitablemente por Cuba, en un lugar aún no definido entre el occidente y el centro del país.
El paso por esta isla podría durar de nueve a 10 horas, dependiendo de la velocidad de traslación que tenga en ese momento y el lugar por donde penetre el fenómeno en el territorio cubano, precisó el experto, en un intercambio con el presidente Fidel Castro transmitido por la televisión nacional.
Si bien es norma que el gobierno otorgue prioridad a la información sistemática a la población sobre este tipo de eventos climáticos, la alarma por Iván llevó a que el jueves se transmitiera un programa por televisión de cuatro horas con la presencia del propio presidente cubano.
Nadie se desaliente haga lo que haga el ciclón. Hay que tomar todas las medidas y no desalentarse. Primero cuidar las vidas, la salud, y los recursos. Para dedicarnos de inmediato a la reconstrucción, dijo Castro.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor de la Defensa Civil, general de división Ramón Pardo Guerra, llamó a la población a incrementar la percepción del peligro y a cumplir las orientaciones para mitigar los daños.
Cualquier objeto se puede convertir en un proyectil por la fuerza de los vientos, aseveró a su vez el general de cuerpo de ejército Alvaro López.
El también viceministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias llamó a evacuar a tiempo a toda la población que pueda estar amenazada y a utilizar inclusive, si fuera necesario, los refugios construidos para casos de guerra.
Reportes de prensa desde varias provincias del país dan cuenta del inicio de las evacuaciones. Más de medio millón de personas se encuentran en los planes de este tipo de operación de retiro de sus hogares en varias provincias, según informes parciales.
El Estado Mayor de la Defensa Civil orientó a concluir la limpieza de techos y azoteas, realizar la poda de árboles que puedan afectar los tendidos eléctricos y de comunicaciones y retirar las luminarias, carteles, toldos y anuncios.
Tanto las entidades estatales, organizaciones sociales como la población en general deben crear reservas de agua y preparar las condiciones para la conservación de alimentos, aseguró la última nota informativa de ese organismo.
Los órganos de dirección, al ejecutar la evacuación de la población, deben realizarla hacia instalaciones que brinden toda la seguridad, en correspondencia con la magnitud de los vientos de este huracán, se agrega en el texto.
Las empresas ganaderas ya empezaron a trasladar los animales a lugares seguros y se inició de forma acelerada la cosecha y procesamiento de diferentes cultivos, en aquellos casos en que es posible salvarlas como es el caso de los cítricos.
Durante su intervención la noche del jueves, el presidente Castro aseguró que en caso de desastre su gobierno no aceptará propuestas de ayuda humanitaria que provenga de Estados Unidos, país que mantiene un embargo económico a Cuba hace más de 40 años.
Si fuera necesaria alguna (asistencia), contamos con amigos que serán capaces de ofrecerla sin la manipulación y el cinismo de los enemigos del país, señaló el mandatario, quien también recordó que tras el paso del huracán Charley, el 13 de agosto, Cuba no solicitó ayuda a la comunidad internacional. (