Cada día crece el riesgo de que el reclamo boliviano de una salida soberana al océano Pacífico termine convirtiéndose en el tema estrella de la próxima Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, que se celebrará en junio en Quito, y deje en segundo plano a la cuestión de la corrupción, propuesta por Ecuador. Los últimos roces diplomáticos entre Chile y Bolivia hacen prever que ese asunto crezca como la espuma, pues hay varios países que, de una u otra forma, se han involucrado, indicaron portavoces de la organización del encuentro.