Dos organizaciones internacionales de derechos humanos criticaron al Comité contra el Terrorismo del Consejo de Seguridad de la ONU por su pasividad ante las violaciones de derechos humanos en nombre del antiterrorismo.
Gobiernos de todo el mundo, incluidas grandes potencias, atropellan los derechos humanos con la excusa de la lucha contra el terrorismo, en especial desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, denunciaron los grupos Human Rights Watch y Human Rights First.
Ante esta peligrosa tendencia, el Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) ha guardado silencio, lamentó Joanna Weschler, de Human Rights Watch, en declaraciones a IPS.
Al principio, el Consejo se propuso explícitamente incluir los derechos humanos en su análisis de las políticas antiterroristas, pero después concluyó que esos derechos humanos no pertenecían a su ámbito de competencia, señaló Weschler. Como resultado, el Consejo optó por la pasividad, agregó.
Neil Hicks, de Human Rights First, dijo a IPS que ha habido un claro liderazgo de (el secretario general de la ONU, Kofi) Annan, pero lamentablemente la mayoría de los países miembros no se mostraron sensibles.
Annan ha insistido en que los derechos humanos no deben ser víctimas de la lucha contra el terrorismo. Por ejemplo, en 2003 exhortó al Consejo de Seguridad a garantizar que las medidas antiterroristas que adopte no limiten indebidamente los derechos humanos o den a otros un pretexto para hacerlo.
Según Hicks, el problema persistirá mientras el Comité contra el Terrorismo permanezca en el ámbito del Consejo, el máximo órgano de decisión de la ONU. Es imposible que los miembros hagan un trabajo independiente, sostuvo.
Por ejemplo, Rusia, miembro permanente del Consejo y actual presidente del Comité, combate una insurgencia separatista en la república de Chechenia, de mayoría musulmana.
El conflicto en Chechenia ha sido descripto como 'guerra contra el terrorismo', y quienquiera que cuestione la situación de los derechos humanos en esa república es acusado de complicidad con los terroristas, señaló Hicks.
Estados Unidos, otro miembro permanente del Consejo, también ha atropellado libertades civiles y derechos humanos en nombre del antiterrorismo, arguyó el activista. Los críticos de esas políticas han sido acusados de respaldar al terrorismo, añadió.
Lo más preocupante es el cuestionamiento oficial en Estados Unidos de convenciones de la ONU y otras normas internacionales, opinó Hicks.
Cuando se condena a personas acusadas de actos terroristas mediante procedimientos injustos o como resultado de torturas, la amenaza del terrorismo permanece en la sociedad, advirtió Human Rights Watch en un informe de 17 páginas publicado el martes.
Y cuando los derechos humanos se violan en nombre del antiterrorismo, ambas causas son perjudicadas, agregó Weschler.
El informe, cuyo título en inglés podría traducirse por El enfoque del Consejo de Seguridad de la ONU hacia las violaciones a los derechos humanos en la campaña mundial contra el terrorismo, exhorta al organismo ejecutivo del foro mundial a designar de inmediato al menos un experto en derechos humanos como miembro del nuevo directorio ejecutivo del Comité contra el Terrorismo.
También solicita a los miembros del Consejo que presten especial atención a los gobiernos que realizan arrestos masivos de sospechosos de terrorismo.
O esos países enfrentan una amenaza terrorista alarmante y precisan ayuda internacional inmediata, o aplican las leyes antiterroristas de manera exagerada, inapropiada o quizá oportunista, dice, y cita como ejemplos a Egipto, Uzbekistán, Malasia, Marruecos y Suecia.
Weschler explicó que Estados Unidos no está en la lista porque los cinco países identificados son aquellos sobre los cuales Human Rights Watch realizó nuevas investigaciones, pero la organización publicó un informe separado sobre los abusos cometidos por fuerzas estadounidenses contra prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, en Bagdad.
El Consejo de Seguridad realizaría un mejor abordaje del problema del terrorismo si limitara las interferencias en los asuntos internos de países del Tercer Mundo, en especial de Medio Oriente, y si promoviera… una solución justa, basada en principios legales, al conflicto palestino-israelí, sugirió John Quigley, profesor de derecho internacional de la Universidad Estadual de Ohio, en entrevista con IPS.
La llamada guerra contra el terrorismo ha puesto en peligro a los defensores de los derechos humanos, observó Hicks.
En Colombia, por ejemplo, que padece una guerra civil desde hace más de tres decenios, el gobierno de Alvaro Uribe califica constantemente de terroristas a los críticos de sus políticas de derechos humanos.
Y en Estados Unidos, agregó Hicks, la llamada Ley Patriota aprobada en respuesta a los atentados del 11 de septiembre otorgó al gobierno amplios poderes que amenazan los derechos civiles y humanos.
Lo peor es que otros gobiernos emularon a Washington e impulsaron leyes similares que infringen normas internacionales y justifican todo tipo de atropellos, lamentó Hicks.