Al alentar la creación de una fuerza multinacional permanente de mantenimiento de la paz, Estados Unidos cosechó aplausos y abucheos entre organizaciones no gubernamentales y pacifistas.
El objetivo de la Iniciativa de Operaciones de Paz Globales (IOPG) es establecer una fuerza bien entrenada y equipada de soldados básicamente no estadounidenses —la mayoría, africanos— en los próximos cinco años.
La ONU (Organización de las Naciones Unidas) está muy entusiasmada con esto, dijo Don Kraus, copresidente de la no gubernamental Alianza por Operaciones de Paz Efectivas.
El foro mundial, explicó Kraus, podría apelar a tropas de la IOPG para sus propias operaciones de mantenimiento de paz, que constantemente sufren la carencia de recursos humanos.
Pero si la comunidad global habla en serio de paz, el énfasis debería ser la deslegitimación de la guerra, la prevención de los conflictos y el respeto del derecho internacional, dijo, en cambio, Joan Russow, del centro académico Global Compliance Research Project.
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Para Russow, la IOPG, al suponer la creación de nuevos contingentes militares, contradice ese objetivo.
Debería ponerse fin al desproporcionado comercio de armas y al subsecuente intento de racionalizar el fracaso con 'mantenimientos de la paz'. Deberíamos apartarnos del ciclo de perpetuación del error y de los vanos intentos de rectificarlo, dijo Russow a IPS.
La experta sospecha que, con su propuesta, Washington pretende entrenar y equipar a pacificadores de Africa y de otros países en desarrollo como brigada de reserva para la limpieza, luego de las 'intervenciones humanitarias' o ataques preventivos estadounidenses, como en Iraq o en Haití.
Estados Unidos está cambiando su modalidad de las operaciones encubiertas —como la Zapata contra Cuba o la Cóndor contra el Cono Sur americano— a operaciones abiertas, como 'Libertad Duradera' en Afganistán o 'Libertad Iraquí', sostuvo.
Kraus sostuvo que uno de los principales problemas de las misiones de mantenimiento de la paz de la ONU es que su despliegue en la actualidad insume entre 30 y 90 días, cuando lo ideal es que entre 15 y 30 días estén prontos para la acción.
La propuesta estadounidense es una respuesta a ese problema, añadió Kraus, también director de la Campaña por la Reforma de la ONU.
En los próximos años, se prevé que Estados Unidos y otras naciones occidentales entrenen, equipen y suministren apoyo logístico a fuerzas internacionales dispuestas a participar en operaciones de mantenimiento de la paz, según el activista.
Se estima que entre 65 y 75 por ciento de la iniciativa sea financiada por el Grupo de los Siete países más industrializados del mundo (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón). Allí es donde está el dinero, sostuvo Kraus.
Estados Unidos ya comprometió un aporte de 660 millones de dólares para concretar su propuesta, que, según Kraus, logrará duplicar la cantidad de soldados hoy disponibles para operaciones de mantenimiento de la paz.
Por su parte, el clérigo anglicano ugandés residente en Estados Unidos Gabriel Odima, del Centro Africano para la Paz y la Democracia, dijo a IPS que Estados Unidos y la Unión Europea deberían trabajar con los pocos gobiernos democráticamente elegidos de Africa por el mantenimiento de la paz en el continente.
Las fuerzas que impiden el desarrollo y mantenimiento de la paz y de la seguridad en Africa son fuertes y poderosas, añadió Odima.
La ONU tiene la responsabilidad moral de ayudar al pueblo africano a encontrar la paz y a detener el derramamiento de sangre en países como Uganda, República Democrática del Congo, Burundi, Ruanda, Costa de Marfil, Sudán, Somalia y República Centroafricana, indicó.
El foro mundial registra hoy un aumento sin precedentes en sus operaciones de mantenimiento de la paz en todo el mundo.
Pero la mayoría de los soldados que las integran proceden de países en desarrollo, con relativamente escaso aporte humano de Estados Unidos y de los países de la Unión Europea.
Con las flamantes operaciones en Liberia y en Costa de Marfil, y las propuestas para Haití, Burundi y Sudán, el total de soldados en este tipo de misiones habrá aumentado al cabo de este año de los actuales 53.500 a 70.000.
Estados Unidos y la Unión Europea, tradicionalmente reticentes a participar en estas misiones —en especial en Africa— no han dado señales de querer aumentar su participación.
Por otra parte, la convocatoria de misiones de mantenimiento de la paz al margen de la ONU —convocadas ya sea por Estados Unidos o por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)—redujeron el alcance de las del foro mundial.
En abril, los mayores contribuyentes a las misiones de mantenimiento de la paz de la ONU eran países en desarrollo: Pakistán (7.680 soldados), Bangladesh (6.362), Nigeria (3.398), India (2.930), Ghana (2.790), Nepal (2.290), Uruguay (1.833), Kenia (1.826), Etiopía (1.822) y Jordania (1.804).
Del mundo industrial, los principales contribuyentes eran Portugal (558 soldados), Estados Unidos (562), Gran Bretaña e Irlanda del Norte (550), Francia (509) e Irlanda (485).
De las 14 misiones de mantenimiento de la paz, seis se encuentran en Africa: Sáhara Occidental (iniciada en abril de 1991), República Democrática del Congo (noviembre de 1999), Etiopía y Eritrea (julio de 2000), Liberia (septiembre de 2003), Costa de Marfil (abril de 2004).