La Organización de las Naciones Unidas (ONU) hizo un llamado este martes a la comunidad internacional para que reclame a Israel el fin de sus acciones militares en Gaza, que representan la mayor operación lanzada por el ejército de ese país en esa región.
La intervención militar israelí en Rafah tiende a destruir centenares de viviendas, para ampliar el llamado Corredor Filadelfia, que se extiende a lo largo de nueve kilómetros, aseguró Matthias Burchard, representante en Ginebra de OOPS, una agencia especializada de la ONU.
El plan de Israel es establecer una zona tapón en un extremo de Rafah, ubicada entre la franja de Gaza y la frontera con Egipto, donde hasta ahora fueron muertos unos 20 palestinos y resultaron heridos alrededor de 50.
La ciudad de Rafah, de 150.000 habitantes, de los cuales 90.000 son refugiados palestinos, ha sido rodeada por efectivos de las fuerzas de defensa israelíes y se encuentra aislada del resto del mundo, añadió Burchard.
Israel comenzó la semana pasada a derribar viviendas cercanas a la frontera con Egipto. Un dictamen del Tribunal Supremo de Israel dio el domingo luz verde para que las máquinas topadoras prosiguieran su acción demoledora.
Las fuerzas israelíes se proponen agrandar la zona tapón ubicada a lo largo de la frontera con Egipto, donde patrullan a lo largo del denominado Corredor Filadelfia, dedujo el vocero de la OOPS (Organismo de Obras Públicas y Socorro para los Refugiados Palestinos).
Ese corredor se extiende actualmente por unos 100 metros de ancho, pero los israelíes planean ampliarlo a por lo menos 200 metros y en algunos lugares probablemente hasta medio kilómetro de amplitud.
Para conseguir ese objetivo tendrán que derribar miles de pequeñas casas y viviendas, calculó Burchard. La población palestina, atemorizada, proseguía abandonando sus casas y pertenencias en este martes por la mañana, dijo el funcionarios a periodistas en Ginebra.
Los funcionarios del OOPS han emplazado equipos de emergencia, como mantas, colchones y alimentos para atender a los desplazados y se han preparado los edificios de cuatro escuelas para acogerlos provisoriamente-
Burchard aseguró que las clínicas y otros centros sanitarios del OOPS se encuentran bien abastecidos, al igual que sus almacenes. Esta agencia fue creada por la ONU en 1949 para prestar asistencia a la población palestina que perdió sus hogares y sus medios de subsistencia a causa de la guerra árabe-israelí de 1948.
Mientras, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, tras mencionar los informes de las intenciones israelíes de efectuar nuevas demoliciones en Rafah, condenó la destrucción de viviendas palestinas y reclamó a Israel, el país ocupante, que cese de inmediato los actos de punición colectiva contra los palestinos.
El danés Peter Hansen, comisionado general del OOPS, declaró que con "esas operaciones militares desproporcionadas, Israel ha cometido una grave violación del derecho humanitario internacional".
Las acciones de castigo colectivo no ayudan a calmar la situación en Gaza ni a fortalecer la propia seguridad de Israel, dijo el jefe del OOPS, quien tiene sus oficinas centrales en Ammán.
Amnistía Internacional, una organización líder en la defensa de los derechos humanos, sostuvo que la destrucción de miles de casas de palestinos y de árabes israelíes, como también de amplias áreas de tierras de cultivo, ha alcanzado un nivel sin precedentes y debe interrumpirse de inmediato.
Las fuerzas armadas israelíes han destruido en los últimos tres años unas 3.000 casas, dejando sin techo o sin sustento a decenas de millares de hombres, mujeres y niños, refirió la agencia humanitaria que tiene sede en Londres.
Las razones esgrimidas por Israel para justificar la destrucción son generalidades excesivas fundadas en políticas y prácticas discriminatorias, opinó Amnistía.
La Autoridad Nacional Palestina describió las operaciones israelíes en Rafah como "una guerra de exterminio".
A su vez, Israel sostiene que la zona fronteriza con Egipto es utilizada para lanzar ataques sorpresivos contra sus fuerzas militares. El área, además, está surcada por túneles que los palestinos emplean para introducir desde territorio egipcio armamentos y explosivos, afirman.
Burchard dijo que muchos palestinos construyeron sus viviendas próximas a la frontera para estar cerca de sus familiares obligados a refugiarse en Egipto después del conflicto de 1948. En la zona limítrofe aledaña a Egipto viven unas 30.000 personas, estimó el funcionario.
La agencia de la ONU que dirige Burchard necesita la ayuda de la comunidad internacional pues hasta ahora sólo ha recibido 32 por ciento del total de recursos solicitados para 2004, que ascienden a 193 millones de dólares.