Dos días de movilizaciones protagonizadas por representantes de 15 países en calles y plazas del puerto español de Vigo posibilitaron avanzar en la elaboración de la Carta Mundial de las Mujeres para la Humanidad, un aporte de principios esenciales para luchar por otro mundo mejor.
La denominada Marcha Mundial de las Mujeres (MMM), convocada bajo el lema de ser diferentes pero nunca desiguales, se encargó de acentuar la denuncia contra la discriminación sexual que aún sigue produciéndose en todo el planeta.
Las manifestaciones callejeras y la feria de foros y conciertos varios realizados de forma simultánea, a las que asistieron más de 30.000 personas, convirtió durante el fin de semana a esta ciudad portuaria, ubicada en el noroeste de la península Ibérica, en la capital mundial del feminismo.
Al arribar la cabeza de la marcha a la Plaza de América, tras 90 minutos de andar por el centro de la ciudad, representantes de las coordinadoras locales, europea y mundial dieron lectura al manifiesto en gallego, castellano, francés e inglés.
Un momento especialmente emotivo, en el cual se intensificaron los gritos Nunca Mais (Nunca más, en gallego), se vivió en la plaza cuando la coordinadora gallega, Lupe Ces, destacó que la última mujer asesinada en Galicia, dos días antes, fue víctima de los malos tratos.
En estos dos días de movilizaciones se avanzó en la redacción de la Carta Mundial de las Mujeres para la Humanidad, que será debatida y aprobada el 12 de diciembre en Ruanda.
Diane Matte, de Québec, coordinadora mundial de la Marcha, dijo a IPS que el movimiento está trabajando sobre la base de que el feminismo es necesario para toda la humanidad y no sólo para las mujeres.
Ese feminismo, indispensable para construir otro mundo, se condensa en cinco principios: igualdad, libertad, solidaridad, justicia y paz, que deben considerarse juntos, unidos, sin exclusiones, añadió.
En este mundo, donde priman el neoliberalismo, las guerras, la pobreza y la discriminación sexual y social, los valores femeninos adquieren un valor central para luchar por otro mundo mejor, porque es posible lograrlo, continuó con énfasis.
Vigo 2004 ha constituido un punto de inflexión, un punto de referencia mundial contra la pobreza y la violencia, concluyó la coordinadora de la MMM.
La Carta de la MMM será lanzada mundialmente el 8 de mayo de 2005 desde la sudoriental ciudad brasileña de San Pablo.
También se ha previsto que el 17 de octubre del mismo año próximo, cuando se celebra el Día Mundial contra la Pobreza, se realizarán actos públicos de solidaridad organizados por las 6.000 organizaciones de 163 países que integran la MMM, a las 12 horas de cada uno de los 24 husos horarios del planeta.
Lupe Ces, coordinadora de la marcha de Vigo, hizo hincapié en que a las mujeres que participan en la MMM nos separan miles de kilómetros, vivimos diferentes realidades, pero compartimos sueños y esperanzas.
Somos mujeres de todos los orígenes y nacionalidades, de orientaciones políticas y sexuales diferentes, pero todas inconformes y que no nos resignamos a la indignidad, apuntó.
La delegada del pueblo saharaui, Fátima Mohamed Salem, señaló en el transcurso de la marcha que las actividades realizadas por la MMM son la mejor manera de pedir a la sociedad internacional que se respeten los derechos de las mujeres.
La movilización de Vigo fue encabezada por una pancarta con el lema Por una Europa de Todas. Diferentes sí, desiguales no y en la misma también participaron muchos hombres con pegatinas con la leyenda Eu non son cómplice (Yo no soy cómplice, en lengua gallega) de los malos tratos ni de la discriminación.
Entre los cánticos entonados por los participantes se destacaron Vamos a quemar a la Conferencia Episcopal, por machista y patriarcal, jueces y fiscales también son culpables y las mujeres estamos hasta el culo, de tanto tío duro, referencias todas ellas a la discriminación y la violencia sexual.
En uno de los foros realizados en la Feria Feminista que se realizó de forma simultánea se debatió acerca de la Constitución Europea que están discutiendo los 25 países miembros del bloque. A ese respecto, Luisa Ocampo, responsable del mismo, dijo a IPS que la ley fundamental a crear deberá establecer la plena equiparación de mujeres y hombres en la vida política, económica, social y cultural.
También tendrá que defender el derecho de las mujeres a disponer de su cuerpo y a elegir su modo de vida y su orientación sexual, además de garantizar los derechos sociales y la calidad de vida, incluyendo el permiso de llegada e integración de inmigrantes.
Los constituyentes, concluyó, deberán tomar nota de que las mujeres y los hombres mayoritariamente rechazamos las guerras y los gastos militares y queremos una Europa social, integradora e igualitaria, lo que también tendrá que reflejarse en el texto en cuestión.
Entre las disertantes en ese y otros foros estuvieron además de las organizadoras la guineana Remei SIPI, la británica Elisabeth Russel, la iraní Nazanin Amiriam, la mexicana Rosa Isela Serrano, la dominicana Geraldine Céspedes y las españolas Lidia Senra, Chini Rueda, María José Torres y Pilar Wirtz.
En el acto de clausura, celebrado en la Plaza de América, otra coordinadora viguense, Victoria Iglesias, subrayó que, con las actividades realizadas, demostramos que somos capaces de movernos, de mover el mundo y, aunque hoy estamos cansadas, tenemos que seguir adelante para cambiar la situación de esta Europa y de este mundo que no nos gusta; juntas podemos.
La alcaldesa de Vigo, Corina Porro, quién apoyó la Movilización y el Foro, declaró que los actos acogidos por su ciudad constituyen un no rotundo a la violencia de género y un no rotundo a la pobreza con rostro de mujer.
También el coordinador general de la coalición Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, quien viajó expresamente a Vigo para apoyar la Marcha, afirmó que, desgraciadamente, la pobreza y la discriminación continúan teniendo nombre de mujer y uno de los retos de la sociedad actual es superar esto.
Por eso, subrayó, España tiene que incorporarse a la red internacional de estados contra la pobreza, promovida por el presidente brasileño (Luiz Inácio) Lula (da Silva).
La primera Marcha Mundial de Mujeres se celebró en 2000 en Bruselas por iniciativa de la Federación de Mujeres de Québec, que tomó como referencia la marcha de las mujeres contra la pobreza realizada en esa ciudad canadiense en 1995.
En ese año en Québec marcharon 850 mujeres durante 10 días y al terminar el recorrido fueron recibidas por 15.000 personas, ante las cuales expusieron nueve reivindicaciones de carácter económico.
Al haber tenido en 1995 la presencia de 20 mujeres oriundas de países del Sur, las organizadoras tomaron cuenta de que era esencial mundializar su solidaridad y de allí en adelante comenzó a funcionar la MMM, como una entidad de carácter global.