Los Pincheira, una producción inspirada en una mítica banda de cuatreros, es la vencedora indiscutible en Chile de la recurrente guerra de las teleseries en el primer semestre de este año.
La serie de Televisión Nacional de Chile (TVN) le permitió a esta estación estatal cobrar venganza de la derrota que tuvo en la segunda mitad de 2003 a manos del Canal 13, de la Universidad Católica, que arrasó en la medición de audiencia o rating con Machos, un culebrón que se exhibe ahora con relativo éxito en España y Uruguay.
TVN está iniciando la campaña para promocionar a Los Pincheira en el exterior, con vistas a ampliar un mercado tradicionalmente esquivo para las series de televisión, llamadas habitualmente teleseries, de este país, poco competitivas en comparación con las producciones similares de Brasil, Colombia, México, Perú y Venezuela.
Mientras tanto, estos bandoleros le están dando buenos dividendos a la señal estatal en Chile, no sólo en cuanto a la conquista de audiencia con la historia que debutó el 8 de marzo, sino también en términos económicos.
En el Día Internacional de la Mujer se lanzaron simultáneamente Los Pincheira y Hippie, telenovela esta última con que el Canal 13 aspiraba a reeditar el éxito de Machos.
El canal católico contrató como director de Hippie a Cristián Galaz, quien venía precedido del éxito de El chacotero sentimental, la película más taquillera del cine chileno con un millón de espectadores tras su estreno a fines de 1999.
Hippie, inspirada obviamente en el movimiento que marcó época en los años 60, partió con ligera ventaja en la guerra de las teleseries, promediando en su debut un rating de 32,2 puntos contra 30,7 de Los Pincheira.
Pero los papeles se invirtieron al poco andar, con un retroceso continuo de la producción de Canal 13 y un avance también sin pausa de los bandoleros de TVN, lo cual desató una crisis en el área dramática de la estación católica que culminó el 30 de marzo con la renuncia de Galaz.
Hoy, cuando el campeonato de apertura 2004 en la competencia de los culebrones chilenos se acerca a su fin, Los Pincheira marcan una audiencia estabilizada en torno a los 35 puntos, mientras Hippie se conforma con un rating de 25.
Las cifras del People Meter (sistema de medición de audiencia) indican entonces que cada vez que se transmite Los Pincheira en el llamado horario estelar de 19:00 a 20:00 hora local, se sintonizan 420.000 televisores en la frecuencia de TVN.
La estación estatal está recuperando con creces los recursos invertidos en la serie, grabada en su mayor parte en escenarios naturales con ambiente rural.
Cuando partió la exhibición de Los Pincheira en marzo no había interrupciones de franjas comerciales, pero a las pocas semanas ya se contaba con cinco auspiciadores, mientras las tarifas de publicidad durante la serie comenzaban a multiplicarse.
TVN está cobrando hoy el equivalente a 8.400 dólares por cada 30 segundos de publicidad durante Los Pincheira. A fines de marzo el costo era de 6.000 dólares por medio minuto.
De esta forma, la emisora de televisión estatal recauda hoy, con sólo tres avisadores, más de 150.000 dólares en cada emisión de lunes a viernes de la exitosa teleserie.
Los Pincheira cuenta la historia de los Molina, cuatro hermanos (tres hombres y una mujer) que de la noche a la mañana pierden a sus padres y todos sus bienes como terratenientes.
Optan entonces por hacerse bandoleros y crean la banda de cuatreros, a la cual se suma el hijo renegado de otra familia oligárquica y que empieza a ser conocida en los campos chilenos como los Pincheira.
Con todos los ingredientes típicos del género, este culebrón incorpora los consabidos dramas pasionales en las mezclas de mezquindades, gestos de grandeza y personajes estereotipados, entre los cuales no faltan ni el bondadoso sacerdote ni la dama aristocrática que reniega de un matrimonio de conveniencia para enamorarse del jefe de los bandidos.
Ambientada a comienzos del siglo XX, Los Pincheira destaca por la calidad de las imágenes en sus filmaciones en exteriores pletóricos de naturaleza. Paisajes rurales donde tampoco falta el riachuelo en que una de las protagonistas se baña semidesnuda.
Cabalgatas por doquier, asaltos a mano armada, robos de ganado, desvalijar casas e incendios marcan la acción de esta novela televisiva, cuyos personajes lucen vistosos trajes de huasos, con sombreros alones y ponchos, en una propuesta que usufructúa de los recursos del western.
Uno de los mayores atractivos del elenco de actores está en el papel de Trinidad Molina, la bandolera de Los Pincheira, interpretada por Paz Bascuñán, una joven actriz de ascendente trayectoria, nieta del ex presidente chileno Patricio Aylwin (1990-94).
Dos actores avezados, Francisco Reyes, jefe de los cuatreros, y Tamara Acosta, la despechada dama aristocrática, forman parte también de la nómina de protagonistas.
La Ley, el exitoso grupo rockero chileno contribuyó a la operación de marketing de Los Pincheira con el tema musical de la teleserie, comercializado ya obviamente en un disco compacto.