Uno de cada cuatro nuevos casos de VIH en el mundo se registran en Asia. La situación en esta región podría ser en breve peor a la de Africa subsahariana, la más devastada por la epidemia de sida, según el último informe de la ONU.
Asia afronta opciones de vida o muerte en torno de la epidemia, dijo este martes Kathleen Cravero, subdirectora ejecutiva del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/Sida (Onusida), al lanzar un informe mundial sobre la enfermedad.
Si Asia no implementa programas efectivos de prevención del VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida), veremos una epidemia que nunca imaginamos, a pesar de lo sucedido en Africa, sostuvo Cravero.
A fines de 2003 vivían en Asia 7,4 millones de personas con VIH, una proporción considerable de los 38 millones de todo el mundo, según el Informe sobre la Epidemia Mundial de Sida 2004 publicado este martes por Onusida. Para la agencia, Asia abarca Asia oriental, sudoriental y meridional.
Cerca de medio millón de personas murieron en 2003 en esta región a causa del sida, mientras 1,1 millones de personas contrajeron el virus, indica el estudio de 231 páginas.
Este panorama se ha alimentado por el rápido incremento de infecciones de VIH en dos de los países más poblados del mundo —China e Indonesia— y por Vietnam.
En China, 10 millones de personas habrán contraído el VHI para 2010 a menos que se tomen acciones efectivas, señala el informe, según el cual seis de las 31 provincias indonesias están gravemente afectadas.
China tiene 1.300 millones de habitantes, Indonesia, 203 millones, y Vietnam, 77 millones.
Por otra parte, India, el segundo país más poblado del mundo con 1.000 millones de habitantes, tenía ya en 2002 la mayor cantidad de personas viviendo con VIH fuera de Sudáfrica: 4,6 millones.
De todos modos, dada la incidencia de los infectados en proporción a la población total, países como China, India e Indonesia parecen apenas marginalmente afectados ante países de Africa subsahariana.
Según el informe, 0,1 por ciento de los habitantes de entre 15 y 19 años están infectados con VIH. Ese porcentaje se eleva a 37,3 en Botswana, a 24,5 en Zimbabwe y a 21,5 en Sudáfrica.
Mientras, el VIH alcanzó el nivel de epidemia sólo en tres países asiáticos, Camboya (2,6 por ciento), Tailandia (1,5) y Birmania. Pero esos porcentajes no pueden encubrirse, según Cravero, porque la situación de Asia es potencialmente por a la de Africa por las cifras absolutas.
Otra diferencia entre las dos regiones es la causa de infección. En Africa, es el contacto sexual sin precauciones, mientras en Asia es el uso de drogas intravenosas, según el informe.
Entre los usuarios de drogas intravenosas, la prevalencia de VIH es de entre 35 y 80 por ciento en (la provincia china de) Xinjiang, y de 20 por ciento en (la de) Guangdong, indica el informe.
Mientras, la prevalencia entre los 125.000-190.000 usuarios de drogas intravenosas se multiplicó por tres, de 15 a 48 por ciento, de 1999 a 2003, agrega.
En 2002 y 2003, la prevalencia de VIH osciló de 66 a 93 por ciento entre los usuarios de drogas intravenosas asistentes a los sitios donde se practican exámenes en la capital Yakarta, según el informe.
También el sexo inseguro entre hombres fue identificado como un factor importante del aumento de las infecciones en Asia. La transmisión del VIH a través del sexo entre hombres es una gran causa de preocupación en muchas áreas de Asia, según el estudio.
Los trabajadores sexuales de Asia meridional también fueron especialmente vulnerables dado el escaso uso de condones por parte de sus clientes hombres.
En Bangladesh, la mayoría de los hombres no usan condones en sus encuentros sexuales comerciales, y las trabajadoras sexuales reportan el más bajo uso de preservativos de la región, añade el informe.
Activistas consideran que la realidad no cambiará a menos que los gobiernos de la región tengan un enfoque más adecuado, en especial para que los drogadictos asuman prácticas seguras.
La política represiva desarrollada por el gobierno de Tailandia en 2003 fue contraproducente, dijo a IPS el director del Grupo de Acción para el Tratamiento de Tailandia, Paisan Suwannawong.
Los nueve meses de guerra contra las drogas, especialmente contra la anfetamina, terminó con 2.200 supuestos narcotraficantes muertos, según Suwannawong.
La guerra contra las drogas obligó a los usuarios de sustancias intravenosas a ocultarse por temor de ser asesinados o de ser ubicados en una lista negra. Muchos drogadictos dejaron de ir a los centros de tratamiento, dijo el activista.