PETROLEO: Precios bajan, pero no caerán

El valor del petróleo bajó en los tres últimos días, acompañando la decisión de la OPEP de elevar su producción a partir de julio, pero un desplome de precios está descartado porque persisten las razones que produjeron las alzas.

El petróleo marcador estadounidense West Texas Intermediate (WTI, crudo dulce ligero) se cotizó en Nueva York este viernes a 38,49 dólares el barril de 159 litros, con una pérdida de 79 centavos, en la tercera jornada a la baja luego de que el martes se vendió a 42,33 dólares, un récord desde que en 1983 se iniciaron las ventas a futuro en la bolsa neoyorquina.

En Londres, el Brent del mar del Norte, crudo de referencia para Europa, retrocedió 73 centavos por barril durante la jornada y se vendió a 35,67 dólares.

Durante la semana, la cesta de siete crudos de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) se vendió a 36,90 dólares el barril, en tanto los promedios semanales del WTI y del Brent fueron de 40,61 y 37,71 dólares, respectivamente, informó el Ministerio de Energía en Venezuela.

”Los precios reflejaron fuertes fluctuaciones. Los ataques llevados a cabo en Arabia Saudita e Iraq continúan generando gran nerviosismo en el mercado”, indicó el ministerio venezolano en su reporte semanal.

El temor por una posible interrupción en los suministros provenientes de Medio Oriente ”ha originado una gran actividad especulativa en los mercados de futuros”, dice el informe venezolano, ”pese a los esfuerzos que hace la OPEP de incrementar su producción para aliviar los altos niveles de precios”.

La OPEP está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela. Diez socios producen, oficialmente, 23,5 millones de barriles diarios, en tanto Iraq, socio fuera de los acuerdos de producción, extrae unos dos millones de barriles por día.

Los diez con acuerdos sobre cuotas admiten que se exceden en sus respectivos límites y tienen una sobreproducción de casi 2,5 millones de barriles por jornada, por lo que la oferta del conjunto de la OPEP es de unos 28 millones de unidades, aproximadamente 35 por ciento de los 80 millones de barriles que demanda el mundo cada día.

La Organización se reunió en Beirut el jueves y acordó elevar su producción oficial en dos millones de barriles diarios en julio y 500.000 unidades más en agosto, ”una decisión salomónica, que en la práctica legaliza la actual sobreproducción sin agregar grandes volúmenes a la oferta”, dijo a IPS el experto venezolano Francisco Mieres.

La mayoría de los productores de la OPEP ”como en casi todo el mundo, produce al límite de su capacidad y sólo queda Arabia Saudita con posibilidad de abrir los grifos. De hecho, (este país) ya anunció que bombeará unos 700.000 barriles diarios adicionales”, dijo Mieres.

El especialista, ex director del venezolano Centro de Estudios de la OPEP, puso en duda la tesis saudita de que puede agregar individualmente 1,5 o hasta 2 millones de barriles diarios, ”y menos ahora que los atentados de fundamentalistas islámicos han hecho salir a los empresarios e ingenieros de Estados Unidos y otros países”.

Mieres se refería a los atentados del fin de semana pasado en la oriental ciudad de Jobar, en la que 22 personas de diez nacionalidades murieron en una serie de ataques contra el sector del petróleo.

El ministro saudita de petróleo, Ali al-Naimi, reiteró en Beirut que las instalaciones petroleras de su país ”son muy seguras y no debe haber preocupaciones a ese respecto”, en tanto la OPEP debía ”luchar contra la percepción de que hay escasez de suministro en el mercado”.

El presidente de la OPEP y ministro petrolero de Indonesia, Purnomo Yusgiantoro, admitió que los precios durante el último trimestre ”superaron las expectativas”, pero ello sucedió ”independientemente de que el mercado está bien abastecido”.

Alí Rodríguez, presidente del grupo estatal Petróleos de Venezuela, sostuvo que los precios se mantienen elevados al combinarse la inestabilidad de Medio Oriente con una demanda sostenida por el crecimiento de la economía mundial, tanto en Estados Unidos -el mayor consumidor de energía- como en países como China e India.

En Estados Unidos se agrega además una inusitada sed de gasolina que no alcanza a satisfacer su parque refinador, por lo que acude a toda la cuenca del Atlántico para comprar ese combustible, y la demanda del derivado arrastra la del crudo, su materia prima.

Mieres estimó que ”el actual cuadro de la economía internacional es diferente al de 1997”, cuando una apertura de los grifos de la OPEP sobre un mercado prácticamente saturado desplomó los precios en los años siguientes incluso por debajo de los 10 dólares por barril.

Rusia, el segundo productor mundial después de Arabia Saudita ”está reventando los pozos y no tiene capacidad de incrementar sustancialmente las exportaciones”, en tanto la producción del mar del Norte ”declina en Gran Bretaña, que pronto volverá a ser un importador petrolero, y luego declinará también en Noruega”.

En esta oportunidad ”estamos ante un mercado de vendedores”, dijo Mieres, y subrayó que entre los oferentes sólo los países de la OPEP están en condiciones de modificar sus niveles de producción para atender la demanda.

Los precios podrán bajar del nivel de 40 dólares por barril al que llegaron en mayo, ”pero no se desplomarán”, sentenció.

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