El atún rojo está en peligro de extinción y la Unión Europea debe cesar las subvenciones a su engorde y pesca, afirmó el grupo ambientalista Fondo Mundial de la Naturaleza/Asociación de Defensa de la Naturaleza (WWF/Adena), en un informe presentado este lunes en Madrid, Roma, Bruselas, Ginebra, Tokio y Washington.
En otro informe, que será presentado a fines de este mes en la sudoccidental isla japonesa de Okinawa, la misma organización no gubernamental (ONG), con presencia en 100 países, señala que urge proteger a los corales de agua fría, a los que considera de importancia vital pues albergan a cientos de especies de peces, algunas de gran interés comercial.
Según WWF/Adena, la población de atún rojo disminuyó 80 por ciento en las últimas tres décadas, y en 2003 se introdujeron de 21.000 a 25.000 toneladas de esa especie en jaulas ubicadas en el Mediterráneo.
Eso determinó que el año pasado se superase ampliamente la cuota de 32.000 toneladas de pesca autorizada por la Comisión para la Conservación del Atún Atlántico, la que a su vez estaba por encima de las 26.000 toneladas recomendadas por los científicos.
La ONG denunció asimismo que las subvenciones al engorde brindadas por el Instrumento Financiero para la Orientación de la Pesca de la UE contribuyeron al espectacular incremento de esa actividad.
Por ejemplo, en los últimos cinco años compañías de engorde de Murcia, al sudeste de España, recibieron unos 4,5 millones de euros (unos 5,4 millones de dólares) de subsidios, señaló.
Además, la flota de cerco de atún de Francia, Italia y España, que pesca para las granjas, fue totalmente renovada e incrementó su capacidad en los últimos años con subvenciones de la UE, lo que en el caso español ha significado multiplicar por dos y tres veces el tonelaje de los barcos.
Según WWF/Adena, no menos de veinte millones de euros (24 millones de dólares) fueron destinados por la UE para el engorde en cautividad de esa especie.
En consecuencia, el grupo ambientalista demandó la inmediata eliminación de las ayudas públicas para esa actividad, y la de aquellos subsidios que promuevan la sobrepesca o actividades ilegales, además de una moratoria a la creación de nuevas granjas hasta que se legisle adecuadamente.
Por su parte el asesor jurídico de la española Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, Jacinto Insunza, abogó por respetar la legalidad para evitar que puedan activarse granjas de atún que no respetan las exigencias reglamentarias, y en especial que se realice el Estudio de Impacto Ambiental.
Lo que interesa es que se proteja el ecosistema en su conjunto, alegó.
En cuanto a los corales de agua fría, WWF/Adena anticipó que sus investigaciones llevaron a la conclusión de que son más abundantes y numerosos de lo que se suponía, pues hasta hace poco se pensaba que la mayoría de ellos se encontraban en las aguas del Hemisferio Norte, mar adentro de las costas de Canadá, Escandinavia y las islas británicas.
Con el empleo de las últimas tecnologías submarinas, los investigadores descubren ecosistemas de corales de agua fría en casi todos los mares y océanos, incluyendo el mar Mediterráneo, y en lugares tan distantes entre sí como Brasil, Indonesia, las ecuatorianas islas Galápagos o Angola.
De todos modos, hay que proteger a los corales de agua fría, porque su tasa de crecimiento es diez veces inferior a los de aguas templadas o tropicales, y albergan a cientos de especies de peces, algunas de gran interés comercial, sostuvo el director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Klaus Toepfer.
Toepfer visita España para participar en actos por el Día Mundial del Medio Ambiente, que se prolongan varios días en el Forum Barcelona 2004, un encuentro cuya intención declarada es buscar un modelo alternativo de globalización con base en la diversidad.
La pesca de arrastre ha arrasado con productivos arrecifes del Atlántico, muchos de los cuales muestran profundas cicatrices provocadas por esa práctica, que consiste en sumergir redes hundidas con placas de acero de hasta diez toneladas, y arrastrarlas desde los barcos por los fondos marinos.
Los arrecifes también son afectados negativamente por las exploraciones y extracciones mineras y petrolíferas, el tendido de cables y conexiones para comunicación, y el vertido de desechos.
Estos corales desempeñan un papel fundamental en el medio marino, ya que proporcionan su hábitat a tiburones, peces y crustáceos de aguas profundas, y pueden contribuir a restablecer pesquerías, explicó el responsable internacional del Programa Marino de WWF/Adena, Simon Cripps.
Además de realizar denuncias, la ONG destacó hechos positivos, como que Noruega, Irlanda, Gran Bretaña y Estados Unidos ya han dispuesto medidas de protección para algunos de sus arrecifes de coral.
España tiene conocimiento de la existencia de importantes formaciones de corales de agua fría en sus aguas territoriales, pero la exploración científica es escasa comparada con la de países vecinos, afirmó Susana Requena, responsable de Areas Marinas Protegidas de WWF/Adena.
Por ello, reclamó medidas de protección preventiva de forma inmediata, además de la legislación que requiere la UE, el control de las subvenciones y la moratoria para las granjas piscícolas.
La posición de WWF/Adena coincide con la del PNUMA, que se ha puesto como objetivo este año la denuncia de la deforestación marina.