Desde hace mucho que el puente Nuevo de la septentrional localidad peruana de Ilave no sentía un remezón tan grande como el del lunes, cuando alrededor de 5.000 pobladores colmaron este paso principal para dirigirse a la Plaza de Armas de la ciudad, declarando la huelga por tiempo indeterminado. El extremadamente tranquilo amanecer en la ciudad de Ilave no hacía prever semejante manifestación en la ciudad, que en abril fuera escenario del linchamiento de su alcalde acusado de corrupción. Ahora exigen, precisamente, la libertad de cinco indígenas acusados de ser los principales responsables de ese asesinato.