Cada vez más salas de cine en Estados Unidos exhiben documentales independientes críticos del presidente George W. Bush, que podrían arruinar todos sus intentos por mejorar su imagen de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.
La popularidad del filme Fahrenheit 9/11, del galardonado y polémico director Michael Moore, y otros documentales similares, representan un fenómeno que podría desconcertar a los responsables de las campañas publicitarias para los próximos comicios, en los que Bush buscará la reelección.
Moore ganó el año pasado un Oscar de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood por su documental Bowling for Columbine (Jugando bolos por Columbine), que recaudó 21 millones de dólares en los cines estadounidenses, algo inédito para ese género.
El filme es un irónico análisis de la afición de los estadounidenses por las armas, y toma el título de la localidad del central estado de Colorado donde en abril de 1999 dos adolescentes, después de jugar un partido de bolos, mataron a tiros a 13 compañeros suyos y luego se suicidaron.
Su nueva obra es ahora exhibida en más de 1.000 salas y ya recaudó 23 millones de dólares. Analistas aseguran que la película podría llegar a los 100 millones de dólares.
El actual ocupante de la Casa Blanca se prepara para invertir millones de dólares en avisos publicitarios en los próximos meses para mejorar su imagen. Su principal rival, el demócrata John Kerry, no será menos dependiente de la televisión, dominada por las grandes cadenas como ABC, CBS y NBC.
Los canales ya decidieron reducir el tiempo de su cobertura de la carrera presidencial en 40 por ciento este año, lo que significa que los candidatos deberán gastar más en avisos publicitarios para difundir sus mensajes.
Kerry ya destinó más de 120 millones de dólares a su campaña, de los que gran parte van para la industria de la publicidad, según el Centro para una Política Responsable, con sede en Washington, que investiga las inversiones de los partidos políticos y sus fuentes de recursos.
Por su parte, el gobernante Partido Republicano volcó para su campaña más de 150 millones de dólares.
El último documental de Moore ataca con dureza a Bush, exponiendo su doble discurso sobre la invasión a Iraq y sobre el terrorismo, y los estrechos vínculos entre su familia y el reino de Arabia Saudita.
También logran un éxito inusitado otros dos documentales independientes que tratan sobre la influencia de las grandes corporaciones en la política de Washington y en la cobertura periodística de la guerra en Iraq.
El filme canadiense The Corporation (La corporación), dirigido por Mark Achbar y Jenifer Abbot, fue estrenado el mes pasado en Estados Unidos y ya recaudó más de un millón de dólares.
Poco después se estrenó Control Room (Cuarto de control), de Jehane Noujaim, y fue un éxito inmediato en Nueva York. El documental muestra cómo cubrió la guerra en Iraq la cadena de televisión satelital qatarí Al Jazeera.
En esta película se muestra la destrucción de viviendas y la muerte de civiles a manos de soldados de la coalición, escenas que las cadenas estadounidenses no divulgaron.
Muchos de los que asistieron al estreno de este documental salieron de la sala llorando, sacudidos en especial por las imágenes de decenas de niños iraquíes descuartizados por las bombas.
La película también contiene imágenes de la muerte del periodista Tariq Ayub, de Al Jazeera, cuando cubría el bombardeo estadounidense sobre Bagdad en abril de 2003.
Cuarto de Control es exhibida en grandes cines, pero La corporación por ahora está lejos de la gran audiencia.
Otros documentales críticos a Bush que comienzan a exhibirse en los cines son WMD: Weapons of Mass Deception (AEM: Armas de Engaño Masivo) y Uncovered: The Whole Truth About the Iraq War (Revelado: toda la verdad sobre la guerra de Iraq).
También se exhibe The Hunting of the President (A la caza del presidente), sobre las investigaciones contra el ex presidente Bill Clinton (1993-2001) por su relación con la becaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky.
En todo el país se habla de estos documentales y de su posible impacto en la opinión pública de cara a los comicios de noviembre.
Votaría por él (Moore) si se postulara a la Casa Blanca. No me manipula para nada. Tiene un estilo hermoso y sin precedentes, dijo a IPS James Weir, un estudiante de antropología en la Universidad de la Ciudad de Nueva York.
Michael hizo una declaración muy dura sin ser polémico. Es un hecho: sólo los pobres van a la guerra, añadió.
En su película, Moore habla con familias de soldados enviados a Iraq y demuestra que la mayoría de los jóvenes pobres se ven forzados a alistarse en el ejército debido a que sus padres no pueden pagar su educación.
El documental va a afectar la opinión de la clase trabajadora. Le va a costar (a Bush) muchos votos, sostuvo la poeta y artista plástica Sara Glover, luego de ver el filme.
Tanto el Partido Demócrata como el Republicano se niegan a comentar públicamente el posible impacto que estos documentales tendrían en las elecciones, pero los responsables de campaña los toman muy en serio.
Los documentales nos dicen mucho sobre la situación del país. Creo que nos dicen que el país se está volviendo del Partido Demócrata, sostuvo el ex asesor de campaña demócrata Mandy Grunwald, entrevistado por el periódico The Washington Post.