En 2005, Año Internacional del Microcrédito, deberían recibir estas ayudas financieras 100 millones de familias pobres, según el programa de trabajo de las Metas del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Pero hasta ahora, apenas 20 millones de familias han accedido a microcréditos, según las estimaciones más optimistas.
Entre otros objetivos de desarrollo, la ONU se propuso abatir a la mitad, con plazo en 2015, la proporción de habitantes del mundo que vivan con menos de un dólar diario.
Aproximadamente 1.100 millones de personas, o 21 por ciento de la población mundial, se encuentran en esa condición de pobreza extrema.
Los microcréditos son un excelente sistema para impulsar el desarrollo de la economía, en especial en los países del Sur, dijo a IPS el director de la Fundación Iberoamericana para el Desarrollo (FIDE), Antonio Vereda del Abril.
Este jueves se inició en la nororiental ciudad española de Barcelona un diálogo internacional sobre pobreza, microcréditos y desarrollo que se extenderá hasta este sábado, inaugurado por la reina Sofía de España en el marco del Fórum Universal de las Culturas.
Los microcréditos son un eficaz instrumento de trabajo con el que afrontar el futuro de tantas personas que se debaten en la pobreza en todo el mundo, y emprender el camino del desarrollo, dijo Sofía.
Este tipo de créditos, por sumas de hasta 5.000 dólares, se otorga a personas o pequeñas empresas sin la exigencia de las tradicionales garantías bancarias o hipotecarias. Basta la presentación de un proyecto productivo cuyos ingresos permitan su devolución paulatina.
Vereda del Abril puso como ejemplo una experiencia impulsada por la FIDE en Honduras, en la que con un aporte de 70.000 euros (unos 87.000 dólares) se formó un fondo rotativo de microcréditos.
Los recursos se aportan a bancos comunales que administran mujeres de la región impulsando actividades agrícolas, negocios y servicios.
Allí se constituyeron 36 bancos, cada uno de ellos integrado por 16 mujeres con un límite de hasta seis personas por familia, lo que ha permitido que salgan de la pobreza 3.456 personas, sostuvo Vereda del Abril.
Iniciativas similares son impulsadas por la FIDE en Perú y en Bolivia.
Pero la mayor experiencia conocida hasta ahora es la de Bangladesh, con 96 por ciento de sus beneficiarias mujeres. La entidad que concede los créditos es el Grameen Bank, creada en 1976 con ese objetivo.
Tres millones y medio de personas han percibido microcréditos concedidos por el Grameen Bank, informó en Barcelona su fundador, Muhammad Yunus.
La experiencia vive un momento crucial para alcanzar el objetivo planteado 25 años atrás, estimó Yunus, cuando puso en marcha su invento y se planteó lograr que 100 millones de familias pobres de los países en desarrollo accedieran a esa asistencia.
Según los cálculos más optimistas, los microcréditos no han llegado a 20 por ciento de esas familias.
Grameen presta anualmente unos 500 millones de dólares en pequeñas sumas a personas que no pueden ofrecer garantías de devolución, pero 99 por ciento de estos créditos son devueltos, explicó Yunus, quien inició esa experiencia prestando de su propio bolsillo 27 dólares a cada uno de los primeros 42 beneficiarios.
Así se creó un sistema basado en la confianza mutua, la responsabilidad y la participación, en el que todos los prestatarios son a la vez copropietarios del banco prestamista.
La reina Sofía también impulsa proyectos de microcréditos y sigue de cerca la tarea de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI).
Quienes recibieron este tipo de respaldo han producido con tenacidad una gran revolución, una pacífica y serena revolución, convirtiéndose en auténticos protagonistas y motores de cambio de su sociedad, dijo.
La Conferencia Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno convocada para noviembre en San José de Costa Rica tendrá como lema central Educación para el desarrollo.
En el diálogo de Barcelona también se sugirió el vínculo con la educación. Según Yunus se trata de una ligazón natural, pues todas las familias beneficiarias de los microcréditos de Grameen han podido financiar el acceso de sus hijos a la educación, muchos de ellos a formación universitaria.
La secretaria de Estado de Cooperación de España, Leire Pajín, que dirigió la organización no gubernamental Solidaridad Internacional hasta asumir su cargo tres meses atrás, sostuvo que el gobierno aumentará su aporte a microcréditos, a los que ya dedica unos 250 millones de dólares que benefician a más de 30.000 personas, la mayoría de América Latina.
Fuentes diplomáticas dijeron a IPS que Madrid estudia un proyecto para cambiar deuda externa por proyectos de desarrollo, que se materializaría en la cancelación de parte de la deuda de países latinoamericanos, destinando a microcréditos las sumas correspondientes.
El alcalde socialista de Barcelona, Joan Clos -presidente del Fórum de las Culturas- consideró los microcréditos como una revolución cultural, más que económica pues permiten que se beneficien las mujeres, que conforman la mayor parte de la población pobre mundial.
