IRAQ: Rebeldes tomarán Bagdad, pronostica líder sunita

El gobierno interino de Iraq no sobrevivirá a los combates que hoy se libran, según uno de los principales líderes de la oposición sunita a la ocupación estadounidense y al pasado régimen de Saddam Hussein.

”Este gobierno fracasará. No los aceptaremos porque son marionetas. Nada ha cambiado: seguimos bajo ocupación”, advirtió Abdel Jabbar Kubaisi. En esta entrevista apeló a un lenguaje tibio comparado con el que usa habitualmente.

Kubaisi es, además de líder del partido Unión Patriótica, editor y director de Nidaa al-Watan (Llamado a la Nación, en árabe), publicación semanal que se identifica abiertamente con los insurgentes.

Se trata de un practicante de la vertiente sunita del Islam originario de Faluya, la ciudad que hasta el estallido de los últimos combates en la chiita Nayaf se ubicó en el epicentro de la resistencia contra las tropas de Estados Unidos.

”Los ocupantes desaparecerán ”, advirtió el responsable de Nidaa al-Watan, periódico que se presenta como ”la voz de la oposición a la ocupación” y cuyas páginas están cubiertas de ataques virulentos contra los estadounidenses y contra el gobierno interino.

Porque Kubaisi es, sobre todo, un político. La Unión Patriótica es un pequeño partido que se opuso al depuesto y encarcelado dictador Saddam Hussein en los años 80 y 90. Dos de sus hermanos fueron asesinados por el régimen.

Aun así, a fines de 2002 Kubaisi figuró en una acotada lista de políticos opositores que aceptaron la convocatoria formulada por Saddam Hussein para que retornaran del exilio y entablaran un diálogo sobre la democratización de Iraq.

El gesto fue considerado un gesto desesperado para impedir la invasión lanzada en marzo de 2003 por Estados Unidos y sus aliados. Al acceder al llamado, Kubaisi perdió la posibilidad de tener influencia sobre el actual gobierno interino.

”Pretendíamos remover a Saddam Hussein. Pero también nos oponíamos a una invasión extranjera. La única opción que teníamos como pueblo era luchar contra la ocupación”, explica ahora Kubaisi, sentado en el jardín de su gran residencia, en el barrio bagdadí de Al-Amariya.

”La invasión destruyó nuestra infraestructura, nuestra cultura, nuestro patrimonio cultural y nuestra dignidad”, agrega, en un fluido inglés. ”Nuestra lucha armada triunfará. Están en nuestro terreno.”

Kubaisi parece tener familiaridad con el pensamiento de los combatientes, e incluso con su estrategia militar. En abril, criticó a través del canal de televisión satelital Al Jazeera el cese del fuego de los insurgentes en Faluya, en el entendido de que debilitaba la causa.

Del mismo modo, se muestra exultante ante la vuelta a las armas del Ejército Mehdi del clérigo chiita Moqtada al-Sadr. ”El es un auténtico patriota iraquí”, explicó. Kubaisi cree que Sadr necesita periódicos ceses del fuego, si bien ”realmente quiere expulsar a los estadounidenses”.

Kubaisi se presenta como un nacionalista sunita de la vieja escuela, no muy diferente de los que gobernaron el país desde los tiempos del Imperio Otomano, incluido Saddam Hussein.

Se opone vehementemente a los ”sectarios”. Condena, en particular, a los kurdos y a algunos grupos chiitas que anteponen su causa religiosa a la iraquí.

”Iraq es una nación. No hay sunitas, chiitas y kurdos. Todos deben ser primero ciudadanos de un estado iraquí democrático”, argumentó.

Las disputas con Sadr quedarán para después. ”Ahora estamos luchando para echar a los estadounidenses, y luego deberemos llamar a elecciones democráticas”, dijo.

”Sunitas y chiitas estamos en alrededor de 50-50 en Iraq”, agregó Kubaisi, reflejando con esa afirmación una indiferencia hacia la realidad política nacional común entre los sunitas.

La mayoría de las estimaciones indican que los chiitas constituyen 60 por ciento de la población, los árabes sunitas menos de 20 por ciento y los kurdos, que también son sunitas, otro 20 por ciento. Arabes y kurdos distan de conformar un frente unido.

De todos modos, Kubaisi insiste en que Sadr ”representa una amplia corriente de opinión en Iraq, no sólo un elemento religioso”, al tiempo que acusa a otros líderes chiitas de ”burgueses” y ”agentes de Irán”.

Kubaisi pronostica ”dos meses atareados” y ”un regalo” para el presidente estadounidense George W. Bush antes de las elecciones de noviembre.

La resistencia ha demostrado que puede dominar ciudades enteras, y podrá, finalmente, expulsar a los estadounidenses de Bagdad y tomar el control de la capital, sostuvo.

”Ese será el próximo paso: dar a los estadounidenses la posibilidad de irse o de ser expulsados”, dijo. ”La entrega de la soberanía fue una farsa. La resistencia no cesará. Este proceso sólo conducirá a otra forma de ocupación: los estadounidenses no tienen intención de irse”, añadió.

Las elecciones tampoco pondrán fin al conflicto. ”¿Cómo puede haber elecciones libres si se desarrollan en medio de una ocupación?”, concluyó. (

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