La crisis de la petrolera Yukos y el temor a posibles trastornos en el suministro mundial elevó el precio del crudo en Estados Unidos por encima de los 43 dólares, el nivel más alto en 21 años. El West Texas Intermediate se situó en los 42,90 dólares, pero en algunos momentos de la jornada llegó a los 43,05 dólares. El Brent experimentó fuertes revalorizaciones para llegar a los 39,60 dólares, su mayor nivel en 14 años. El alza en los precios se debió a que la empresa Yukos (que produce dos por ciento del petróleo mundial) advirtió que puede suspender la extracción y venta de este combustible, en cumplimiento de la decisión del Ministerio de Justicia de Rusia de prohibir a sus filiales hacer ese tipo de actividades.
