Es imposible para un aficionado al fútbol no maravillarse ante «Pelé eterno», un documental que contiene más de 300 goles, jugadas inesperadas y triunfos tras triunfos del mejor jugador brasileño de todos los tiempos, además de algunos fracasos justificados por la brutalidad de adversarios.
Pero, sorprendentemente, el filme no logró la audiencia esperada. Cumplido un mes de exhibición se hizo evidente que difícilmente alcanzará los 300.000 espectadores, una taquilla que discrepa con la popularidad del llamado "atleta del siglo" en un país poblado de hinchas.
La exhibición comenzó con 150 copias de película, una distribución excepcional para un documental pero correspondiente a la expectativa de los productores. El promedio de 338 espectadores por cada material en los primeros días decepcionó el director, Aníbal Massaini, veterano de 31 largometrajes de ficción.
La frustración creció con la reducción de espectadores a la mitad, llevando a los responsables de los cines a sacar "Pelé eterno" de muchas de sus salas. En Porto Alegre, la capital del meridional estado de Río Grande del Sur con más de un millón de habitantes, solo un cine lo exhibe esta semana, relegado a una única sesión en el horario de ostracismo de las 13:30.
Las explicaciones son variadas. Las mujeres se niegan a ver un filme sobre fútbol, los jóvenes no se sienten atraídos por Pelé como antes los estuvieron sus padres, y éstos admiraron al futbolista en las canchas pero casi nunca van al cine.
"A algunas mujeres sí les gusta el fútbol, incluso en la pantalla", contrarrestó una señora de Porto Alegre que vio el filme el 27 de este mes, señalando sin embargo que amigas suyas se quejaron de que "es muy largo". Esa fue la queja espontánea de una niña de unos 10 años, acompañada de una amiga y dos amigos de edad pareja.
Los 125 minutos de exaltación de las cualidades de Pelé parecen demasiado incluso para los que son hinchas, pero no tan apasionados por el fútbol para admirar cada detalle de las fintas, el manejo indistinto del balón con ambas piernas, los cabezazos y los saltos increíbles. En definitiva: el ballet con la pelota.
El gran mérito del filme es la recuperación de muchas imágenes inéditas en el país, en el conjunto más completo sobre la carrera del futbolista. De algunas "obras maestras" de Pelé en la cancha, que no tienen registro filmado, se hizo una recomposición digitalizada o simulada por actores.
Para limitar el filme a poco más de dos horas, Massaini tuvo que renunciar a mucho material, que será aprovechado en disco de vídeo digital (DVD) y en una serie para televisión de por lo menos cuatro episodios. Son medios por los cuales los productores esperan recuperar los 1,8 millones de dólares que costó la obra.
Su guión es convencional, lineal. Cuenta la historia del jugador desde la infancia hasta el final de su carrera, cuando "exportó el fútbol" para popularizar ese deporte en Estados Unidos, jugando en el equipo del Cosmos de 1975 a 1977.
Para mostrar la genialidad del "rey del fútbol", además de las copas y campeonatos en que triunfó, el filme muestra didácticamente secuencias de goles de cabeza, los disparos que tanto hacía con el pie derecho como con el izquierdo, las fintas, los arranques e incluso su forma disimulada de golpear a adversarios que abusaban de la violencia para contenerlo.
Es una película que acumula pruebas de por que se le consideró un mago e incluso un dios de las canchas, capaz de hacer 36 goles en el primer torneo que disputó, el campeonato del estado de Sao Paulo, cuando tenía 16 años, y superarse el año siguiente, con 58 goles en 38 partidos.
"Es un gusto ver esa cantidad de goles, sus jugadas bonitas", comentó a IPS Guilherme Zingano, estudiante de educación física de 21 años, lamentando que el fútbol de hoy sea "trabado, de marcación fuerte, sin libertad", con los mejores futbolistas emigrados a Europa para ganar más dinero.
Pelé se negó a dejar el Santos, su único club de 1956 a 1974.
"Quiero ser como Pelé", afirmó Mateus Zetterman, sobrino que Zingano llevó a ver el filme, asistente a una "escuelita" de fútbol y a quien la película no le pareció demasiado larga, pese a sus escasos ocho años.
La taquilla decepcionante de "Pelé eterno" parece confirmar la opinión de quienes consideran al cine incompatible con el fútbol, y sostienen que los documentales nunca atraerán multitudes como las obras de ficción.
Sólo en esta década los documentales pasaron a tener exhibición comercial en el país, y su producción se multiplicó en el país. Pero pocos superaron los 100.000 espectadores.
El "tope" de 250.000 espectadores quizá sea superado por "Farenheit 9/11", el documental estadounidense de Michael Moore que se estrenará en Brasil en los próximos días, después de llevar millones al cine en su país de origen, por el atractivo político.
Se demostró que la apuesta a la popularidad ya mitológica de Pelé era un error. Los amantes del fútbol prefieren ver el deporte en las canchas, y forman un público distinto al del cine. Ahora parece una verdad comprobada que ni siquiera Pelé logra atraer multitudes al cine en Brasil.
Queda claro que el cine aún tendrá que innovar mucho y desarrollar algún talento no manifestado para aprovechar la popularidad del fútbol. (