Además de la integración física que se proyecta en la Amazonia y que supone la construcción de una ruta transoceánica entre los océanos Atlántico y el Pacífico, los presidentes Carlos Mesa, de Bolivia, Luiz Inácio Lula Da Silva, de Brasil, y Alejandro Toledo, de Perú, decidieron impulsar un programa de largo alcance para la integración energética común, sobre la base de las reservas de gas que tienen los tres países. En la declaración que los tres presidentes rubricaron antes de dejar esta ciudad, donde se inauguraron varias obras, se imprimió la "voluntad de impulsar la complementación e integración energética en América del Sur y de cooperación en el área de hidrocarburos y otras formas de energía, aprovechando las importantes reservas de sus países". Además, el presidente Lula destacó el acuerdo que el 4 de agosto suscribieron en Lima sus colegas de Bolivia y Perú "para la Complementación Energética que permitirá la exportación de gas boliviano a mercados de ultramar". La "Declaración del Río Acre" también hace referencia a la necesidad de fortalecer programas de integración, conjunta sobre la base de otras fuentes energéticas.