IRAQ: Nuevo gobierno despierta suspicacias en mundo árabe

Los países árabes desconfían del nuevo gobierno interino de Iraq, designado por un acuerdo entre dirigentes nacionales, Estados Unidos y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El nuevo gobierno estará cargo de convocar para el año próximo las primeras elecciones generales tras la caída del presidente Saddam Hussein, en abril de 2003.

Los líderes árabes desconfían de la capacidad de la administración interina para conducir el país hacia la independencia política, pero aplaudieron al flamante presidente, jeque Ghazi Ojeil Yawar.

Se trata de un jefe tribal que no sigue las directivas de Estados Unidos y que pidió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que diera a su país plena soberanía cuando se extinga la autoridad de la ocupación militar, el 30 de este mes.

Pero Washington insiste en mantener en un futuro cercano en Iraq 150.000 soldados de la coalición, la mayoría estadounidenses, con la finalidad de garantizar la seguridad.

Luego de dos días de enfrentamientos, el gobierno de Estados Unidos y el enviado de la ONU a Iraq, Lakhdar Brahimi, acordaron ubicar a Yawar en la jefatura de Estado, un cargo esencialmente ceremonial. El preferido por Brahimi, Adnan Pachachi, había rechazado el honor.

A cambio, el Consejo de Gobierno Iraquí designado por Estados Unidos acordó disolverse con efecto inmediato y aceptó la constitución de un gabinete encabezado por Iyad Allawi en el cargo de primer ministro.

Allawi, un neurocirujano educado en Gran Bretaña, tiene estrechos vínculos con la inteligencia de Washington y de Londres, según informes de prensa procedentes de esas dos capitales.

En la ceremonia de investidura, Yawer dijo que su objetivo era convertir Iraq en una nación unificada, ”sin asesinos ni delincuentes”.

Las primeras y cautelosas reacciones ante el nombramiento del nuevo gobierno interino iraquí procedieron del secretario general de la Liga Arabe, Amr Moussa, cuya organización abarca 22 países del área.

”Como hubo consenso entre todos los involucrados, el señor Yawar representa la voluntad conjunta del Consejo de Gobierno”, dijo Moussa, quien evitó mayores comentarios.

Cuando el Consejo de Gobierno Iraquí fue designado en julio pasado por el jefe de la Autoridad Provisional de la Coalición ocupante, el diplomático estadounidense L. Paul Bremer, la Liga Arabe se negó reconocer al órgano.

De todos modos, luego de presiones de Estados Unidos y de sus aliados en la Liga, la membresía de Iraq a la organización se renovó provisionalmente por un año.

El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, se mostró tan circunspecto como Moussa.

Mubarak manifestó a la estatal Agencia de Noticias de Medio Oriente (MENA) ”el completo apoyo egipcio a los planes futuros de Yawar para consolidar los pilares de la soberanía, la independencia y de un auténtico gobierno nacional”,

Ni el primer ministro Alawi ni su gabinete fueron mencionados por el presidente egipcio en su declaración.

El canciller jordano Marwan Moashar también evitó mencionar nombres. ”Jordania aceptará a quienquiera que el pueblo iraquí elija para guiarlo en la dirección correcta hacia la recuperación de la soberanía”, sostuvo.

Los únicos aplausos procedieron de Irán.

”Quizás este gobierno no colme todas nuestras expectativas, pero es un paso adelante. Nos complace que comience a trabajar”, dijo a IPS el clérigo Hassan Rowhani, jefe del Consejo Supremo de Seguridad Nacional.

La reticencia de muchos gobiernos árabes a aplaudir abiertamente al nuevo gobierno interino iraquí se debe al hecho de que aún se desconoce el futuro rol de Estados Unidos en el país ocupado.

Muchos líderes árabes cuestionan la limitada autoridad del gobierno interino para conducir el país hacia las elecciones programadas para finales de enero de 2005, dada la interferencia de Estados Unidos en todos los aspectos de la vida en Iraq, de la seguridad a la política.

”Iraq está aún bajo ocupación estadounidense. Washington aún lleva la voz cantante y continúa saliéndose con la suya”, dijo a IPS un funcionario de la Liga Arabe en El Cairo que pidió reserva sobre su identidad.

”Al fin y al cabo, esto es un problema muy serio para muchos líderes árabes. Por un lado, reconocen que Iraq está en el camino hacia la soberanía. Pero, por el otro, la cuestión no es limitarnos a apoyar sin más a este gobierno”, añadió.

Los funcionarios iraquíes deben demostrar que procuran la recuperación de la soberanía plena, pues sólo así alcanzarán el reconocimiento internacional necesario para que otros países envíen tropas en reemplazo de la fuerza de ocupación encabezada por Estados Unidos.

Un borrador de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU presentado por Estados Unidos y Gran Bretaña establecería un cronograma paral la retirada de los soldados ocupantes, y asigna al nuevo gobierno el control total sobre las fuerzas de seguridad iraquíes.

Hoy están apostados en Iraq más de 130.000 soldados estadounidenses, mientras Washington asegurar preferir la constitución de una fuerza multinacional de mantenimiento de la paz con fuerte presencia árabe y musulmana.

Además, muchos de los militares estadounidenses están hace un año ininterrumpido en Iraq e imploran un respiro.

La Liga Arabe, la Casa Blanca y muchos iraquíes esperan que la resolución del Consejo de Seguridad reconozca explícitamente al nuevo gobierno iraquí como representante de la soberanía de Iraq, algo que el foro mundial había evitado cuando se constituyó el hoy disuelto Consejo. (

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