La Iglesia Católica de Bolivia advirtió el domingo que el "ruido de las armas puede destrozar al país y que los comunicados de los militares acuartelados no coinciden con el supuesto compromiso que tienen con los intereses del pueblo boliviano. Mientras, el presidente del Tribunal Constitucional, Wilman Durán, ratificó que los fallos de esta entidad son "inapelables. Durán admitió que se generó una "situación excepcional en el país por el fallo que ordena el juzgamiento por la vía ordinaria de cuatro oficiales del Ejército por la represión del 13 febrero de 2003 con muertos y heridos.