IRAQ: ONU pierde credibilidad al ceder a presión de EEUU

Cuando el presidente George W. Bush acudió en mayo a la ONU buscando ayuda para organizar las elecciones en Iraq y el gobierno interino, altos funcionarios del foro mundial creyeron ver a Estados Unidos con la cola entre las patas.

Pero la pelota cambió de cancha, dicen ahora analistas de asuntos de Medio Oriente y ex funcionarios de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).

”Lamento” que el enviado especial de la ONU a Iraq ”Lakhdar Brahimi se haya unido” al ex inspector de armas Hans Blix ”en la lista” de funcionarios que ”se arrodillaron ante Washington hasta que fue demasiado tarde”, dijo el director ejecutivo del no gubernamental Instituto para la Responsabilidad Pública, Norman Solomon.

Luego de la designación del presidente, el primer ministro y los restantes miembros del nuevo gobierno interino iraquí, Brahimi describió al jefe de la Autoridad Provisional de la Coalición ocupante, el diplomático estadounidense L. Paul Bremer, de ”dictador de Iraq”.

”El tiene el dinero. Tiene la firma. Y nada sucede sin su anuencia en este país”, dijo Brahimi el miércoles, luego de admitir que sufrió ”terrible presión” de Estados Unidos y del disuelto Consejo de Gobierno Iraquí designado por Washington, que habían hecho sus propias selecciones.
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”No creo que nadie pueda exagerar el impacto de este gran retroceso en la reputación de la ONU”, dijo a IPS Salim Lone, quien trabajó más de 20 años en el foro mundial y sobrevivió ileso al atentado contra sus oficinas en Bagdad, que dejó una veintena de muertos en agosto.

Lone advirtió que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y su equipo deben ”echar una mirada franca sobre cómo la organización debe protegerse de la reiterada presión estadounidenses para que firme en las líneas punteadas por todo lo que se relacione con Medio Oriente”.

El hecho de que Bush haya acudido a la ONU tiene, básicamente, el objetivo de que el foro ofrezca un sello de legitimidad a los planes estadounidenses.

Muchos pensaron que la supuesta participación de Brahimi en el proceso de selección del nuevo gobierno iraquí era un mentís. ”Desafortunadamente, los críticos tenían razón, e incluso algunos observadores occidentales quedaron desconcertados por el alineamiento de la ONU con Estados Unidos en este asunto vital”, dijo Lone.

A pesar de que Bush había dicho públicamente que Brahimi sería el encargado de elegir al gobierno interino, el enviado de la ONU no logró que sus preferencias resultaran decisivas.

El nuevo primer ministro, Ayad Allawi, quien tiene estrechos vínculos con la inteligencia de Estados Unidos y de Gran Bretaña, no era el preferido por Brahimi, ni tampoco el nuevo presidente interino, Ghazi Yawar.

El diario The Washington Post indicó que Allawi fue apoyado por Bremer, quien lo consideró más coincidente que los restantes candidatos a las posiciones de Estados Unidos.

”Después de permitir que lo utilizaran en una farsa, Brahimi se queja de que Bremer es 'el dictador de Iraq'. Bueno, cualquiera que prestara atención sabía eso, y cualquiera sin temor de ser honesto estaba dispuesto a decirlo públicamente”, dijo Solomon a IPS.

”Nos hemos acostumbrado al desalentador espectáculo de funcionarios de la ONU que hacen de cuenta que no están siguiéndole el juego a Estados Unidos, lo cual resulta muy dañino para la credibilidad del foro mundial ni para las perspectivas de paz”, agregó.

Los motivos por los cuales la ONU no defendió el derecho internacional y la transparencia en Iraq solo se pueden especular, según Solomon.

”Pero no necesitamos especular sino ver las consecuencias, que incluyen el creciente unipolarismo y el hecho de que la ONU funciona como una herramienta, a veces reticente, de la Casa Blanca”, sostuvo.

Un ex alto funcionario de varias misiones de mantenimiento de la paz de la ONU dijo a IPS que el foro no se ha dado cuenta a tiempo de que el gobierno de Bush lo ha empleado como frente político para imponer su propia agenda internacional.

”Estoy soprendido de que en los altos cargos de la ONU no hayan comprendido esto ni aceptar la realidad de la situación”, agregó.

De todos modos, Lone admitió que la ONU debe tener ”relaciones estrechas y de mutuo apoyo con la única superpotencia mundial”.

”Aunque debe haber límites claros, y en cierto punto la ONU debe manifestar en público sus desacuerdos para proteger sus propios intereses”, concluyó.

Annan negó haber sido manipulado. ”Creo que sería erróneo decir que la ONU se dejó usar”, sostuvo, y agregó que Brahimi ”hizo lo mejor que pudo”.

”Y el gobierno incluye seis mujeres, lo cual es todo un paso al frente. Debemos mirar el gobierno como un todo, no sus miembros individuales”, afirmó.

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