Los vehículos 4 x 4 o todo terreno (con tracción en los dos ejes), desarrollados en principio para regiones rurales, se han convertido en un símbolo de éxito social omnipresente en las grandes ciudades europeas, pero también en el centro de una polémica por las grandes cantidades de gases tóxicos que emiten sus motores.
Entre esos gases destaca el dióxido de carbono, un contaminante que provoca en el planeta el llamado efecto invernadero.
El debate sobre la probable prohibición urbana de esos vehículos recién comienza y también se recalienta. El alcalde de Londres, Ken Livingstone, afirmó a fines de mayo que quienes los conducen en ciudades son unos idiotas.
Me parece razonable que un agricultor maneje un 4 x 4 en una zona con malas carreteras. Pero este tipo de autos no debería circular en Londres, sostuvo Livingstone en una entrevista.
Desde 1997, el derecho a circular en automóvil por el centro histórico de Roma se otorga sólo a quienes pueden probar que ejercen actividad profesional en esa zona y pagan un impuesto anual de 250 a 400 dólares. Eso ha reducido casi 30 por ciento el tránsito en el área.
En París, el gobierno municipal integrado por el partido ecologista Les Verts (Los Verdes), expresó el 8 de junio su voluntad mayoritaria de limitar el tráfico de los vehículos todo terreno en la ciudad, subrayando que emiten cuatro veces más dióxido de carbono que otros automóviles.
Esa posición no tiene fuerza de ley, pero presagió otras medidas de similar intención.
Los automóviles de doble tracción no tienen nada que hacer en las ciudades, y la alcaldía prepara su prohibición, dijo a Tierramérica el comisionado de transportes de la alcaldía de París y líder de Les Verts capitalinos, Denis Baupin.
Esa medida formará parte del plan francés de reducción de emisiones de dióxido de carbono, en cumplimiento del Protocolo de Kyoto, firmado en 1997 con la intención de contrarrestar el proceso de recalentamiento planetario.
Según ese acuerdo, Francia no debe superar en 2010 la emisión de 144 millones de toneladas de dióxido de carbono, o sea la misma cantidad que en 1990.
El plan Salud y medio ambiente del gobierno de Francia, dado a conocer el 21 de junio, incluye un impuesto suplementario de unos cuatro mil 200 dólares a los vehículos nuevos con mayor consumo de combustible, como los 4 x 4, y una subvención de unos mil dólares para los automóviles más limpios.
Pero la derechista Unión por un Movimiento Popular (UMP) del presidente Jacques Chirac, que lidera la oposición en Paris, afirmó que el concejo municipal ha realizado una maniobra demagógica, y el líder de ese partido en el organismo, Phillipe Goujon, arguyó que una prohibición de los 4 x 4 no tendría ningún efecto real sobre la contaminación urbana.
Sin embargo, el informe más reciente de la Agencia Francesa del Ambiente y del control de la Energía indicó que los 4 x 4 emiten 232 gramos de dióxido de carbono por kilómetro recorrido, mientras los de cuatro puertas con tracción en un solo eje emiten en promedio 146 gramos por kilómetro.
Según el mismo reporte, los 4 x 4 que circulan en ciudades consumen casi 50 por ciento más combustible que otros tipos de automóviles familiares.
Datos de la Agencia Francesa de la Salud y la Seguridad Ambiental publicados en mayo señalaron que unas diez mil personas mueren cada año en Francia debido a enfermedades (especialmente respiratorias) causadas por los gases que emiten los automóviles.
Estudios análogos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en otros países europeos arribaron a conclusiones equivalentes.
La OMS calcula, por ejemplo, que en Austria mueren cada año unas 2.400 personas a causa de emisiones de dióxido de carbono por motores de automóviles, y la organización ambientalista Greenpeace sostiene que en Alemania mueren anualmente por ese motivo 40 mil personas.
El ministro alemán del Ambiente, Juergen Trittin, del partido ecologista Die Gruenen (Los Verdes), intenta desde hace dos años imponer la instalación de un filtro en todo motor diesel, pero su iniciativa choca con la oposición del primer ministro socialdemócrata Gerhard Schroeder, a quienes sus detractores ambientalistas llaman el canciller de los automóviles por su defensa a ultranza de la industria del sector.
A comienzos de junio, el ministro de Ambiente estableció como objetivo gubernamental reducir el máximo de emisiones de dióxido de carbono para automóviles con motor diesel a 25 gramos por kilómetro, lo que haría obligatorio el filtro.
Trittin se apoya en el informe mensual de la Agencia Alemana Federal del Medio Ambiente correspondiente a junio, en el que se afirma que generalizar el uso de ese filtro en motores diesel aumentaría tres meses la esperanza de vida promedio de los alemanes. Los vehículos con motor diesel representan 44 por ciento del mercado automovilístico en Alemania, y 60 por ciento en Francia.
Land Rover, uno de los líderes mundiales en el sector de los vehículos doble tracción, anunció esta semana que la demanda de sus modelos aumentó 11 por ciento en 2003.
Para la nueva clase media alta urbana, manejar un 4 x 4 proporciona una sensación de seguridad en medio de la jungla de las ciudades. Un auto 'todo terreno' representa poder y posición social, dominación y determinación, según el psicólogo social Martin Lloyd Elliot, residente en Londres. (