IRAQ-EEUU: Legisladores revisan facturas de Halliburton

Auditores militares y legisladores de Estados Unidos acusan a la compañía constructora y de servicios Halliburton de inflar facturas y libros contables de sus contratos con el gobierno por sus actividades en Iraq.

"En nuestra opinión, el sistema de facturación del contratista es en parte inadecuado", indicó la Agencia de Auditoría de Contratos de Defensa (DCAA, por sus siglas en inglés) en un informe divulgado por el representante Henry Waxman, del opositor Partido Demócrata.

"Nuestro examen reveló varias deficiencias en el sistema de facturación de KBR", agrega el estudio, en referencia a Kellogg Brown and Root, subsidiaria de Halliburton y principal contratista de Washington en Iraq.

Las fallas del sistema "resultan en facturas al gobierno que no están preparadas de acuerdo con las leyes, regulaciones y términos contractuales aplicables", advierte la auditoría, a la que IPS tuvo acceso.

El informe también se refiere a deficiencias del sistema que causaron errores de facturación y que no fueron prevenidos, detectados o corregidos con puntualidad.

Halliburton, la compañía que recibió los contratos más lucrativos en Iraq, es objeto varias investigaciones. Su gerente general fue entre 1995 y 2000 el hoy vicepresidente Dick Cheney, quien, según organizaciones civiles, aún recibe una asignación de 150.000 dólares anuales de la empresa.

El nuevo informe, con fecha 13 de mayo, también indica que la empresa tiene controles inadecuados sobre sus subcontratistas y que "no supervisa el avance físico de los subcontratos, sus costos relativos ni su facturación".

La auditoría propuso que no se le permita a KBR emitir facturas directas y que se le obligue a presentar toda esa documentación a la DCCA, que debería, en ese caso, prestarles su aprobación provisoria antes de ser remitidas para su pago.

También recomendaron que KBR someta un detallado plan de corrección de las deficiencias mencionadas en el informe.

Waxman manifestó su alarma porque algunos contratos de KBR no fueron expuestos el martes ante una audiencia del Congreso convocada especialmente para considerar el asunto.

Varios legisladores han exigido acceso a información sobre los contratos aprobados por el gobierno de Bush para la reconstrucción y desarrollo de Iraq, incluidos los que por 7.000 millones de dólares se firmaron con KBR.

Una de las acusaciones contra esa firma se refiere a la sobrefacturación de 61 millones de dólares por venta de gasolina al ejército estadounidense en Iraq —un dólar de más por cada galón (0,264 litros)—, en el marco de un contrato asignado sin licitación pública.

Además, se acusa a otros empleados de cobrar 6,3 millones de dólares en concepto de sobornos por otro contrato en Iraq, y de facturar tres platillos por cada uno de los que en realidad servían en un cuartel de Kuwait.

Halliburton está a cargo de buena parte de la reconstrucción de la infraestructura petrolera iraquí, pero también ofrece servicios de alimentación, vivienda temporaria, lavandería y conexión a Internet a los soldados allí apostados.

Esta firma se ha convertido en el paradigma del carácter reservado de los contratos en el Iraq de posguerra y de las oportunidades de lucro que la actitud beligerante del gobierno de Bush brindó a empresas cercanas al poder.

El Inspector General del Departamento (ministerio) de Defensa derivó el contrato por suministro de combustible a cargo de KBR al Servicio de Investigaciones Penales de esas carteras, que analiza una posible demanda judicial.

Pero Waxman alertó que los legisladores deben estar alerta luego de que cinco ex empleados de Halliburton y un alto ejecutivo de una de sus firmas subcontratistas describieron a los investigadores ejemplos de despilfarro, fraude y abusos en los contratos iraquíes.

El legislador demócrata afirmó el lunes que el Comité de Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes debería recibir a los empleados para atender su testimonio.

David Wilson, uno de los responsables de la escolta de cargas de Halliburton en Iraq, y James Warren, chofer de la compañía, describieron episodios en los cuales se dejaba abandonados camiones de 85.000 dólares si tenían problemas mecánicos menores, aunque fuera un neumático pinchado.

La experta en logística de Halliburton Marie De Young también describió casos de sobrefacturación y mal manejo generalizados.

Por ejemplo, aseguró que la empresa no cumplió con el pedido del ejército de trasladar a sus empleados de un hotel de cinco estrellas en Kuwait, a un costo de 10.000 dólares diarios, a tiendas de campaña con aire acondicionado, una opción de 600 dólares.

Mientras, Michael West, capataz de Halliburton, afirmó que él y otros empleados pasaron semanas en Iraq sin nada que hacer, con instrucciones de registrar en sus planillas siete jornadas semanales de 12 horas cada una.

West le informó a Waxman, además, que su superior le ordenó conprar equipamiento innecesario. "No se preocupe por eso. Es un contrato 'cost-plus-plus'", le dijo el supervisor. Esta expresión inglesa denomina contratos en que el cliente debe pagar los costos más una suma fija estipulada de antemano.

"Estos individuos tienen conocimiento de primera mano de despilfarro, fraude y abuso flagrante en los contratos de Halliburton en Iraq", observó Waxman.

Halliburton esgrimió conexiones de alto nivel y aportes a campañas electorales para obtener contratos que le aseguraran beneficios de la guerra de Bush contra el terrorismo, no solo en Iraq sino también en Afganistán, la cubana bahía de Guantánamo y en otras regiones, según organizaciones civiles estadounidenses.

Se trata de una de las 10 principales contratistas militares estadounidenses: recibió 3.900 millones de dólares de las fuerzas armadas en 2003, 680 por ciento más que el año anterior.

El presupuesto del Pentágono (Departamento de Defensa) supera los 400.000 millones de dólares al año, mientras el del flamante Departamento de Seguridad Interna es de alrededor de 40.000 millones. Las guerras en Afganistán y en Iraq han costado hasta ahora 180.000 millones de dólares.

Fuentes del Congreso calculan que Halliburton ha recibido desde el inicio de la guerra contra el terrorismo, declarada por Bush en 2001, un total de 8.200 millones de dólares por sus contratos dentro y alrededor de Iraq. ***** +Informe de la auditoría del Pentágono en la página del Congreso de EEUU, en inglés y formato pdf (http://www.house.gov/reform/min/pdfs_108_2/pdfs_inves/pdf_admin_halliburton_contract_dcaa_audit_june_14_rep.pdf) +Agencia de Auditoría de Contratos de Defensa, en inglés (http://www.dcaa.mil/) +Auditores del Pentágono apuntan contra Halliburton (https://www.ipsnoticias.net/interna.asp?idnews=28881) (FIN/IPS/traen-mj/em/ip if ik/04)

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