La reclasificación de campos petroleros de Bolivia fue una decisión "exclusivamente política, que perjudicó a los intereses nacionales al dejar de lado las recomendaciones de los técnicos de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y adoptar decisiones que favorecieron la inversión extranjera de capital. A causa de la resolución de reclasificar los pozos en existentes y nuevos, el país perderá más de 1.900 millones de dólares los próximos 20 años. En el informe escrito 1357/992000 del Ministerio de Desarrollo Económico, emitido al Parlamento Nacional, se da cuenta pormenorizada de las pérdidas que tiene el país por la reclasificación de campos. En el mismo, se evidencia que, sólo por el campo de San Alberto y por una participación del 32 por ciento, el país debería haber recibido 1.940.156 millones de dólares, tanto por gas natural como por petróleo. Además, se da cuenta que en reservas probadas y por reclasificación de hidrocarburos existentes, 17 pozos representan al país 718.536.996 millones de dólares los siguientes 20 años.